Fuente: clutchpoints.com
En Oklahoma se esperaba el quinto partido como decisivo para la resolución de la serie y no sorprendía ver el mejor juego de conjunto de los locales para ponerse con un doce a dos a favor, aprovechando que los Nuggets no contaban con acierto exterior. En cuatro minutos David Adelman veía necesario recuperar la agresividad del cuadro visitante, tanto para atacar el aro contrario, como para frenar la circulación de balón local. La diferencia de los Thunder se quedaba en nada y Mark Daiegnault se encargaba de frenar la reacción. Como quiera que Denver comenzaba a acertar con los triples, y que Nikola Jokic despertaba, los de Colorado mandaban por la mínima cuando arrancaba el segundo acto. Y los visitantes vivían cómodos porque, como Oklahoma perdía el balón con facilidad, Jamal Murray, con sus puntos, daba el descanso necesario para que Jokic regresase a la pista en su mejor versión. La desventaja, de siete puntos, alteraba a Daiegnault; los Thunder apretaban en defensa y, con los triples locales entrando, la diferencia se quedaba en nada. El juego visitante pasaba a centrarse en sus estrellas y, con la mejor versión ofensiva de Jokic, la diferencia superaba los diez puntos. Shai Gilgeaus-Alexander surgía de las sombras para anotar y, ante las dudas ofensivas de los Nuggets, todo quedaba en el aire de cara a la segunda mitad. Un periodo donde Gilgeaus-Alexander ya no podía frenar la escapada visitante comandada por Jokic y Murray. La distancia era de doce puntos y habían pasado tres minutos cuando el técnico local intervenía. Oklahoma apretaba en defensa, pero Jokic conseguía ocho puntos de ventaja para que Denver encarase el último cuarto con una sonrisa. Y la cosa no empezaba bien para los Thunder y, tras dos minutos, Daiegnault buscaba despertar a sus jugadores. Luguentz Dort metía los triples y los visitantes no, Adelman recuperaba la agresividad al aro de los Nuggets pero, sin otra vía de anotación, el mando del marcador cambiaba de bando. Jokic rompía siete minutos sin anotar en juego y Oklahoma llegaba a los dos minutos finales con un triple de ventaja. El pivot serbio empataba de forma inverosímil, aunque Jalen Williams volvía a abrir el hueco con otro triple. Michael Porter Jr, muy desacertado todo el partido erraba dos triples y, como Gilgeaus-Alexander acertaba con su tiro exterior, el último medio minuto del partido sobraba. Los Thunder podían resolver la eliminatoria con una victoria. Invitado inesperado: Alex Caruso (Thunder)
El sexto partido podía cerrar la serie y nadie quería defraudar. Luguentz Dort y Jamal Murray se convertían en los referentes ofensivos de sus equipos pero, como la defensa de Denver apretaba y recuperaba balones, Mark Daiegnault reunía a sus jugadores. El nueve a cero encajado ponía las cosas difíciles, aunque los Thunder encontraban en los triples de sus suplentes la forma de evitar que la distancia aumentase y, como Russell Westbrook entraba frío a la cancha, los visitantes celebraban ver el partido a tres puntos al finalizar los primeros doce minutos. El segundo cuarto nacía con más contactos y David Adelman precisaba alertar a sus jugadores para no tener problemas. No servía de mucho porque, con la mejor versión ofensiva de Cason Wallace, y algo de Chet Holgrem, Oklahoma se ponía por delante y Daiegnault pedía control para aumentar la renta. Shai Gilgeaus-Alexander abría el hueco hasta los doce puntos pero, resentido por un golpe en su muñeca, y cabreado con los árbitros, hacía su cuarta falta personal. Jalen Williams perdía los nervios y soltaba el codo a Jamal Murray, todo normal para los árbitros y los Nuggets empataban el partido, aprovechando los nervios visitantes, con un parcial de doce a cero. Sólo un tiro abierto, desde la esquina, sobre la bocina, daba a los Thunder una mínima ventaja de cara a la segunda mitad. En el Ball Arena la inquietud era evidente, pero sus estrellas volvían a la pista con su mejor versión anotadora y obligaban a la reacción inmediata de Daiegnault, el juego visitante se centraba en su base y, cuando este descansaba, la falta de acierto exterior encaminaba su ofensiva a buscar a Isaiah Harstentein en los huecos que dejaba la zona local. Denver subía el nivel físico del partido y Oklahoma se precipitaba y la diferencia de cara al capítulo final era de ocho puntos, gracias a dos triples de Julian Strawther. Los nervios visitantes eran evidentes y Alex Caruso era demasiado poco para oponerse a unos Nuggets que jugaban en conjunto. Nikola Jokic se bastaba para subir la ventaja, ante unos Thunder sin acierto exterior. Strawther, con otro acierto de tres puntos, parecía decidir el partido; aunque Oklahoma no se rendía. A base de contactos, y permisividad arbitral, bajaban la diferencia de los diez puntos. Era tarde y la única buena noticia, de regreso a casa para cerrar la eliminatoria, era saber que Aaron Gordon se había lesionado en el minuto final del partido. Invitado inesperado: Julian Srawther (Nuggets)
Un mes de baja, esa era la previsión para el regreso de Aaron Gordon a las pistas y, sin embargo, todo el Paycom Center lo podía ver calentar en los instantes previos al séptimo partido. Los aficionados de Oklahoma no daban crédito y, aunque sabían que la derrota en Colorado había herido el orgullo local, las dudas se extendían por toda la cancha. Y el inicio no presagiaba nada bueno, en dos minutos Mark Daiegnault tenía que parar el partido. Con la versión más seria de los Nuggets para hacer daño bajo canasta, y la energía de Christian Braun, la iniciativa en el marcador era para los visitantes. Los Thunder regresaban a la pista con una versión más física de su juego que, aunque no les permitía reducir la desventaja, les proporcionaba más dificultades en el juego a los de Colorado. Con una renta superior a los diez puntos David Adelman decidía llamar a sus jugadores para advertirles de la mayor intensidad local. Los suplentes de Oklahoma aumentaban los contactos y entre Alex Caruso y Cason Wallace se las apañaban para reducir la diferencia a la mitad para encarar el segundo acto. La buena versión local continuaba sobre la pista, la defensa de Denver se mostraba más permeable con los suplentes y Jalen Williams se aprovechaba de los balones perdidos de los visitantes. En poco tiempo los Thunder se ponían por delante en el marcador y Adelman buscaba soluciones reintegrando a todos sus titulares. Servía de poco, los Nuggets sufrían si no anotaban desde el exterior, la precipitación llegaba al equipo y, aunque Oklahoma no lograba el acierto para distanciarse, se veía mucha más energía en los locales. Con unas instrucciones de su técnico, su defensa más agresiva (permitida por los árbitros) y metiendo los triples Denver no podía seguir el ritmo. Como quiera que Jalen Williams no tenía problemas para anotar en contras sin defensor, los Nuggets podían dar las gracias de estar a catorce puntos al descanso. Mucho tenía que cambiar la imagen visitante para poder aspirar a la victoria, sobre todo porque el paso por los banquillos no frenaba las ansias locales. Aaron Gordon se ganaba una flagrante por sacar los codos para proteger el balón y el cansancio y la desesperación comenzabar a hacer mella en los de Colorado llevando la diferencia por encima de los veinte puntos. Nikola Jokic, viéndose incapaz de mantener la posesión del balón, se ponía a distribuir y, junto con Jamal Murray lograba un ligero acercamiento en el marcador. Era un espejismo, los Thunder rompían con facilidad la zona del cuadro visitante y casi no permitían nada bajo su aro. Denver comenzaba a desorganizarse y la diferencia se acercaba a los treinta puntos al cierre del tercer cuarto. Sólo dos minutos del capítulo final eran necesarios para cerrar la serie, en Oklahoma volvían a unas finales de conferencia. Invitado inesperado: Alex Caruso, Aaron Wiggins, Cason Wallace (Thunder)
Eliminatoria cerrada: Thunder ganan cuatro a tres
Fuente: clutchpoints.com
Como quiera que Stephen Curry seguía sin poder jugar, el ánimo de los Warriors no era el óptimo y el juego interior local mandaba en el partido. El Target Center celebraba cada error visitante y, aunque Jonathan Kuminga salía del banquillo para sumar anotación, Naz Reid y Rudy Gobert ponían a Minnesota con ventaja. Steve Kerr buscaba más contención defensiva, pero no la conseguía y, con unos pocos balones perdidos, Golden State se veía a siete puntos tras el primer cuarto. Y el segundo no arrancaba mejor porque, aunque Jimmy Butler anotaba, la defensa visitante no impedía nada de inicio. Se necesitaban unos minutos para ver una mejor defensa de los Warriors y Chris Finch debía ordenar el ataque local. Mike Conley aparecía con dos triples, y ocho puntos consecutivos, para llevar la ventaja de los Timberwolves cerca de los diez puntos. La respuesta californiana llegaba con la anotación de Draymond Green pero, como nadie frenaba a Julius Randle, los quince puntos de desventaja, al descanso, parecían un mal menor. Se esperaba una resurrección visitante tras el descanso y Brandin Podziemski era el encargador de dar los puntos necesarios para ello pero, como Minnesota metía de fuera, la diferencia se acercaba a los veinte puntos. Kerr buscaba levantar su nivel defensivo pero, como no lo conseguía, y como Podziemski no podía alargar su acierto en el tiempo por problemas para circular el balón, la anotación de Gobert llevaba la diferencia a los veinte puntos. Por mucho que Kuminga buscaba evitarlo, los Timberwolves llegaban al cuarto final con el partido casi resuelto. Sin embargo Golden State no se iba a rendir, con un poco de acierto exterior se ponia a doce puntos y, para desesperar al técnico local, Moses Moody conseguía bajar la diferencia de los diez puntos y Anthony Edwards comenzaba a activarse en ataque. Como quiera que los de San Francisco perdían el balón con facilidad, y que la defensa visitante flaqueaba, poner a Randle como único pivot marcaba la diferencia. El Target Center celebraba su pase a la final de la conferencia Oeste. Invitado inesperado: Naz Reid, Donte DiVicenzo (Timberwolves)
Eliminatoria cerrada: Timberwolves ganan cuatro a uno