Una vez más, el Real Madrid ha demostrado su condición de animal competitivo que le ha caracterizado en la era de Pablo Laso. Ni la marcha de Campazzo, ni las lesiones ni el cansancio acumulado han impedido otra lección de rendimiento excelso cuando toca. No estaba nada claro que fuera favorito ante Valencia Basket, que llegaba en una buena racha de triunfos y juego, pero redujo a la mínima expresión a un rival que decepcionó enormemente en un partido donde debía dar un paso adelante. Buena parte del triunfo radicó en la fabulosa actuación de dos jugadores secundarios, aunque por talento y cualidades serían la figura principal en muchos equipos de Euroliga. Deck disputó su mejor partido en el Real Madrid, convertido en una pesadilla en cada corte por la zona. Sólo falló un lanzamiento de dos, sólo un error en sus continuos ataques sobre el aro de Valencia Basket. Jamás entendí que algunos seguidores que dicen ser madridistas le tildaran de paquete desde que llegó cuando su progresión es evidente año tras año. Quizá le echen de menos la próxima temporada, ya que su futuro está lejos de Madrid. Por otro lado, Thompkins demostró que no es solo un jugador de enorme clase y muñeca fina, sino que sabe fajarse cerca del aro cuando se empeña. Bien lo sufrieron los pívots rivales, impotentes para defender en el último cuarto a un jugador que está firmando otra temporada notable. Dos jugadores que no han centrado los focos mediáticos en su trayectoria en el Real Madrid, pero muy importantes siempre que se les ha necesitado. Hombres de talento enrolados en papeles secundarios, una de las características de los triunfos del equipo blanco en la última década.

CB Canarias 87 – Burgos 76: El debutante Burgos no salió atenazado en su estreno en la Copa del Rey, pero su acierto inicial se fue diluyendo con el paso de los minutos. Aunque las entradas hacia canasta le mantuvieron por delante, todo cambió tras la regañina de Vidorreta a sus jugadores, ya que no estaba contento con la escasa intensidad de un primer cuarto que transcurría sin apenas faltas señaladas. El tiro exterior fue la clave para que CB Canarias tomara el mando en el encuentro. Tres triples de Salin contrarrestar el dominio inicial de Burgos y otro más de Cavanaugh puso al conjunto aurinegro por primera vez delante en el marcador. Ya no tuvo freno el demoledor acierto en el perímetro de CB Canarias, que le endosó a Burgos un 16-2 de parcial que le permitía controlar el encuentro con claridad (28-17, min 10). Burgos reaccionó con robos de balón y atacando en transición, pero acabó confundiendo la velocidad con el tocino. La precipitación frenó la remontada y su rival recuperó de inmediato una ventaja superior a los diez puntos. No se quedaría ahí el despegue del equipo lagunero, ya que el acierto en el tiro de tres no cesaba. Especialmente inspirado estaba Salin, que contestaba al juego exterior de Burgos con más triples. El tirador finés acabó la primera parte con 18 puntos y cinco triples en su haber. Un tormento que persiguió a los de Peñarroya durante los primeros veinte minutos. CB Canarias llegó al descanso con un espectacular 10/13 en triples, un porcentaje increíble que, sin embargo, no bastó para romper el partido debido a las nueve pérdidas de balón que acumuló el conjunto de Vidorreta en los dos primeros cuartos.

Fuente: eldorsal.com

Burgos llegaba vivo al descanso, lo que le concedía la oportunidad de volver a la pista con las ideas más claras. Defendió mucho mejor el tiro exterior rival al comienzo del tercer cuarto y la exitosa brega de Kravic cerca del aro le sirvió para ponerse a tiro tras un 2-9 de inicio (53-51, min 23), pero el despertar de CB Canarias, con un triple de Doornekamp y un 2+1 de Shermadini (12 puntos, 5 rebotes, 18 de valoración), acabó con la remontada. No lo digirió bien Burgos, que empezó a precipitarse en demasía. Para colmo, su rival dominaba con claridad el rebote y aumentaba su ventaja de manera imparable. Se veía alicaídos a los jugadores de Joan Peñarroya, a un paso de bajar los brazos tras encajar un duro 16-0 que le ponía el partido en chino (69-51, min 28). Burgos estaba pagando la novatada en la Copa y por mucho que se agarró al triple para seguir con vida, lo cierto es que le faltó paciencia en ataque para inquietar a un contrincante muy sólido, que aprovechaba el rebote ofensivo para sumar y controlaba el ritmo del partido. Fitipaldo (18 puntos, 6 asistencias, 19 de valoración) ponía la puntilla a su ex-equipo, que acudió a una zona 1-2-2 como recurso desesperado. Consiguió frenar el ataque lagunero durante unos momentos, pero a Burgos le faltó acierto en los minutos finales. Ni siquiera sacaba gran provecho de los tiros libres. Vidorreta ya pensaba en la semifinal y en repartir minutos para el sábado. A su equipo le costó menos de lo esperado avanzar ronda, pero es consciente que el próximo duelo encerrará mucha mayor complicación.

Real Madrid 85 – Valencia Basket 74: Sin Randolph para toda la temporada, Taylor y Garuba fuera de combate, Llull renqueante y Laprovittola recién repuesto del coronavirus. Muchas contratiempos en el Real Madrid antes de empezar un duelo muy duro sobre el papel, aunque Valencia Basket tampoco podía contar con Derrick Williams, Vives y San Emeterio. Muchas ausencias, pero que no restaban atractivo al partido más interesante de cuartos de final. Para Laso llegó otro más cuando Tavares cometió su primera falta en el primer ataque rival, un 2+1 de Van Rossom. No quiso tomar riesgo y le sentó de inmediato, a riesgo de que el equipo se le cayera como pasa en muchas ocasiones. La sorpresa estuvo en el sustituto: Felipe Reyes, que apenas ha jugado esta temporada. El capitán no está para recitales a su edad, pero nunca rehuye la oportunidad de echar una mano. Encajó en el engranaje como todas las demás piezas en un primer cuarto excelso del Madrid. El rebote ofensivo le puso por delante, ayudando a un juego basado en el tiro exterior por encima de todo. En defensa, borró a un rival negado en el perímetro y que tampoco anotaba en la zona, como si Tavares no estuviera sentado en el banquillo. Todo se reducía al tiro libre, que se convirtió incluso en la mitad de su anotación al comienzo del segundo cuarto. Para entonces, ya estaba desbordado por un rival que bordaba el baloncesto. Alocén ofreció una dirección madura y efectiva, a la altura de la confianza adquirida en las últimas semanas. Por su parte, Deck (23 puntos, 6 rebotes, 22 de valoración) hizo un daño tremendo posteando y alimentó aún más las miserias de Valencia Basket.

Fuente: 20minutos.es

Un triple de Thompkins nada más comenzar el segundo periodo colocaba el encuentro al borde de la ruptura cuando apenas habían transcurridos diez minutos (32-17, min 10). El equipo taronja no se encontraba nada cómodo y seguía peleado con el tiro exterior. Pasaron quince minutos hasta que Marinkovic anotó el primer y único triple de Valencia Basket en la primera mitad, aunque a los de Ponsarnau les salvó una mejoría defensiva, que permitió que anotara con algo más de frecuencia. En cambio, el Madrid empezaba a estar mosca con la diferencia de tiros libres favorable a su rival, con el añadido de que no fallaba ninguno. A trancas y barrancas, Valencia Basket iba camino de llegar vivito y coleando al descanso (40-33, min 17), pero estropeó su remontada con un tramo final estrambótico en el segundo cuarto. Prepelic se enredó en malos tiros que no venían a cuento en una fase de desconcierto que coronó con una técnica por sacar la pierna en un lanzamiento de tres. Tal disparate encontró por castigo los triples de Rudy y Llull, que proporcionaron al equipo blanco una ventaja muy cómoda al descanso ante un rival decepcionante (49-34, min 20). Y eso que Tavares sólo había jugado un minuto en la primera parte. La ventaja no relajó a un Real Madrid muy concentrado y que borró a Valencia Basket con las continuas ayudas en defensa, que ya sumaba la intimidación de Tavares. El equipo blanco jugaba a placer, rompía a su rival con transiciones que amenazaban con finiquitar el partido muy rápido (59-38, min 23). Se estaba repitiendo la misma historia que en las semifinales de 2020, el mismo paseo y sin Campazzo como cerebro del atropello.

Fuente: cadenaser.com

Sin embargo, el Madrid desapareció unos minutos de la pista y estuvo cerca de meterse en un buen lío. Llegaron malos tiros que dieron alas a un Valencia Basket que parecía muerto poco antes. Seis puntos de Prepelic iniciaron la reacción del conjunto de Ponsarnau, que pronto se hicieron ilusiones viendo la efectividad de un incisivo Van Rossom (16 puntos, 3 asistencias, 18 de valoración) que encontró muchas facilidades para entrar hacia canasta. Laso tenía motivos para inquitarse, ya que los cinco minutos sin anotar habían costado un parcial de 0-15 y que Valencia Basket se metiera de nuevo en el partido, pero a su rival le faltó sangre fría para aprovechar la ola buena. Volvieron los errores y continuó el desatino en el tiro exterior, lo que le dio aire al equipo blanco por mucho que Kalinic (14 puntos, 6 rebotes, 18 de valoración) tratara de mantener dentro del encuentro a su equipo. El Madrid tuvo claro que había que buscar a Deck, un puñal cada vez que cortaba por la zona y que siempre sacaba algo cuando atacó el aro de Valencia Basket. Mantuvo la diferencia estaba entre los ocho y diez puntos hasta que fue sustituido por Thompkins (23 puntos, 4 rebotes, 22 de valoración), el otro martillo pilón en el último cuarto. Llevó por la calle de la amargura a Tobey y Labeyrie, incapaces de seguir los movimientos del ala-pivot madridista dentro de la zona. Además, Valencia Basket entró pronto en bonus en el periodo definitivo y Thompkins estuvo muy fiable en el tiro libre. Se le acababa el tiempo y el aire, asfixiado por una defensa que le apagó lentamente (80-64, min 37). No había ganas de entrar en la zona, donde esperaba Tavares amenazante, y cuando circulaba por fuera aparecía Rudy por todas partes para ensuciar el ataque. Aunque los triples empezaron a entrar en los últimos dos minutos, ya era tarde. Al Madrid le bastó con alargar sus ataques para gestionar con tranquilidad la recta final de un encuentro en el que volvió a demostrar su infinita capacidad competitiva.

Y DIGO YO…:

• Contra Valencia Basket, Laso se convirtió en el entrenador que más partidos ha dirigido al Real Madrid. Superó a Lolo Sainz, que le felicitó por vídeo al final del encuentro y le sirvió de guía en el Olimpo del banquillo del equipo blanco, que ambos ocupan junto a Pedro Ferrándiz. Aún no ha renovado ni le han presentado una oferta para ampliar su contrato, lo que choca con el palmarés y la competitividad que atesora el equipo blanco bajo sus órdenes. Confío que se le ponga remedio próximamente.
• Mucho se hablado de la carga de minutos que acumula Tavares desde hace meses, pero en el debut en Copa apenas sumó veinte en todo el encuentro, la cifra más baja del pívot de Cabo Verde en mucho tiempo, y su equipo apenas notó que pasara en blanco prácticamente todo el primer tiempo. Llega el momento de pelear por los títulos y se presenta la oportunidad de dosificarle sin esperarlo. Curiosidades del baloncesto.
• Valencia Basket es uno de los mejores equipos en el tiro de tres de la Liga ACB, donde promedia más de un 40% de acierto, y que supone su principal arma en su juego ofensivo. La noche aciaga en el triple condenó a un equipo que no fue capaz de aprovechar la racha de doce victorias ligueras consecutivas y que ofreció una decepcionante falta de carácter. Por imagen y resultado, puede ser el mayor fiasco de esta Copa salvo sorpresa mayúscula en la jornada del viernes.
• Shermadini y Huertas son los señalados como los pilares del juego de CB Canarias, pero el equipo lagunero tiene mucho más que esta pareja tan productiva. Llegó al parón liguero como el equipo con mejor porcentaje en el tiro de tres y lo confirmó de nuevo en su eliminatoria contra Burgos. Acabó con un 50% en triples, pero, al descanso, los números reflejaban un arrollador 10/13 que allanó el camino hacia el triunfo. Mal harían sus rivales si se centran en desactivar a los dos referentes de Vidorreta.
• En las imágenes desde el dron que ofreció la retransmisión de Movistar, impactaba la imagen solitaria de la plaza de Felipe II y la calle Goya. Conozco bien el ambiente en los alrededores del Palacio de los Deportes antes de un partido de baloncesto y me entristece un ambiente tan frío y desangelado, rayando en la depresión. Como dijo Diegol en la Bitácora, sin el público la Copa pierde ese sabor tan especial que caracteriza al torneo. Algún día llegará el fin de la pesadilla, pero se ve tan lejano aún.