FINAL FOUR EUROLIGA 2018: Final. El reinado más épico

Real Madrid campeón Euroliga 2018

El Real Madrid regresa al trono del baloncesto europeo tras conquistar su Décima. Ya sea la vieja Copa de Europa o la joven Euroliga, el equipo blanco suma más que nadie. Un triunfo memorable que tendrá un capítulo especial en la historia de la sección de baloncesto del Madrid. Superó todo tipo de lesiones y contratiempos para conseguir una clasificación épica para la Final Four. Llegaba a Belgrado en el mejor momento pero sin atesorar el favoritismo tras todo lo pasado en una campaña llena de malas pasadas. Sin presión y con orgullo y fe ilimitada en sus posibilidades, no le importó quien tuvo enfrente. Ya fuera el gran potentado económico del balonesto europeo, CSKA Moscú, o el campeón de la pasada temporada, Fenerbahçe. Ni el gran cazador Obradovic pudo evitar el éxito mayúsculo del Real Madrid. Un triunfo que pone en justo valor la dimensión y trascendencia del equipo blanco en la exitosa etapa de Pablo Laso en el banquillo. También el técnico se eleva a los altares tras realizar su mejor gestión de plantilla en una temporada. Tiene su parte de responsabilidad en el décimo reinado del Madrid en Europa. El más épico de su historia.

FINAL:

Fenerbahçe 80 – Real Madrid 85: Todo dispuesto para la pelea final en Belgrado. ¿O era Estambul? 10.000 aficionados turcos en las gradas convertían a Fenerbahçe en local, como si jugara en su propio pabellón. El ambiente adverso era otro rival más para el Real Madrid. No tardó Fenerbahçe en imponer el tipo de partido que le interesaba. Ritmo lento, duelo físico. La segunda falta temprana de Vesely era un problema inesperado para Obradovic pero no lo aprovechó el Madrid. Ayón no estaba nada fino. Ni siquiera era capaz de superar a Kalinic, un alero. Duverioglu pasó por encima del pivot mexicano en los primeros minutos. Mala señal que un pivot inexperto y con rol muy secundario en el equipo turco estuviera haciendo tanto daño. Su segunda personal fue un alivio para el Madrid que no se encontraba cómodo y dejaba todo en manos de Doncic. El joven prodigio era muy consciente que estaba ante su última oportunidad para lograr el título europeo antes de emprender el sueño americano. Doncic (15 puntos, 4 asistencias, 3 rebotes, 17 de valoración) aparecía por todas partes y mantenía a flote al Madrid, empeñado en volver a desperdiciar tiros libres como en semifinales. Extrañamente no recurría al tiro exterior. Cuando puso los ojos en él encontró el camino hacia la lucidez. Los triples le permitieron dar la vuelta al marcador. El equipo de Laso movía bien el balón para sacarlo hacia fuera, a la línea de tres. Buenos lanzamientos que sembraron las dudas en Fenerbahçe. No le funcionaba a Obradovic la dupla Sloukas-Dixon en la dirección. El Madrid crecía a ojos vista. Muy activo Rudy, en especial en defensa. El buen trabajo atrás le asentó en el encuentro. Incluso empezaba a correr. Muy peligroso para Obradovic. Le preocupaba más que el 2-14 de parcial encajado (17-25, min 11). El poderío de su plantilla le permite encontrar soluciones en cualquier parte. Apareció Melli al rescate. Siete puntos seguidos que levantaron a Fenerbahçe. No ha hecho una temporada brillante pero en la final lució su mejor versión, la que le convirtió en uno de los jugadores más codiciados del baloncesto europeo. Metía todo. El Madrid buscaba atacar a Vesely, aprovechar sus problemas de personales, pero empezó a fallar entradas a canasta y se enredó en la defensa rival. Fenerbahçe defendía sin cometer personales. Esta circunstancia le permitía volver a ponerse por delante. Wanamaker y Sloukas formaron una pareja de bases mucho más efectiva. Trabajo y acierto para que Fenerbahçe se marchara dos puntos arriba al descanso (40-38, min 20).

Llull rodeado por defensores de Fenerbahçe

Fuente: eurosport.com

El Real Madrid entendió que debía bajar al barro. Era momento del cuerpo a cuerpo, de saltar a la pista con el cuchillo entre los dientes. Agresividad para dar un serio aviso al defensor del título. 0-7 de salida en el que ya quedaron claras las señas de identidad del equipo blanco en el tercer cuarto. Causeur empezó muy inspirado. Felipe Reyes iniciaba un trabajo de brega bajo aros muy valioso. La cuarta falta de Duverioglu evitaba que se repitiera el factor sorpresa de los primeros minutos. Sí se calcó el argumento para salir del bache. Melli volvió a tirar de Fenerbahçe, formando una buena sociedad de Wanamaker. La conexión de Brose Basket en acción. Pero no fue suficiente. Causeur (17 puntos, 2 rebotes, 2 asistencias, 21 de valoración) estaba espectacular, se convirtió en el principal argumento ofensivo. Sus penetraciones hicieron mucho daño. También lo infligió el acierto en el tiro de tres de los jugadores madridistas. 8/13 en triples que aumentó la confianza de los hombres de Laso. Asentados por delante en el marcador, amargaron la vida a Fenerbahçe con una defensa de manual. Causeur dejó seco a Sloukas. Rudy aparecía por todas partes. Las ayudas de Doncic bajo el aro resultaban fundamentales. La presencia de Tavares condicionó el ataque turco. Sembró el pánico, asustó incluso a Vesely. Toda solución giraba entorno a Melli (28 puntos, 6 rebotes, 27 de valoración). Si Fenerbahçe seguía en pie era porque el italiano estaba de dulce. El único jugador al que no podía desactivar la defensa madridista. Pero sus compañeros se empeñaban en complicarlo todo. Una falta antideportiva estúpida de Vesely, al que no le salía nada, le costó cinco puntos a Fenerbahçe. Tiempo muerto de Obradovic que estaba perdiendo el control del encuentro (61-71, min 34). El Real Madrid le estaba ganando en su propio terreno, con sus normas. Superaba de largo en agresividad. Atacaba con fiereza el rebote ofensivo. Las capturas en ataque estaban resultando claves. No temblaba la muñeca en el tiro libre. La defensa continuaba firme y sólida. No se le podía escapar la final (71-80, min 38) pero se complicó con la presión alta, la medida desesperada de Fenerbahçe. Dos pérdidas de balón costaron dos personales de Doncic. La cuarta y la quinta. Doncic tendría que vivir desde el banquillo los últimos segundos. Wanamaker (14 puntos, 5 rebotes, 5 asistencias, 3 robos, 25 de valoración) no falló desde el tiro libre. Bobby Dixon añadió mayor incertidumbre con un triple tras fallar un tiro libre Carroll. No era momento para errar. Los nervios se hacían notar. Causeur fallaba el primer tiro libre. Miedo. Tampoco acertó con el segundo. Se acercaba un final dramático pero apareció por sorpresa Thompkins (10 puntos, 5 rebotes, 18 de valoración) para palmear. Fue la acción decisiva. Obradovic sonreía irónico. Melli estuvo tierno para cerrar el rebote, tapar el hueco por el que entró Thompkins. Aunque Melli anotó rápido bajo el aro la remontada exigía un milagro. Causeur ya no haría concesiones. Se resarció en los siguientes dos tiros libres. Un tapón del francés a Sloukas puso el punto y final. No se podía escapar el título. La Décima era una realidad. El Real Madrid conseguía su Euroliga más heroica tras una temporada llena de piedras en el camino.

Euroleague Final Four Final - Real Madrid vs Fenerbahce Dogus Istanbul

Fuente: antena3.com

3º Y 4º PUESTO:

CSKA Moscú 77 – Zalgiris 79: Nunca es plato de buen gusto disputar el partido por el tercer puesto. Ya no digo a un equipo del corte de CSKA, diseñado para ser campeón de Europa pero que se está acostumbrado demasiado a disputar este encuentro. Zalgiris se lo podía tomar con mayor motivación. No en vano no se sabe, cuándo regresará a la Final Four. Sin embargo salió tan frío y tímido como en semifinales. Demasiadas pérdidas de balón. Higgins también comenzó el partido tan inspirado como el viernes. Dos triples seguidos del escolta estadounidense dieron comienzo al dominio inicial de CSKA (11-4, min 3). Jasikevicius no tardó en mirar el banquillo. Micic (15 puntos, 4 asistencias, 4 rebotes, 16 de valoración) serviría de revulsivo. Base de poderoso físico que creó muchos problemas penetrando hacia canasta. Un parcial de 0-8 le sirvió a Zalgiris para reaccionar. El CSKA volvió a adelantarse gracias al tiro exterior pero se empeñó en desperdiciar demasiados tiros libres. Vaya diferencia con las semifinales en este apartado. Zalgiris aprovechó las concesiones. Udrih conectó bien con Kavaliauskas en la zona. Buena movilidad de balón que le permitía recuperar el mando. El segundo cuarto comenzaría con mucha precipitación. Zalgiris acabó pescando en río revuelto. Aprovechó los errores de un rival demasiado tendente al individualismo. CSKA continuó su penar por el tiro libre. Acabó con 5/12 la primera mitad. Un porcentaje espantoso que añadió mayores problemas al equipo ruso. Hunter (14 puntos, 8 rebotes, 25 de valoración) trató de reducir diferencias ante la falta de idea colectiva de juego. CSKA pudo acabar el segundo cuarto de forma espectacular. Kulagin anotó un triple desde medio campo que fue anulado por pasos. Muy claros, por cierto. Zalgiris se marchaba por delante al descanso y dejando mejores sensaciones (35-41, min 20). Se multiplicaron en la reanudación. Zalgiris salió con mucho mayor vigor que su rival en el tercer cuarto. Sacó tajada del rebote ofensivo para ampliar la diferencia con rapidez. Los aleros realizaron un trabajo magnífico. Ulanovas y Toupane firmaron un cuarto brillante y efectivo. Jankunas (15 puntos, 5 rebotes, 17 de valoración) sí estuvo a la altura. Nada del jugador tímido e irreconocible de semifinales. Itoudis no encontraba soluciones para un equipo bloqueado, a la deriva. Todo su juego se reducía a acciones individuales que resultaban estériles. Los dos bases de Zalgiris, Pangos y Micic, hicieron lo que quisieron. CSKA apenas anotó dos tiros libres en casi siete minutos. Para entonces había encajado un parcial 2-19 que le encaminaba a recibir una humillación (37-60, min 26). Alguno se lo tomó muy mal. Hines se llevó una antideportiva tras un feo bloqueo a Micic. El partido se endurecía innecesariamente. No había motivo para ello en un partido sin trascendencia y decidido antes del último cuarto. Victor Ruud aprovechó sus minutos para lucir muñeca. Rebajó la diferencia por debajo de los 20 puntos pero parecía lucimiento personal puro y duro. Sin embargo los suplentes de CSKA consiguieron reducir diferencias. Fridzon y Antonov complicaron mucho la vida en defensa a Zalgiris que comenzó a regalar balones con una facilidad pasmosa. Se complicó la vida de forma inexplicable. Entre el desconcierto surgió Mikhail Kulagin, jugador marginal en la plantilla. Revolucionó el partido en los últimos minutos. Dos triples del base pusieron el partido al rojo vivo a falta de un minuto. Un tiro libre más puso el 77-79 a falta de 39 segundos. Un partido muerto revivía. El final de partido iba a tener emoción. Acabó en una sucesión de pifias. Pangos y De Colo perdieron el balón de manera absurda. Micic buscó una bandeja a aro pasado, una decisión arriesgada que no salió bien. Más aún el triple de Kulagin en carrera. Pedrada infame cuando quedaba tiempo para pensar otras opciones. Davies añadiría más leña al fuego del desconcierto fallando dos tiros libres. Zalgiris desperdiciaba la oportunidad de sentenciar el partido pero apenas le quedaba tiempo a CSKA más que para intentar un tiro muy lejano. El triple de Antonov quedó lejos de rozar siquiera el milagro. Pese a complicarse la existencia Zalgiris lograba el tercer puesto de la Euroliga. Un premio para una gran temporada.

Mate de Micic

Fuente: capitaldeporte.com

Y DIGO YO…:

  • Doncic, MVP de la Euroliga y de la Final Four. Con 19 años es campeón de todo en Europa y atesora los grandes menciones individuales. El verano pasado logró el oro europeo con Eslovenia. En Belgrado llegó a lo más alto en el Viejo Continente con el Real Madrid. No hay comparación posible con mitos pasados. Nada más le queda por hacer aquí. La NBA le espera con los brazos abiertos.
  • En la bitácora comentamos ayer que desde el banquillo se podía desequilibrar la final. El Real Madrid encontró un filón en él. Causeur, el jugador para todo, se convirtió en el anotador inesperado. Tavares sembró el terror con un interminable envergadura. Thompkins añadió pelea en el rebote a su inagotable clase. El propio ala-pivot representa el éxito de la gestión del curso con una transformación enorme. Con su rendimiento Randolph empieza a ser prescidible.
  • A Laso siempre se le ha considerado, servidor incluido, un tipo inteligente que sabía lo que tenía entre manos pero no uno de los grandes de la pizarra en Europa. Esta temporada ha reclamado su sitio en el Olimpo. Gestión impecable de la plantilla que ha permitido llegar al Madrid en su mejor momento a Belgrado. Decisiones de maestro en el banquillo con las que ha superado a gurús como Itoudis o el mítico Obradovic. Ya es un nombre mítico en club. A la altura de Pedro Ferrándiz y Lolo Sainz.
  • La pasada temporada Fenerbahçe acabó quinto la Liga Regular, superó a Panathinaikos en cuartos de final con factor campo en contra y se proclamó campeón. El Real Madrid repitió exactamente el mismo camino para lograr su décima Euroliga. Círculos. Ha vuelto a quedar claro que la importancia de la Liga Regular es relativa. Las castañas se juegan a partir de abril.
  • El gran éxito en Belgrado no debe cegar la perspectiva en el club blanco. La segura marcha de Doncic y la edad de parte importante del núcleo duro de la plantilla exige una progresiva renovación para evitar que esta plantilla acabe como un producto pasado de fecha. En especial apremia la ausencia de un alero de primer nivel europeo, un puesto clave en el baloncesto moderno. Pero para esto ya habrá tiempo a su debido momento. Aún queda otro reto más por delante.

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