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Dos victorias consecutivas iba a ser algo difícil de conseguir para Indiana pero, viendo el arranque del cuarto partido, en el Gainbridge Fieldhouse soñaban con ello. Volver a contar con Isaiah Harstentein como titular permitía a los Thunder no sufrir para anotar bajo canasta aunque, como los locales movían el balón con fluidez, la iniciativa era para los Pacers y, viendo la diferencia acercándose a los diez puntos, Mark Daiegnault paraba el partido. La defensa visitante subía la presión sobre el balón, los balones perdidos llegaban a Indiana que atacaba lejos de la zona y, con un parcial de siete a cero aprovechando los balones perdidos por Indiana, la renta local se quedaba en un mísero punto al cierre del primer acto.
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El inicio del segundo cuarto traía más errores en el tiro y Shai Gilgeous-Alexander ponía a su equipo por delante ante el desacierto exterior de los locales. Rick Carlisle paraba el partido, los contactos aumentaban y los árbitros alteraban los nervios de los Pacers. Obi Toppin se llevaba una flagrante discutible y el parcial era de siete a cero para Oklahoma. Carlisle activaba la intensidad local sobre la pista, Pascal Siakam y Tyrese Haliburton brillaban en ataque y Luguentz Dort también cometía una falta flagrante que llevaba los nervios a los Thunder al irse a los vestuarios con tres puntos de desventaja.
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El cuarto de hora de reposo permitía a Oklahoma recuperar la mejor versión ofensiva de sus estrellas pero, como los interiores de los Pacers resultaban imparables para su defensa, la diferencia volvía a asomarse a los diez puntos y Daiegnault solicitaba un tiempo muerto. La defensa visitante apretaba, Gilgeous-Alexander volvía a anotar y el acercamiento de los Thunder preocupaba a la afición local. Por suerte para Indiana la salida de Toppin a la pista daba otro ritmo al partido con su frescura para correr y, aunque Alex Caruso y Jalen Williams intentaban evitarlo, Indiana llegaba al cuarto final con siete puntos de renta para administrar.
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Una distancia que calmaba al Gainbridge Fieldhouse, y a los locales, la versión más agresiva de Chet Holgrem ponía el partido a dos puntos y, aunque el pivot visitante se torcía el tobillo, los locales sólo encontraban los puntos de Haliburton para anotar. Viendo el partido a tres puntos el técnico visitante paraba la actividad sobre la pista ponía centímetros bajo canasta Así mejoraba la defensa y, gracias al despertar ofensivo de Gilgeous-Alexander, Oklahoma llegaba a los dos minutos finales con un punto de ventaja. A los Pacers le llegaban las dudas ofensivas, el base de los Thunder acertaba con sus tiros y, cuando era necesario, se iba a los tiros libres. Como quiera que Indiana no metía una canasta en juego en los tres minutos finales de partido, y que Mathurin no metía los tiros libres, la serie volvía a Oklahoma con empate a dos. Invitado inesperado: Alex Caruso (Thunder)