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Para Oklahoma era fundamental no perder el quinto partido y salía a la pista con su versión más agresiva. Una versión que los árbitros permitían y con el que los Pacers, según pasaban los minutos, se veían más incómodos. El ritmo era alto pero, como los balones perdidos comenzaban a asomar en Indiana, la ventaja era local por su buen reparto de juego al poder correr y Rick Carlisle paraba el partido al tiempo que se ganaba una técnica por sus protestas. Los visitantes se concienciaban de que no les iban a conceder nada y, pese a que Tyrese Haliburton se iba a los vestuarios a revisar una lesión en su pierna, la diferencia se mantenía en torno a los cinco puntos. Mark Daiegnault precisaba hablar a sus jugadores, los suplentes acertaban con los tiros abiertos y los Thunder cerraban el primer cuarto con diez puntos de ventaja.
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El retorno de los banquillos traía a una defensa visitante más consciente de lo que se permitía sobre la pista. Indiana intercambiaba triples con Aaron Wiggins y la diferencia no crecía. Al técnico local no le gustaba la situación, la defensa de Oklahoma volvía a apretar con más contactos, Jalen Williams disfrutaba corriendo y, pese a que Carlisle buscaba evitarlo, la ventaja local se aproximaba a los veinte puntos. En medio del hartazgo con los árbitros, los suplentes de los Pacers sacaban el orgullo y lograban llegar al descanso a catorce puntos.
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El paso por los vestuarios traía un cambio en el criterio arbitral pero, con Shai Gilgeous-Alexander en su mejor tono ofensivo, los locales mantenían su renta con facilidad. Indiana seguía sufriendo en cada ataque y precisaba de la salida a pista de Obi Toppin y TJ McConnell para aprovecharse del cansancio local. Los Thunder veían la situación preocupante pero, con su base todavía activo, y su facilidad para irse a la línea de tiros libres, los locales llegaban al último acto con ocho puntos de ventaja.
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En el Paycom Center sufrían mientras los jugadores no volvían a la cancha pero, sorprendentemente, Indiana dejaba suelto a Gilgeous-Alexander. La diferencia llegaba a los dos dígitos y Carlisle solicitaba un tiempo muerto casi inaudible por el entusiasmo de la afición local. En Oklahoma lo veían muy cerca aunque, con la mejor versión de Pascal Siakam, los Pacers se situaban a dos puntos. Sin embargo el cansancio traía dos errores impropios del cuadro visitante que eran aprovechados por los Thunder para llevar la diferencia hasta los siete puntos. Volvían los titulares a Indiana pero, con las dudas de Haliburton, y el equipo quebrado mentalmente, las estrellas locales volvían a llevar la diferencia por encima de los diez puntos. Los intentos visitantes eran infructuosos, Oklahoma se ponía por delante en la eliminatoria, tres a dos. Invitado inesperado: Aaron Wiggins, Cason Wallace (Thunder)