Playoffs NBA 2025: Semifinales de conferencia en el Este. Capítulo I

Fuente: clutchpoints.com

Para los Pacers, dada la baja de Darius Garland en los locales, la victoria en el primer partido de la serie se antojaba fundamental. Por eso, a pesar de los pañuelos al aire del Rocket Arena, los visitanto con los es salían a la cancha mostrando su mejor versión de conjunto,  con Tyrese Haliburton y Pascal Siakam de protagonistas. En Cleveland, sin embargo, el juego era más individualista, Sam Merrill aportaba poco como sustituto de Garland y las primeras ventajas eran para Indiana por mucho que Donovan Mitchell se empeñara. Kenny Atkinson decidía llamar a sus jugadores para recomponer la defensa pero, con un parcial de diez a cero, gracias a la aportación de TJ McConnell y al acierto con los triples, los Pacers cerraban el primer cuarto con más de diez puntos a su favor. El paso por los banquillos recuperaba el espíritu de equipo en los locales y Evan Mobley se aprovechaba de ello, obligando a Rick Carlisle a recomponer su defensa. Sin embargo el verdadero problema era que los Cavaliers habían dado un paso adelante en defensa y, con Ty Jerome acertado, la diferencia se quedaba en casi nada. Se hacía necesaria la aportación ofensiva de Andrew Nembhard y Myles Turner para recomponer a Indiana e irse con seis puntos de ventaja al descanso. El periodo de reposo no le sentaba bien al ataque visitante pero, con una charla de Carlisle, llegaba la mejor distribución ofensiva de los Pacers. En el equipo de Ohio también se circulaba el balón con más claridad pero, mientras los locales finalizaban bajo canasta con Jarret Allen, los Pacers encontraban abierto para el triple a Aaron Nesmith. Con la diferencia en doce puntos, Atkinson paraba el partido. Inesperadamente el ritmo de partido subía, los visitantes comenzaban a perder el balón con facilidad y, pudiendo correr, Donovan Mitchell sacaba rendimiento de su explosividad. Cleveland tomaba el mando en el marcador porque, para sorpresa general, Indiana se pasaba más de cuatro minutos sin anotar en juego y sólo el triple de urner, sobre la bocina de final de cuarto, permitía a los visitantes llegar al cuarto final con una mínima renta. Un cuarto que nacía con pocos puntos, donde los balones perdidos de los Pacers daban aire al ataque local y Evan Mobley brillaba ofensivamente. Con el partido controlado los Cavaliers se olvidaban de tapar los triples de ocho metros e Indiana, más concretamente Nembhard, se aprovechaba de ello. Como además el ataque de Cleveland se aceleraba en acciones individuales, el tiempo muerto era obligado. Los seis puntos de diferencia no eran demasiados para darle la vuelta, pero ahora los locales no encontraban buenas posiciones de tiro y Haliburton jugaba con inteligencia y acierto para llevarse la primera victoria de la eliminatoria.  Invitado inesperado: TJ McConnell, Obi Toppin, Bennedict Mathurin (Pacers)

Los Cavaliers tenían mucho que cambiar para el segundo partido; primero Sam Merrill dejaba su puesto en el quinteto titular a  Ty Jerome, y, por encima, Dean Wade tenía que entrar por la lesión de Evan Mobley. Por si fuera poco De´Andre Hunter tampoco estaba disponible para jugar y sorprendía ver al Rocket Arena con un gran optimismo. Lo que no se alteraba era la dinámica del partido, la iniciativa era de Indiana, por su mejor movimiento de balón, ante las individualidades locales. Sin embargo los balones perdidos comenzaban a ser un problema para los visitantes y, como su tiro exterior no brillaba, Cleveland tomaba los mandos del partido. Rick Carlisle busca recuperar el juego ofensivo de los Pacers, pero la energía era local, Donovan Mitchell se mostraba imparable y la afición se ponía en pie al ver como los suyos cerraban el primer cuarto con diecisiete puntos de ventaja. TJ McConnell y Pascal Siakam buscaban la reacción en el inicio del segundo cuarto, ante el desacierto local con el triple. Kenny Atkinson levantaba el espíritu defensivo del equipo de Ohio y, aunque el ataque sufría cada vez que el tiro exterior no entraba, la diferencia volvía a crecer gracias a los balones perdidos de Indiana. Sin embargo la producción ofensiva de los Cavaliers se iba reduciendo en torno al gran esfuerzo de Mitchell y, como los Pacers jugaban en conjunto, la diferencia se quedaban en los once puntos al descanso. El largo parón no bajaba la intensidad del juego local que, con Mitchell y Jarret Allen anotando, llevaban la diferencia hasta los diecisiete puntos. Carlisle lo intentaba todo, pero el ataque visitante sufría y sobrevivía con el acierto exterior. La diferencia sólo bajaba cuando Cleveland se precipitaba y, aunque la agresividad de Bennedict Mathurin y Obi Toppin le sentaba bien al equipo y recortaba el descanso de Donovan Mitchell, Indiana llegaba al cuarto final a catorce puntos. Con esa renta era lógico que Kenny Atkinson diese un descanso a su estrella pero, con los árbitros algo más permisivos, tenía que reincorporarlo porque los Pacers habían bajado la barrera de los diez puntos. Indiana jugaba más en conjunto, buscando a Myles Turner, y el juego individualista local hacía que acertar con los tiros libres fuese fundamental. Cada canasta era sufriendo y un triple de Max Strus ponía a los Cavaliers con siete puntos de ventaja a punto de entrar en el minuto final. Carlisle paraba el partido y, como la defensa local le dejaba, Haliburton anotaba una cómoda bandeja. Atkinson gastaba un tiempo muerto, innecesario, para poner la bola en juego y Donovan Mitchell metía dos lanzamientos desde la personal para tranquilizar a su afición. Restaban casi cincuenta segundos cuando Pascal Siakam confirmaba su mala noche errando sus dos tiros libres pero, como Aaron Nesmith se imponía a Mitchell para machacar el rebote, la inquietud volvía a crecer en el Rocket Arena. Por encima su estrella cometía una falta en ataque absurda para ganar espacio tras recibir el saque de fondo. Haliburton chocaba contra una defensa local bien plantada, aunque el rebote ofensivo acababa siendo de los Pacers. Siakam volvía a ver el camino abierto hacia el aro y ponía el partido a tres puntos. Quedaban menos de treinta segundos y Kenny Atkinson pedía su último tiempo muerto para poner el balón en juego. Sorprendentemente Strus mandaba un balón dividido que interceptaba Andrew Nembhard y Haliburton sacaba una falta personal con su entrada a canasta suicida. Acertaba con el primer tiro libre, pero erraba el segundo y, tras varios palmeos, el balón volvía a sus manos con diez segundos por delante. El base de Indiana se jugaba un uno contra uno y su tiro de tres puntos le daba la vuelta al marcador. Con un segundo por jugarse, a Cleveland ya no le quedaba capacidad de reacción. En Ohio no daban crédito, los Pacers habían ganado los dos partidos a domicilio. Invitado inesperado: Bennedict Mathurin, Obi Toppin (Pacers)

Fuente: myhighplains.com

El TD Garden no mostraba demasiada preocupación en los instantes previos al primer partido de la serie que les enfrentaba a los Knicks. Sobre todo al juntarse la actitud de sus jugadores on el retorno de Jrue Holiday al quinteto titular. Como era de esperar los ataques sufrían desde el primer minuto para anotar y Jayson Tatum daba las primeras ventajas a Boston, por mucho que con los triples Miles McBride y OG Anunoby buscasen evitarlo. Con una renta mínima para los de Massachusetts, ver a Jaylen Brown intercambiar canastas con Karl-Anthony Towns no parecía la mejor idea aunque, con la tercera falta personal del pivot dominicano, quedaban claras las limitaciones ofensivas neoyorquinas. Jugando en equipo, y medio quinteto titular anotando con facilidad, no sorprendía ver a los Celtics con dieciséis puntos de ventaja al descanso. Tom Thibodeau debía intentar la remontada, sobre todo al ver que Kripstas Porzingis ya no volvería a jugar en el cuadro local. Sin embargo los de Nueva York perdían el balón con facilidad, la diferencia alcanzaba los veinte puntos y el técnico visitante alzaba la voz. Inesperadamente Boston dejaba de acertar con los triples y, como los Knicks sí acertaban, la renta bajaba rápidamente. Joe Mazzulla buscaba evitarlo pero, inexplicablemente, todo eran tiros exteriores, la mayoría sin acierto, y Nueva York llegaba al cuarto final a nueve puntos. El regreso a la pista, tras la parada para reponer energías, dejaba que la intensidad en el juego era neoyorquina y Mazzulla recuperaba el espíritu defensivo de los Celtics para liderar el marcador. El rebote ofensivo se convertía en la mejor forma de anotación para ambos equipos y Jalen Brunson, con dos triples, distanciaba a los Celtics con tres minutos por delante. La contestación local era inmediata, apretaban en defensa y Boston completaba un parcial de siete a cero, en un minuto, que volvía a darles las riendas del marcador. Tatum se empeñaba en un par de triples sin acierto y OG Anunoby dejaba a los Knicks con dos puntos de ventaja entrando en el minuto final. Jrue Holiday aprovechaba un mal entendimiento de la defensa visitante para anotar bajo canasta el empate, Anunoby se jugaba un uno contra uno sin acierto, Tatum erraba el triple y Thibodeau diseñaba una jugada ganadora restando cinco segundos. A Brunson se le salía un tiro a tablero y habría prórroga. El tiempo extra era un recital de palos desde el inicio, cada canasta era un viacrucis y, nuevamente en la pelea, se movía mejor Nueva York. Jaylen Brown convertía un triple que ponía el partido en tres puntos con un minuto para resolver la situación. Los nervios se disparaban sobre la pista, ni las bandejas sencillas entraba y Towns realizaba una ingenuidad haciendo una falta personal en un intento de triple para empatar el partido. Restaban quince segundos y los árbitros consideraban que la falta no era merecedora de otra cosa que un saque de banda a tres segundos del final. Derrick White buscaba a Tatum pero, al no encon trarlo la jugada cambiaba, Jaylen Brown recibía el balón y Mikal Bridges se grapaba al balón, lo tres segundos expiraban y los Knicks se llevaban el primer punto de la eliminatoria. Invitado inesperado: Miles McBride (Knicks)

El TD Garden se mostraba entusiasmado viendo a  Kripstas Porzingis disponible para jugar porque, aunque no saliese de titular, debía ser imprescindible para la victoria de los Celtics. Además su equipo salía a la pista con las ideas más claras que Nueva York y, pese a que su acierto no permitía más, el siete a cero de salida marcaba la senda a seguir. Karl-Anthony Towns hacía los primeros puntos visitantes tras cinco minutos de juego y la diferencia de Boston fluctuaba en torno a los diez puntos en función de su acierto. Ni con los suplentes los Knicks lograban evitar que los locales abriesen el segundo cuarto con once puntos de ventaja. Los neoyorquinos tenían graves problemas para circular y recurrían al pivot dominicano como referencia ofensiva y, como los Celtics no sabían finalizar sus ataques, el acercamiento visitante era un hecho. Sin embargo, como los locales subían la agresividad y, pese a los intentos de Tom Thibodeau por evitarlo, la permisividad arbitral favorecía a Boston. La diferencia se iba a los dieciséis puntos y, Nueva York la dejaba en nueve al descanso, por la mejor versión ofensiva de Josh Hart. Y el paso por los vestuarios rescataba la mejor versión ofensiva de Jayson Tatum. Los balones perdidos volvían a ser un problema para los Knicks, que no se encontraban cómodos y, con un arbitraje casero, la diferencia se acercaba a los veinte puntos y Boston la alcanzaba con una canasta de Porzingis. El técnico del equipo neoyorquino intentaba eludir el quiebre total en el marcador, los balones perdidos cambiaban de banda y, con la energía y el acierto de Miles McBride y Hart, se completaba un parcial de ocho a cero que dejaba el partido en el aire. La docena de puntos era una desventaja que obligaba a Nueva York a encontrar más vías de anotación y Mikal Bridges surgía de las sombras para seguir el ritmo local marcado por el rebote ofensivo y Payton Pritchard. Con la diferencia estable, a seis minutos del final, Joe Mazzulla necesitaba dar instrucciones a los suyos y Jalen Brunson regresaba a la cancha tras un amplio descanso. El ritmo del partido bajaba, a los Celtics les faltaba agresividad en su juego ofensivo, los triples no entraban y, como Bridges encontraba compañía ofensiva en un Brunson fresco. Con el partido a cuatro puntos hiobdaue les daba un respiro a sus jugadores y Brunson ponía por delante a los Knicks faltando dos minutos. El parcial recibido, y el resultado, levantaba la intensidad local pero, pese a ello, Brunson ampliaba la renta entrando en el minuto final. Tatum forzaba una falta para apretar el marcador y Brunson erraba un triple que le dejaba a Boston la posesión final, completa, para resolver el partido. Mazzulla optaba por sorprender, en cuatro segundos Tatum llegaba bajo el aro neoyorquino y ponía al mando a los Celtics al hacer la primera canasta en juego en siete minutos. El técnico visitante también dejaba en manos de su base estrella la decisión final pero, como Jrue Holiday apretaba demasiado, los tiros libres convertidos obligaban a la anotación local restando trece segundos. Tatum amasaba demasiado el balón, se dejaba encerrar por la defensa y, cuando quería sacar el balón fuera, ya no había opción. Boston dejaba su hogar teniendo que remontar un dos a cero en contra. Invitado inesperado: Mitchell Robinson (Knicks)

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