Playoffs NBA 2025: Semifinales de conferencia en el Este. Capítulo III

Fuente: mediareferee.com

El Rocket Arena echaba humo esperando el comienzo del quinto partido de la eliminatoria. En Cleveland sabían de la complejidad de poder vencer en tres partidos seguidos, y pasar de ronda, pero ver que Donovan Mitchell se encontraba entre los titulares acrecentaba su ánimo.Por encima veían que su escolta no estaba muy dañado y, como los Pacers se mostraban más timidos en su juego, los locales vivían cómodos en el arranque. Sin embargo, a mitad de cuarto, Kenny Atkinson cambiaba de estrategia y metía un quinteto alto, alejaba a los visitantes del aro y Mitchell no se cansaba de ir a la línea de tiros libres. El parcial, de nueve a cero, requería un toque de atención de Rick Carlisle aunque, para sorpresa general, no había reacción de Indiana. La defensa visitante flaqueaba ante la constante embestida de Mitchell y Evan Mobley, aunque lo peor venía en su ataque; donde se abusaba del bote y se chocaba demasiado contra una defensa compacta. Eso acrecentaba las dudas ofensivas y los Cavaliers se llevaban el primer cuarto al liderar por doce puntos. La parada en los banquillos no recuperaba el juego ofensivo de los Pacers y, como De´Andre Hunter no fallaba, Donovan Mitchell descansaba más de lo esperado. Carlisle ampliaba la rotación todo lo posible y probaba a dar nuevas instrucciones. De repente, con la diferencia casi en veinte puntos, entraban dos tiros abiertos y Atkinson pisaba el freno de inmediato. El precario estado físico local quedaba al descubierto, la tensión defensiva bajaba y Tyrese Haliburton se crecía en dirección de juego y acierto exterior. El técnico local no podía impedir que Indiana se presentase en la segunda mitad a cuatro puntos. La afición local estaba desilusionada pero, sólo un minuto del tercer cuarto, era bastante para enfadar a Carlisle y, con ello, recuperar las esperanzas en la victoria. Daba igual, la energía local estaba deteriorada, Pascal Siakam metía de fuera y, como Mitchell se iba a los vestuarios, los Pacers tomaban el mando en el marcado. Haliburton volvía a inspirarse y hasta Thomas Bryant era una amenaza ofensiva. El parcial era de diecinueve a dos y, por mucho que Atkinson se acordaba de Ty Jerome para romper siete minutos sin anotación en juego, y que la estrella local volvía a jugar tras la revisión física, Cleveland tenía que remontar nueve puntos en doce minutos y desde el arranque iban a por ello. Gracias al acierto exterior de Jerome y Mitchell se ponían a un punto y Carlisle les recordaba a los suyos que se debía jugar en equipo y sus bases respondían para ampliar la renta visitante. Los Cavaliers se volvían a quedar secos de anotación, Myles Turner se hacía cada vez más grande, Mitchell era capaz de meter un triple y errar tres tiros libres. Por suerte no erraba otro tiro exterior e Indiana sólo contaba con tres puntos de ventaja con noventa segundos por jugar. Nembhard hacía un dos más uno para recuperar el aliento, Mitchell chocaba contra la defensa y fallaba y Haliburton calmaba Ohio con dos tiros libres. Pese a que Mobley podía hacer una jugada de tres puntos, su fallo desde la línea de personal, y un triple de Turner, cerraban la serie. Invitado inesperado: Thomas Bryant (Pacers)

Eliminatoria cerrada: Pacers ganan cuatro a uno

Fuente: empiresportsmedia.com

Regresar a Boston, y no poder contar con Jayson Tatum una vez confirmada su lesión de larga duración, era un duro golpe, aunque eso no impedía que el TD Garden apoyase desde el inicio y tampoco impedía notar que el nerviosismo no sólo afectaba a los locales. La presencia de Kripstas Porzingis, para sustituir a la estrella lesionada, era el único cambio en los quintetos iniciales y el partido comenzaba con un juego acelerado donde Derrick White, con su acierto exterior, daba respuesta a un Mikal Bridges muy activo. El paso de los minutos mostraba muchos más problemas para el ataque de los Knicks, pero el equipo visitante se mantenía agresivo; hasta el punto de que Jalen Brunson le soltaba el codo a Jaylen Brown, algo que los árbitros no apreciaban. Ni siquiera la salida a la pista de Payton Pritchard, para sumar puntos con facilidad, impedía a Nueva York presentarse en el segundo cuarto con una mínima renta. Un periodo donde los triples de los Celtics no entraban y, aunque Karl-Anthony Towns cometía su tercera falta personal, Miles McBride ponía a los neoyorquinos con ocho puntos de ventaja. Joe Mazzulla apretaba a la defensa local, los Knicks se quedaban sin acierto en sus tiros y el parcial, de ocho a cero, volvía a llevar la igualdad al marcador. Cada vez se veía más claro que el juego de equipo de Boston era más sólido, pero Brunson se empeñaba en no dejar escapar en el marcador a los de Massachusetts. Los contactos aumentaban y Josh Hart aliviaba al ataque visitante metiendo los tiros abiertos para llegar al descanso con el empate en el marcador. Y el paso por los vestuarios refrescaba las ideas y traía cambios en el quinteto local al desaparecer Porzingis para dejar su puesto a Luke Kornet. Lo que no desaparecía era la tensión; Hart y Brown se acaloraban tras un bloqueo y se llevaban una técnica cada uno y el juego se volvía más físico en los Celtics. Towns cometía su cuarta falta y Hart era el único jugador neoyorquino que se adaptaba a esa versión local más agresiva. La diferencia se acercaba a los diez puntos y Tom Thibodeau reaccionaba. Daba igual, Kornet se convertía en un coloso defensivo con sus ayudas y daba soluciones al ataque. La distancia se doblaba rápidamente y los quince puntos de desventaja, para el cuarto final, eran un mal menor para Nueva York. La dinámica no se alteraba, Brunson se jugaba todo en los visitantes y Boston controlaba la situación jugando en conjunto. Con la diferencia superando los veinte puntos el TD Garden podía celebrar que su equipo seguía vivo en la eliminatoria. Invitado inesperado: Payton Pritchard, Luke Kornet (Celtics)

El sexto partido de la serie traía muchos miedos a los aficionados de los Knicks, la tensión se reflejaba en sus caras y ver como Luke Kornet, tras su extraordinario quinto partido, se hacía con el puesto de Kripstas Porzingis entre los titulares no aliviaba la situación. Era normal que el partido comenzase frío en cuanto a anotación pero, mientras Nueva York no metía tras circular el balón medianamente bien, en los visitantes se veía un juego ofensivo demasiado forzado. Así bastaba una buena racha de Mikal Bridges para obligar a Joe Mazzulla a dar instrucciones a los suyos tras liderar un parcial de siete a cero. Sus órdenes no calmaban a unos Celtics cada vez más precipitados, donde Jaylen Brown era la única aportación sólida para los de Massachusetts y, pese a que llegaban a empatar el partido, una racha de acierto exterior de los Knicks les permitía cerrar el primer cuarto con seis puntos de ventaja. Tom Thibodeau daba orden a su ataque de buscar el aro contrario constantemente, Boston sufría para contener el ánimo local y, como su ataque era desordenado y Karl-Anthony Towns comenzaba a ser un gran problema para la defensa, la diferencia superaba los diez puntos rápidamente. El técnico visitante intervenía, pero servía de poco, el motivo de que la diferencia no se disparase eran los nervios neoyorquinos. Ahora el tiempo muerto era de los locales, con los Celtics sin recursos ofensivo, y a base de corazón, Josh Hart y Jalen Brunson llevaban la diferencia por encima de los veinte puntos. Como por encima Miles McBride se inspiraba ofensivamente, la diferencia, al descanso, se acercaba a los treinta puntos. En Nueva York sabía que estaban cerca de su objetivo y, tras reponer fuerzas, volvía a buscar la zona contraria sin concesiones. Enfrente la única oposición eran un par de triples de Derrick White, aunque las prisas de Boston por remontar eran demasiadas y la diferencia no tardaba en superar los treinta puntos. Los Knicks dominaban bajo canasta por pura energía, la diferencia superaba los cuarenta puntos y, pese a cierta relajación local, y a que Thibodeau no sacaba a todos sus titulares de la pista hasta que restaban cuatro minutos de partido, la eliminatoria estaba resuelta. Nueva York se había clasificado para la final de conferencia. Invitado inesperado: Miles McBride (Knicks)

Eliminatoria cerrada: Knicks ganan cuatro a dos

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