Playoffs NBA 2024: Semifinales de conferencia en el Oeste. Capítulo I

Fuente: wearegreenbay.com

El Paycom Center estaba a rebosar, nadie se quería perder el primer partido de las semifinales de conferencia y, como nadie quería perder, las defensas de ambos equipos brillaban. Así, mientras Luka Doncic cargaba con el peso ofensivo del conjunto visitante, en Oklahoma encontraban múltiples opciones ofensivas. Así nadie podía despegarse en el marcador y, como los suplentes de los Mavericks también sabían jugar en equipo, los doce minutos de arranque se cerraban con un empate en el marcador. El paso por los banquillos despertaba la versión más acertada con los triples de Aaron Wiggins y las estrellas del equipo tejano sufrían para mantener el ritmo de anotación local. Por encima PJ Washington hacía su tercera falta personal, el partido se aceleraba y los balones perdidos provocaban que, con un parcial de ocho a cero, los Thunder obligasen a Jason Kidd a frenar la descomposición visitante. Como quiera que los tiros abiertos de Dallas no entraban, y que Shai Gilgeaus-alexander y Chet Holgrem estaban a su mejor nivel, la ventaja local rozaba los diez puntos al descanso. La reflexión en los vestuarios llevaba a los Mavericks a equilibrar su ataque, con un parcial de doce a cuatro volvían situarse en la pelea por el partido. Mark Daigneault sabía que debía mejorar los espacios del ataque de Oklahoma y retiraba de la pista a Josh Giddey. El efecto era inmediato, los triples locales, y su buena actividad defensiva, obligaban al técnico visitante a dar algunas instrucciones porque la desventaja estaba en la decena de puntos. La mala racha ofensiva de Dallas se rompía tras cuatro minutos sin anotar en juego y, pese a que los triples locales entraban y su base seguía acertado, los tejanos sobrevivían a diez puntos cuando se iniciaba el cuarto final. Un periodo donde brillaba Kyrie Irving y Jalen Williams tenía que responder con su calidad ofensiva. La defensa local comenzaba a usar las manos para recuperar balones y la ventaja de los Thunder llegaba a los quince puntos. El tiempo muerto de Jason Kidd servía de poco, su equipo no tenía acierto para poder remontar ante el acierto exterior local. Un parcial de quince a dos, que llevaba la diferencia por encima de los veinte puntos, propiciaba la rendición de los Mavericks. En Oklahoma celebraban su primera victoria en la eliminatoria. Invitado inesperado: Aaron  Wiggins, Jailyn Williams (Thunder)

En el Paycom Center esperaban que los Thunder siguiesen la buena racha pero, para sorpresa general, la iniciativa era visitante. Luka Doncic marcaba un alto ritmo anotador con su acierto exterior y su dirección de juego ante unos jugadores locales desconcertados y poco agresivos. El trece a dos encajado llevaba a Mark Daigneault a meter a un Jaylin Williams muy inspirado y más despierto en defensa. La ventaja visitante se reducía y Jason Kidd pedía un tiempo muerto para ajustar. La reacción local continuaba hasta apretar mucho el marcador, pero bastaba la inspiración de Doncic y PJ Washington para permitir otro despegue de Dallas y el técnico local, ahora sí, paraba el partido. El parcial, de ocho a cero, lo rompía Shai Gilgeaus-Alexander, aunque no impedía que los Mavericks abriesen el segundo cuarto con cuatro puntos de ventaja; por mucho que Chet Holgrem hubiese metido una canasta sobre la bocina. Un periodo donde los Mavericks aprovechaban el mal balance defensivo local para anotar y Daigneault debía realizar una llamada de atención a sus jugadores. Servía de poco, el acierto exterior visitante llevaba la desventaja local hasta los diez puntos con un parcial de nueve a cero y Doncic no frenaba. Con trece puntos para levantar en Oklahoma se activaban las alarmas, la defensa local se activaba el acierto exterior cambiaba de bando. El público se ponía en pie y, en medio de la remontada, su base se ganaba una técnica bastante tonta y Josh Green lograba que Dallas mantuviese seis puntos de ventaja para la segunda mitad. El intermedio sentaba bien a los Thunder, los triples entraban y, viéndose por detrás en el marcador, Jason Kidd buscaba dotar de una mejor organización a su equipo. La defensa tejana ya no permitía tiros abiertos y, sin Doncic en pista, Hardaway Jr se convertía en la referencia del ataque de los Mavericks para llevar la diferencia visitante hasta los ocho puntos. El técnico local intentaba dar soluciones a los suyos pero, con el ataque atascado y el regreso de Doncic para llevar el ataque tejano, los Thunder tenían que levantar diez puntos en el último cuarto. Las opciones locales pasaban por la defensa y Doncic se las arreglaba para contener el acercamiento de Oklahoma en el arranque. Daigneault debía ajustar la defensa, las estrellas tomaban los mandos de los ataques y la selección de tiro marcaba las diferencias. Las estrellas locales forzaban las situaciones y Dallas repartía mejor su juego con sus secundarios. A dos minutos para el final la energía local se acababa y la serie se iba a Texas con empate a uno. Invitado inesperado: Josh Green, Tim Hardaway Jr (Mavericks)

Fuente: clutchpoints.com

Los Timberwolves se presentaban en el Ball Arena con un técnico cojo, pero dispuesto a dirigir a los suyos hasta el final y el equipo respondía de manera contundente. La intimidación de Rudy Gobert hacía daño, los balones perdidos aparecían en Denver y Anthony Edwards y los triples de Karl-Anthony Towns propiciaban un parcial de doce a dos que rompía el partido. Mike Malone paraba el partido y, aunque ajustaba la defensa local, el ataque sufría. Pese a todo bastaban unos minutos de precipitación visitante para darle la vuelta al marcador con un parcial de once a cero y el tiempo muerto se hacía necesario. Nikola Jokic y Michael Porter Jr eran los protagonistas de la reacción local pero, como entraban los suplentes, la aportación del banquillo visitante bastaba para mantener muy cerca en el marcador. Con todo en el aire se abría el segundo cuarto y eso parecía acentuar el nerviosismo de Minnesota pero, como los locales volvían a sufrir cuando se acercaban al aro rival, los de Colorado seguían mandando en el partido. El técnico visitante intervenía para dar más peso en su ataque a Edwards que, con sus mejores minutos ofensivos del partido, hacía que los Nuggets sólo contasen con cuatro puntos de ventaja al descanso. Tras el paso por los vestuarios en el cuadro local se veía, con esperanza, el despertar de Aaron Gordon y Jamal Murray, ellos, y un siempre sólido Jokic, tenían que contener el intento de acercamiento capitaneado por Towns y Mike Conley. Mike Malone quería frenar la aportación del pivot, pero eso suponía dejar más liberado al principal anotador de los Timberwolves y, como Conley seguía mostrando su mejor versión ofensiva, Edwards, a pesar de ganarse una técnica bastante tonta, conseguía poner a los visitantes por delante para encarar el último acto. Un cuarto donde sorprendía ver a Jokic descansando, aunque la buena aportación de Murray, y su facilidad para encontrar a Gordon, ponía por delante en el marcador a Denver; porque en los visitantes el principal arma ofensiva era Naz Reid. El técnico local reintegraba a su jugador franquicia a la pista tras su reposo, pero Edwards le quitaba protagonismo y  Minnesota abría un pequeño hueco que, tras un tiempo muerto de Chris Finch, Reid solidificaba con siete puntos consecutivos. La diferencia, de seis puntos, era escasa y las estrellas de los Nuggets buscaban el acercamiento pero, con el acierto exterior de Reid, y la presencia en las zonas de Gobert, los visitantes llegaban a los tres minutos finales manteniendo la distancia. Como quiera que el cansancio hacía mella, y que Edwards seguía intratable, a Denver no le quedaba otro remedio que rendirse. Los Timberwolves se llevaban el primer partido de la eliminatoria. Invitado inesperado: Naz Reid (Timberwolves)

Pese a la derrota en el primer partido, el Ball Arena se mostraba confiado de cara al segundo, sobre todo al ver que Minnesota no contaba con Rudy Gobert y su sustituto era un Kyle Anderson menos poderoso. Sin embargo los primeros minutos mostraban a un Karl-Anthony Towns muy suelto en ataque y Nikola Jokic tenía que cargar con la responsabilidad ofensiva local para mantener el ritmo de anotación. Sin embargo el pivot serbio se cansaba y tenía que surgir Aaron Gordon para cubrir esa falta de anotación, porque Jamal Murray se estrellaba contra la defensa contraria una y otra vez. Esa debilidad de la estrella local era castigada por el ataque de los Timberwolves, que anotaban bajo el aro contrario con facilidad y provocaban la histeria de un Mike Malone sobrepasado por la permisividad arbitral en los contactos. El tiempo muerto local, y la presencia de jugadores de banquillo, permitía la intervención del técnico visitante para ajustar la defensa; los dos contra uno a Jokic provocaban balones perdidos en los  Nuggets y, pudiendo correr, la ventaja visitante se acercaba a los diez puntos cuando se cerraba el primer periodo. El segundo acto se presentaba fundamental para las aspiraciones locales y, como siempre, era el momento de que Jokic se tomase su descanso. El problema era que los contactos constante desesperaban a un Murray tocado físicamente y Minnesota aprovechaba el acierto exterior de Towns para doblar su ventaja gracias a un parcial de ocho a cero. El técnico de Denver buscaba introducir a su pivot estrella para mejorar el ataque local, Murray hacía su primera canasta en el partido para romper la sequía de puntos de los suyos pero, como cualquiera acertaba con los triples en los visitantes, el Ball Arena la tomaba con el arbitraje. Los Nuggets se iban del partido, Anthony Edwards llevaba la diferencia visitante por encima de los veinte puntos y, pese al tiempo muerto de Malone para sostener a los suyos, los balones perdidos ante una defensa activa de manos, dejaba en veintiséis los puntos a remontar en la segunda mitad. El cuarto de hora de parón no evitaba que Denver mantuviese sus problemas para controlar los balones perdidos. Ni la cuarta falta personal de Jaden McDaniels, y su salida a los vestuarios, evitaba el despegue visitante, donde cualquiera podía meter un triple. A pesar de los intentos de Jokic la diferencia superaba los treinta puntos y Aaron Gordon se llevaba una técnica de pura impotencia. Sólo el bajón de acierto con los tiros de tres puntos, y cierta relajación defensiva de Minnesota, permitían a los Nuggets hacer un parcial de ocho a cero que levantaba al Ball Arena. Sin embargo sus opciones se diluían por su propia precipitación y ver la diferencia por encima de los veinte puntos al abrirse el último cuarto era un golpe moral. Y lo peor es que esos nervios se seguían mostrando en su ataque tras el paso por los banquillos, Reggie Jackson se iba a los vestuarios lesionado del tobillo y un par de triples de las estrellas visitantes dejaban a Denver sin opciones. Los Timberwolves se iban a casa con un dos a cero a favor y opciones de finiquitar la serie ante su afición. Invitado inesperado: Naz Reid, Nickeil-Alexander Walker (Timberwolves)

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