Fuente: basketballforever.com

En el TD Garden se esperaba que el cansancio, y un Donovan Mitchell tocado, deparasen a Boston un partido sencillo. Y la actitud de los jugadores locales parecía indicar que todo sería así; Jaylen Brown mostraba su versión ofensiva más agresiva y, junto con una defensa que recuperaba el balón con facilidad, eran claves para el despegue local. El parcial, de diez a dos, obligaba a JJB Bickerstaff a dar soluciones al ataque visitante. La respuesta era evidente, su jugador franquicia tomaba todas las decisiones y, un acertado Isaac Okoro con los triples, ponían a los Cavaliers al mando del partido. Joe Mazzulla debía frenar la reacción visitante y los Celtics volvían a buscar el aro contrario para anotar. Con Jayson Tatum y Brown cargando con la responsabilidad ofensiva, y la intimidación de Luke Kornet bajo canasta, la ventaja local era de seis puntos al finalizar el primer cuarto. Eso provocaba los nervios de Cleveland, su ataque se aceleraba y la desventaja se doblaba rápidamente. Pese al tiempo muerto visitante, a los Cavaliers les llevaba cinco minutos conseguir sus primeros puntos del cuarto. El acierto exterior aparecía para salvar la complicada situación de los de Ohio y sólo su excesivo individualismo permitía a Boston mandar por diez puntos al descanso. Una tendencia que se mantenía en el inicio del tercer periodo y los triples de los Celtics llevaban la ventaja local a los catorce puntos. Bickerstaff volvía a recurrir a su jugador franquicia pero Derrick White estaba en racha y, con un triple de Payton Pritchard sobre la bocina, la desventaja visitante era de quince puntos al arrancar el último cuarto. los problemas visitantes eran evidentes, sin acierto de Mitchell el equipo no tenía anotación con continuidad. Regresaba un Brown acertado en el bando local y los triples de los Celtics cerraban el partido, por mucho que Evan Mobley lo intentaba todo. La primera victoria de la serie era para Boston. Invitado inesperado: Payton Pritchard (Celtics)

Tras ganar el primer partido, en el TD Garden esperaban una tarde apacible de baloncesto para terminar de encarrilar la eliminatoria y el arranque de los suyos era igual de bueno. Con un estilo agresivo, en ambos lados de la pista, y acierto exterior, el parcial obligaba a JB Bickerstaff a reparar los daños. La defensa visitante subía un punto la intensidad y Evan Mobley se mostraba protagonista en el ataque para casi igualar el marcador y provocar la reacción inmediata del técnico local. Servía de poco, la determinación de Cleveland era total y no tardaba en mandar en el luminoso con un Caris LeVert encendido desde su salida a la cancha. Junto con Mobley trazaba un parcial de once a cero que rompía Jayson Tatum, con un triple, para llegar al segundo cuarto con seis puntos de ventaja. Por primera vez, en todos los playoffs, los Celtics habían notado la ausencia de Kripstas Porzingis bajo su canasta y salían con otra actitud del banquillo. En menos de dos minutos el técnico visitante llamaba a sus jugadores para reordenarlos. Daba igual, con sus estrellas en el banquillo cada ataque de los Cavaliers era sufrido y el acierto local hacía vibrar al TD Garden al tomar una pequeña ventaja. Nuevamente Bickerstaff debía intervenir en el partido para recomponer su quinteto titular y, como Boston ya no podía seguir el alto ritmo anotador, al descanso se llegaba con empate en el marcador y preocupación entre el público local. El estupor del TD Garden iba en aumento al ver que, tras dos minutos, su técnico tenía que parar el partido. Mobley se hacía dominador de la zonas y los triples de Darius Garland y Donovan Mitchell rompían el partido. Joe Mazzulla volvía a ir a la mesa al ver la diferencia asomarse a la decena de puntos. Las faltas personales obligaban a descansar a Mobley pero, para desilusión de la afición local, la defensa y un Mitchell acertado desde el exterior permitían a Cleveland contar con una docena de puntos de ventaja para administrar en el último cuarto. Unos doce minutos donde los visitantes se jugaban buena parte del partido y Bickerstaff no tardaba ni noventa segundos en reintegrar al juego a su pivot titular. Su presencia asustaba a los Celtics y Mitchell llevaba la diferencia hasta los dieciséis puntos provocando el enfado en Mazzulla. El problema ya no era el juego local, el problema era ver como la confianza se había extendido a todos los Cavaliers. Bastaban un par de triples de Max Strus para apagar cualquier intento local, con veinte puntos de desventaja el TD Garden se despedía de la victoria. La serie se iba a Ohio con empate a uno. Invitado inesperado: Caris LeVert, Tristan Thompson (Cavaliers)

Fuente: nydailynews.com

Los Pacers se presentaban en el Madison Square Garden con los ánimos disparados y su acierto exterior marcaba las primeras diferencias a su favor. El problema era que, en cuanto faltaba ese acierto, Jalen Brunson encontraba la forma de poner a Nueva York por delante. Josh Hart se implicaba cada vez más en el juego neoyorquino y la ventaja local crecía. Rick Carlisle buscaba dotar a su ataque de un mejor movimiento de balón con TJ MCConnell pero, como no siempre se acertaba con la finalización, los Knicks conservaban una escasa renta para encarar el segundo cuarto. Un cuarto donde Indiana sí encontraba en Isaiah Jackson la finalización que buscaba y, como los neoyorquinos no elegían bien sus posiciones de tiro y perdían el balón con facilidad, la ventaja era visitante. Los exteriores de los Knicks cargaban con toda la responsabilidad ofensiva ante la constante anotación de los interiores visitantes. Eso propiciaba que la ventaja de los Pacers se acercase a los dos dígitos y la esperanza del público del Madison Square Garden renacía con un triple desde el medio campo de Isaiah Hartenstein. El descanso reactivaba la defensa de los Knicks y Pascal Siakam se quedaba corto para contestar el acierto de Josh Hart. La igualdad era total y Carlisle frenaba el juego. Myles Turner cobraba protagonismo y Donte DiVicenzo se mostraba imparable para la defensa visitante. Era inevitable que, en cuanto los triples visitantes no entraban, la ventaja era para Nueva York. Salían los suplentes de Indiana con otra energía y con la dirección de TJ McConnell se ponía con siete puntos de ventaja. DiVicenzo  ponía el partido a dos puntos pero, con un triple de Turner sobre la bocina, los Pacers tenían una renta de cinco puntos para el último cuarto. Unos doce minutos que se abrían con un OG Anunoby muy agresivo y acertado pero, ante el juego de conjunto visitante, la desventaja de Nueva York volvía a acercarse a los diez puntos. Tom Thibodeau buscaba dar recursos para anotar a su equipo, Jalen Brunson se echaba al equipo a la espalda y, a pesar de un Aaron Nesmith en su mejor momento del partido, la reacción local era imparable. Gracias a Josh Hart se igualaba el partido y los Knicks seguían el ritmo anotador visitante en función del acierto de su base estrella. La defensa neoyorquina apretaba y los visitantes acababan por meterse en problemas para mantener la posesión del balón. Con un parcial de nueve a cero, la ventaja era neoyorquina pero, tras un tiempo muerto visitante, era Indiana quien recuperaba el balón para empatar el partido entrando en el minuto final del partido. DiVicenzo acertaba con un triple a cuarenta segundos para terminar, Siakam colocaba el partido a un punto y Brunson perdía el balón ante la presión visitante. Los Pacers tenían el balón pero, para sorpresa general, los árbitros solucionaban el problema a los Knicks pitando una falta en un bloqueo y la posesión era para los locales. Andrew Nembhard cometía el error de hacer una falta personal antes de ponerse el balón en juego. El tiro libre ponía a los neoyorquinos con dos puntos de ventaja y, como sólo restaban doce segundos, la falta obligada permitía a Brunson asegurar la primera victoria para los Knicks. Invitado inesperado: Desierto (Knicks)

El Madison Square Garden estaba dispuesto a dejarse la voz para apoyar a los suyos en el segundo partido de la serie y no defraudaba el inicio de los Knicks. A base de buscar el aro contrario con decisión, y aprovechando la falta de contundencia para proteger su aro de Indiana, la iniciativa era neoyorquina y Rick Carlisle paraba el partido. Un parón que no funcionaba porque, mientras los locales metían los triples, Indiana no. La diferencia superaba los diez puntos y el técnico visitante volvía a intervenir en el partido. Los suplentes visitantes salían con otra energía a la pista, y otro acierto exterior, para redondear un parcial de once a cero que dejaba en nada la escapada local. Nueva York buscaba calmar el juego,  conseguía asentar su ataque y el primer cuarto finalizaba en igualdad. El segundo acto no variaba el juego de ambos equipos, que iba a por el aro contrario con todo pero, mientras que los Knicks no encontraban acierto al chocar contra la defensa, en los visitantes se repartía más el juego aprovechando esa insistencia. Como quiera que los triples de los Pacer entraban , los neoyorquinos tenían que parar el partido porque la diferencia alcanzaba los seis puntos y Tom Thibodeau tenía que dar instrucciones porque Jalen Brunson  se había ido a los vestuarios y no iba a volver, de momento. Sin embargo Ben Sheppard y Tyrese Haliburton no erraban con los triples y en Nueva York respiraban con alivio al ver que, con la mejor versión de Donte DiVicenzo, el equipo llegaba al descanso a diez puntos. El público del Madison Square Garden volvía a los asientos, tras coger su refrigerio, lleno de esperanza. Sobre la pista estaba Jalen Brunson y eso sólo podía augurar cosas buenas. Especialmente cuando DiVicenzo hacía ocho puntos consecutivos que levantaban el ánimo de la afición, sus compañeros le seguían y se levantaban los temores de Indiana. En cinco minutos de partido los Knicks le habían dado la vuelta al marcador y Rick Carlisle buscaba ordenar a sus jugadores. Los árbitros cobraban protagonismo con sus no decisiones, mientras que OG Anunoby se iba a los vestuarios por puro desgaste. Los Pacers recuperaban el ánimo, Obi Toppin comenzaba a aprovechar las debilidades neoyorquinas y el partido se ponía a un canasta de diferencia. Lo que nadie esperaba era que, con el minuto final del tercer cuarto, Brunson se despertase para poner a los Knicks con ocho puntos de ventaja de cara al último periodo. Un cuarto que se abría con la mejor versión de conjunto de los visitantes, TJ McConnell se multiplicaba para poner el partido a un punto y Tom Thibodeau solicitaba una charla con sus jugadores. Los triples daban aire a Nueva York y su oponente no metía tiros libres importantes en un partido de distancias cortas. Con una desventaja de siete puntos de desventaja el técnico visitante intervenía en el juego para calmar los nervios. No servía de nada, ante un público enardecido DiVicenzo acertaba con un triple casi finiquitaba el partido. Carlisle se indignaba con los árbitros por anular una decisión ya tomada y Brunson aseguraba la victoria tras la expulsión del técnico visitante por sus protestas. La eliminatoria se iba a Indiana con un dos a cero para los Knicks y muchas inquietudes en ambos bandos. Invitado inesperado: Precious Achiuwa (Knicks)