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El orgullo de Oklahoma estaba herido tras la derrota del primer partido de la eliminatoria y sus jugadores salían a por todas, buscaban el aro con acciones individuales constantemente y los visitantes necesitaban de su mejor versión de conjunto, y del acierto de Andrew Nembhard, para contrarrestar cada golpe. Los triples permitían a los Pacers revertir la situación y ponerse por delante en el marcador pero, en cuanto su tiro exterior no entraba, Chet Holgrem ponía a los Thunder con seis puntos de ventaja para encarar el segundo cuarto.
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Para Indiana la situación no era cómoda porque, en condiciones normales, los locales iban a apretar para romper el partido como habitualmente. Sin embargo, sorprendentemente, eran los errores visitantes, jugando con desorden, los que facilitaban la escapada de Oklahoma. Jalen Williams se ayudaba de Alex Caruso y Aaron Wiggins para aumentar la renta y, aunque Rick Carlisle no dudaba en pedir tiempos muertos, la diferencia superaba a los veinte puntos ya que los locales podían correr tras recuperar el balón y Shai Gilgeous-Alexander disfrutaba sobre la pista. la defensa de los Pacers acababa por recomponerse y, gracias a un Pascal Siakam agresivo ofensivamente, completaban un parcial de diez a cero que obligaba a Mark Daiegnault a reaccionar y levantar la actitud defensiva de los suyos. Los Thunder se iban a los vestuarios muy tranquilos, tenían dieciocho puntos de ventaja y muchos motivos para sonreír.
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Indiana salía a la segunda mitad con una cara más seria y, encontrando la mejor versión ofensiva de Myles Turner, conseguía acercarse en el marcador pese a la buena labor de Gilgeous-Alexander creando para sus compañeros. Daiegnault no lograba frenar a los interiores visitantes con su tiempo muerto, aunque sí lograba poner en más dificultades a la creación visitante y, como los triples de Oklahoma entraban, y su base anotaba con facilidad, la diferencia volvía a rondar los veinte puntos al cierre del tercer periodo.
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Sin su base en pista los Thunder recurrían a su versión más intensa para mantener su ventaja, el rebote ofensivo daba la opción a Wiggins y Caruso de acertar y Tyrese Haliburton era la única respuesta visitante. Los Pacers necesitaban mucho más pero, como sólo Bennedict Mathurin acompañaba, el esfuerzo era insuficiente. El Paycom Center ya podía celebrar la primera victoria de Oklahoma en las finales. Invitado inesperado: Alex Caruso, Aaron Wiggins (Thunder)