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Los Heat se presentaban al segundo partido con muy malas sensaciones tras la primera derrota y, por encima, no podían contar con Bam Adebayo y Goran Dragic por lesión. Su lugar era ocupado por Tyler Herro y Meyers Leonard y los cambios en el quinteto incial se notaban rápidamente. El juego angelino dominaba las zonas y la única defensa del equipo de Florida venía dado por su acierto exterior. Pese a que la zona de Miami se cerraba bien, el equipo de Los Angeles dominaba el partido. Erik Spoelstra recurría a Kelly Olynyk para abrir el campo en ataque pero, ante el acierto exterior de los Lakers, resultaba insuficiente para poder seguir el ritmo; al finalizar el primer cuarto la desventaja era de seis puntos.

Tras el paso por los banquillos se repetía el problema ofensivo en los Heat. Se jugaba demasiado por fuera de la zona y, además, el equipo comenzaba a precipitarse. Los Lakers no desaprovechaban la ocasión y, con los triples entrando, la ventaja angelina superaba los diez puntos. Spoelstra pulía la circulación de balón y ajustaba la defensa. Jugando en equipo, Miami se colocaba a cuatro puntos. En esta ocasión tenía que reaccionar Frank Vogel, subiendo el nivel defensivo, y con Rajon Rondo mostrando sus cualidades para la dirección de orquesta, los Lakers llegaban al descanso con una cómoda renta de catorce puntos.

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El tercer periodo se antojaba decisivo y no sorprendía ver a las estrellas angelinas tomar el mando ofensivo de su equipo. Sus decisiones individuales se refrendaban con aciertos, especialmente de Anthony Davis, y la ventaja angelina crecía hasta casi las dos decenas porque Miami sólo contaba con los triples para presentar oposición. Olynyk volvía a intentar presentar batalla con dos triples y despertaba a Herro. Entre ambos, y pese a que el rebote ofensivo mantenía a los californianos, Rondo (con dos triples) permitía a los Lakers llegar al desenlace del partido con diez puntos de ventaja.

Llegaba el periodo final y Jimmy Butler tomaba la responsabilidad del ataque de los Heat. Kendrick Nunn le acompañaba y los angelinos encontraban los triples de sus secundarios para mantener su ventaja. Un manotazo de LeBron James a Andre Iguodala desperezaba a la estrella de los Lakers. En un escenario de ataques centelleantes y mucho errores el mayor físico angelino se imponía. El dos a cero en la serie ponía muy complicada la situación para Miami. Invitado inesperado: Rajon Rondo, Alex Caruso, Kyle Kuzma (Lakers)