Fuente: totalprosports.com
Tras el séptimo partido, disputado cuarenta y ocho horas antes, se esperaba que los Nuggets llegasen cansados y el Paycom Center pudiese disfrutar de una victoria cómoda para empezar la eliminatoria. Con la cancha a rebosar, y Oklahoma sin acierto exterior, las primeras ventajas eran visitantes; gracias a la facilidad anotadora de sus dos estrellas. Naturalmente en los Thunder también despertaban sus referencias ofensivas y, aunque jugando individualmente, el acercamiento en el marcador era notorio, porque Denver comenzaba a tener dificultades para circular el balón. Al pasarse tres minutos sin anotar en juego el parcial, de diez a cero, ponía a Oklahoma por delante en el marcador de cara al segundo acto. El descanso de Nikola Jokic acrecentaba las dudas del ataque visitante y la diferencia se asomaba a los diez puntos. David Adelman recurría a una zona para atascar a los locales pero, como los triples de los Thunder entraban, sólo el acierto de Jokic permitía recortar la diferencia a la mitad. Sin embargo el pivot serbio no podía mantener el nivel ante el acierto exterior de Luguentz Dort y, con el ritmo del juego más acelerado, los Nuggets veían la diferencia en la decena de puntos al descanso. El partido se había complicado para los visitantes, y se ponía peor al comenzar a regalar el balón en el inicio del tercer periodo para que Alex Caruso pudiese brillar con su defensa. Adelman volvía a dar instrucciones para calmar el juego y, como Mark Daiegnault sentaba a Caruso, Oklahoma dejaba de correr. Las diferencias se mantenían estables, por encima de los diez puntos, gracias al acierto desde detrás de la línea de tres puntos de los locales. Los interiores de ambos equipos sumaban faltas con facilidad pero, como Denver era más agresivo bajo los aros gracias a Russell Westbrook y a sus interiores, la ventaja local se quedaba en cinco puntos al cierre del tercer cuarto. Nuevamente el inicio del cuarto era malo para los visitantes y Jalen Williams doblaba la ventaja local para desesperar a Adelman. Jokic también se desesperaba y se ganaba una flagrante por soltar un codo ante la presión de la defensa local. Era su quinta falta personal y dejaba a los Thunderdon trece puntos de ventaja entrando en los seis minutos finales. Con todo a favor Chet Holgrem también se cargaba con su quinta falta personal, se iba al banquillo y los Nuggets tardaban un minuto en reducir la diferencia a la mitad gracias a Jokic y Jamal Murray. El técnico local buscaba solucionar los problemas ofensivos locales dándole el balón a Shai Gilgeaus-Alexander pero, pese a ello, Jokic dejaba a los de Colorado a un punto entrando en el minuto final. Jalen Williams se iba al choque contra la defensa visitante y daba el balón a Denver, Westbrook no acertaba con el tiro abierto y, aunque el rebote era de Aaron Gordon, este se precipitaba y la posesión era de Oklahoma. El base local metía dos tiros libres para llevar la diferencia a los tres puntos, Jokic también metía los suyos y con una bandeja, a once segundos del final, Gilgeaus-Alexander parecía definir el partido. Aaron Gordon acertaba con otros dos lanzamientos desde la línea de personal y Holgrem debía ser el encargado de cerrar las opciones visitantes con un par de aciertos tras la falta recibida. El Paycom Center veía, con estupefacción, como su pivot erraba los dos lanzamientos de tiro libre, el rebote era visitante; Westbrook abría el balón a Gordon y este metía el triple que ponía a los Nuggets con una ventaja de dos puntos restando tres segundos. Sin tiempos muertos Jalen Williams tiraba desde el medio campo, sin acierto, y Denver se ponía por delante en la serie. Invitado inesperado: Russell Westbrook (Nuggets)
Se esperaba mucho más de los Thunder en el segundo partido y el arranque, pese a que la defensa no lograba frenar al ataque visitante, no era malo. La mejor finalización local iba poniendo en ventaja a Oklahoma, que se aprovechaba de los mejores minutos ofensivos de Isaiah Harstentein. Como además sus compañeros sacaban rendimiento de su gran actividad, la diferencia se acercaba a los diez puntos y David Adelman llamaba a reunión. Daba igual, Nikola Jokic se mostraba incómodo con los contactos de la defensa local y, como los Thunder no fallaban, la diferencia superaba la decena de puntos. Los Nuggets se cabreaban con los árbitros y perdían el control de su juego. Russell Westbrook, que salía del banquillo muy acertado, se ganaba una técnica y, como Oklahoma podía correr, la diferencia superaba los veinte puntos al cerrarse el primer cuarto. Y la dinámica del partido no se alteraba, el ataque visitante sufría y Jalen Williams acercaba la diferencia a los treinta puntos. El acierto exterior de Jamal Murray daba apoyo a la reacción liderada por Westbrook, pero Mark Daiegnault solicitaba un parón; la defensa local subía los contactos, Harstentein se ganaba una técnica por empujar a Jokic y la diferencia superaba los treinta puntos al descanso. La segunda mitad debía tener poca historia, sobre todo viendo como Denver tardaba cuatro minutos en realizar su primera canasta en juego. Los Nuggets se acercaban gracias a los triples aunque, sin continuidad en el tiempo, la diferencia se iba a los cuarenta puntos. Los árbitros castigaban lo notorio y Jokic se iba al banquillo con seis faltas personales mientras los empujones de Harstentein seguían en juego y el Paycom Center celebraba la primera victoria de los suyos en la serie. Invitado inesperado: Desierto (Thunder)
Fuente: heavy.com
El primer partido de la eliminatoria venía marcado por las escasas cuarenta y ocho horas de reposo que habían tenido los Warriors desde la finalización de su enfrentamiento de primera ronda en Houston. Pese a ello el Target Center se mostraba ansioso y tenso y el mejor inicio visitante parecía darle la razón a la afición local. Después de que Buddy Hield tuviese que cambiarse el pantalón, Minnesota salía al partido abusando del esfuerzo de su juego interior y, como las estrellas visitantes no tenían problemas para anotar, los primeros minutos favorecían a los californianos. La respuesta local venía de la mano de un Rudy Gobert dominante en las zonas y de la mejor defensa de los suplentes de los Timberwolves. Stephen Curry rompía un parcial de diez a cero para lograr llegar al segundo cuarto con una mínima desventaja. Cada vez costaba ver más anotación en ambos bandos, Minnesota se pasaba seis minutos sin anotar en juego y Golden State llevaban la diferencia a los dos dígitos; al tiempo que Curry se retiraba a los vestuarios con una lesión para no volver. Chris Finch paraba el partido porque, para sorpresa general, ante una zona los locales no encontraban ni un acierto exterior. Por encima Draymond Green sí acertaba con sus triples y Naz Reid rompía un parcial de diecisiete a cero. A pesar de todo, la precipitación local hacía que los Warriors llegasen con trece puntos de ventaja. La renta visitante era golosa pero, contar con Gary Payton II en el quinteto titular, no parecía suficiente para suplir a la estrella del equipo californiano. Sin embargo Golden State salía la segunda mitad con su mejor circulación de balón y, como Buddy Hield se inspiraba y convertía dos triples, la desventaja de los Timberwolves alcanzaba los veinte pundos. El técnico local buscaba hacer crecer a su ofensiva quitando a Gobert y Reid le agradecía los minutos haciendo el primer triple de su equipo en todo el partido. Esto desperezaba a un Anthony Edwards todavía sin aciertos en los tiros de campo, la estrella local tomaba las riendas del partido y Minnesota se aproximaba en el marcador. Sin embargo el equipo caía en la precipitación y Pat Spencer salía del banquillo californiano para apoyar a Hield con su descaro. Julius Randle volvía a romper un parcial de diez a cero para los Warriors pero, para desilusión del Target Center, la diferencia al empezar el cuarto final era de veinte puntos. Claro que los Timberwolves no iban a abandonar fácilmente, Reid volvía a anotar desde el exterior y Steve Kerr buscaba calmar los nervios visitantes. Servía de poco, Draymond Green cometía su quinta falta personal y los locales lo aprovechaban para buscar el aro constantemente. Sin embargo Minnesota volvía a acelerarse, chocar contra la defensa cerrada no era buena solución a largo plazo y Jimmy Butler se crecía para acompañar la anotación de Buddy Hield. Golden State veía como Edwards no se rendía pero, gracias a dos triples, los Warriors llegaban a los dos minutos finales con trece puntos de ventaja y el partido era para los de San Francisco. Pese a la baja de Stephen Curry, Golden State había ganado a domicilio. Invitado inesperado: Gary Payton II, Pat Spencer (Warriors)
En el Target Center se encontraban muy tranquilos viendo como Golden State recurría a Quinten Post para suplir la baja por lesión de Stephen Curry. Por si fuera poco los Timberwolves salían a por todas, con acierto exterior, y ante un ataque visitante desorganizado, obligaban a Steve Kerr a parar el partido en apenas noventa segundos. La incomodidad ofensiva del equipo californiano se confirmaba con el paso de los minutos; faltaban acercamientos al aro local, Julius Randle pasaba por encima de la defensa y sólo ajustando con una zona Minnesota se frenaba. Jimmy Butler hacía los primeros puntos de los Warriors, tras cinco minutos de juego efectivo y Jonathan Kuminga sería el siguiente visitante en anotar en juego, casi cinco minutos más tarde, al ser casi todo el juego visitante exterior . Así las cosas los Timberwolves vivían muy tranquilos gracias al rebote ofensivo y, como los triples volvían a entrar, la diferencia se acercaba a los veinte puntos. Inesperadamente el ataque de Golden State recuperaba sensaciones y, gracias a eso, el primer cuarto se cerraba con sólo catorce puntos de desventaja. Un periodo donde las defensas apretaban y Draymond Green se ganaba una técnica por estirar de más el brazo al recibir una falta personal. En ese escenario Nickeil Alexander-Walker se volvía importante, especialmente porque Anthony Edwards se iba a los vestuarios tras apoyar mal su tobillo. Con el apoyo ofensivo de Randle, contenían el acercamiento visitante que buscaba Kuminga y la ventaja local se acercaba a los veinte puntos al descanso. El cuarto de hora de parón traía buenas noticias al Target Center, su estrella volvía a la pista y, en los de San Francisco, Kuminga se hacía con la titularidad. Su presencia daba solidez a la defensa visitante, los Timberwolves comenzaban a perder balones y Chris Finch cambiaba a su juego interior y paraba el partido, porque la diferencia bajaba de los diez puntos. La intensidad defensiva de los suplentes subía el nivel, Kuminga descansaba mínimamente y un par de triples de los jugadores de rotación locales llevaba la diferencia a los dieciocho puntos. Kerr se desesperaba al ver como los suyos no circulaba el balón con claridad y .Tracey Jackson-Davies rompía cinco minutos visitantes sin anotación en juego. La escapada se contenía pero, un mal minuto final, con Randle inspirado en el bando local, dejaba a los Warriors con veinte puntos que levantar en el último acto. Minnesota regresaba a la pista de los banquillos con un juego cansado, donde Alexander-Walker se mostraba como el jugador más clarividente sobre la pista. Gracias a él, y a un par de aciertos de las estrellas locales, el Target Center podía celebrar el empate a uno en la eliminatoria. Invitado inesperado: Donte DiVicenzo, Naz Reid, Nickeil Alexander-Walker (Timberwolves)