Playoffs NBA 2018: Final de conferencia en el Este. Capítulo I

A.Horford

El sol asomaba entre las nubes, para dar la bienvenida a las finales de conferencia. Además de un clima halagüeño, Boston presentaba alguna sorpresa para iniciar la serie. Brad Stevens se había decidido por incorporar a Marcus Morris al quinteto titular, en lugar de un pivot más rocoso como Aron Baynes. El alero sería el encargado de marcar a LeBron James pero, situarse con dos faltas personales en tres minutos, no auguraba mucho futuro a su presencia en la pista; pero su técnico lo mantenía en la pista. La defensa local se mantenía firme ante un ataque lleno de acciones individuales, ante las grandes dificultades que encontraba para ver a un tirador libre. Mientras, los Cavaliers sufrían para defender su propia canasta, sobre todo para contener a un Al Horford muy activo, y la diferencia superaba las dos cifras. El parcial era de diecisite a cero en cuatro minutos, gracias a la constante búsqueda del aro de Jaylen Brown. Bajo estas circunstancias, la segunda falta personal de Kevin Love se convertía en dramática para los visitantes. Su ataque pasaba a encabezarlo la estrella de Akron, pero sus compañeros se mostraban pasivos en defensa y ataque. Sólo Tristan Thompson y Rodney Hood se ofrecían para acompañarle ofensivamente, pero no era suficiente con una defensa tan frágil. Cleveland daba las gracias porque, con los suplentes, el ataque local se relajaba. Pese a ello, los de Massachusetts contaban con casi veinte puntos de ventaja tras los doce minutos iniciales. El segundo acto, con LeBron descansando, mostraba una mayor actividad en el ataque visitante. El problema era que venía de un abuso del bote y las posiciones de tiro eran demasiado forzadas; permitiendo a Horford mostrarse como un excelso protector de la canasta. Pese a ello, el atasco local al no poder superar a la pareja interior de los de Ohio, permitía a la estrella de los Cavaliers volver al partido con una mejor situación en el marcador. Su presencia en la pista dejaba dos consecuencias; una, los Celtics tenían muchos más problemas para anotar con la presencia de tres jugadores altos para proteger la zona, y dos, LeBron notaba los menores espacios para atacar el aro local. Como la ventaja local aumentaba ligeramente, gracias al acierto de Jayson Tatum, Tyronn Lue retiraba de la pista a un Thompson ya cansado. Los espacios ofensivos mejoraban, pero la defensa volvía a permitir demasiado sin el pivot. Jaylen Brown y Marcus Smart se hacían grandes para proteger la zona, los Cavaliers se aceleraban buscando triples con el defensor encima y la ventaja local se acercaba a los treinta puntos al anunciarse el final del cuarto. El merecido descanso no cambiaba nada en el equipo local; seguía siendo una formación compacta en defensa, que sacaba partido de su superioridad en la zona. Sin embargo, Cleveland si mostraba otra actividad defensiva y, ofensivamente, no se centraba tanto en un tiro exterior tan tapado. Poco a poco el cansancio comenzaba a aparecer, las rotaciones defensivas locales llegaban tarde y Stevens daba un respiro a sus jugadores con un tiempo muerto. Boston volvía a subir la intensidad y la ventaja se mantenía en torno a las dos decenas de puntos; pese a que los Cavaliers comenzaban a anotar triples. LeBron comenzaba a desesperarse y se iba a descansar, antes de lo habitual, para buscar la remontada en el último cuarto. Para alivio del alero, su equipo aprovechaba el bajo ritmo del minuto final para ponerse a catorce puntos. Sin embargo, apenas setenta segundos de juego, rompían las esperanzas visitantes y obligaban al tiempo muerto de Cleveland. La mayor agresividad local permitía completar un siete a cero de parcial y llevar la diferencia por encima de los veinte puntos. Los Cavaliers comenzaban a jugar individualmente, Tatum y Smart castigaban con puntos fáciles y la primera victoria de la serie era de los Celtics. Invitado inesperado: Marcus Smart, Aron Baynes (Celtics)

T.Rozier

Una tormenta se había desatado sobre la ciudad, mientras los Celtics calentaban en los instantes previos al segundo partido de la eliminatoria. Enfrente se veía a un LeBron James muy concentrado, la imagen de Cleveland no había sido buena durante gran parte del partido inicial y tenían que dejar claro que no todo iba a ser tan fácil. Para eso lo primero era impedir las canastas bajo su aro de Boston, de modo que no sorprendía ver a Tristan Thompson de titular. Los primero minutos dejaban claro la nueva imagen de los de Ohio; la defensa se mostraba más compacta, el ataque se distribuía mejor y encaraban la canasta con más frecuencia. Las distancias eran mínimas y LeBron comenzaba a asumir más responsabilidades. Los verdes trataban de dificultar sus acercamientos atacando el balón en el bote, pero no era suficiente porque la estrella visitante acertaba desde el exterior. Comenzaba a verse una ligera diferencia en el marcador, que Al Horford intentaba controlar volviendo loco a Tristan Thompson. Tyronn Lue frenaba el acercamiento local con un tiempo muerto y la reacción se convertía en un espejismo. Con el ataque de los Celtics sufriendo para anotar, y con diecinueve puntos de la estrella visitante, una tormenta asolaba el TD Garden. Sólo el acierto de Jaylen Brown permitía a los de Massachusetts ver el partido a cuatro puntos tras el primer cuarto. Y, tras un revolcón de Larry Nance Jr y Aron Baynes por quedarse un rebote, el segundo capítulo de esta historia se abría con una nube pasajera sobre la pista. La salida desde el banquillo de Kyle Korver rompía los esquemas de Brad Stevens y daba aire a Cleveland hasta que regresaba del banquillo la tormenta. Pese a la entrada en pista de LeBron, el escolta visitante seguía inspirado en el tiro y se convertía en la referencia ofensiva. Jayson Tatum mantenía el ritmo del ataque local local pero, en cuanto el acierto exterior local bajaba, comenzaba el despegue de los Cavaliers; que ponían una decena de puntos a su favor. LeBron encontraba el apoyo de Kevin Love para ello y,  pese a que tenía que irse a los vestuarios tras un encontronazo con el hombro de Jayson Tatum (que suponía la tercera falta personal del jugador de Boston), su equipo mantenía siete puntos de ventaja para la segunda mitad. Pese a un apagón de cinco minutos sin anotación en juego, Boston llegaba vivo al tercer cuarto, gracias a unos segundos de inspiración de Marcus Morris y Marcus Smart. Con esa imagen de resurrección, retornaba el orgullo verde a la pista. El equipo salía con las ideas más claras en ataque, pero Cleveland mantenía el partido bajo control castigando la defensa de Tatum. La entrada en pista de Aron Baynes dotaba a la defensa local de una mayor agresividad y obligaba al tiempo muerto visitante. LeBron comenzaba a acaparar tiros, y errores; la tormenta comenzaba a descargar sobre las cabezas de los jugadores visitantes, se llamaba Terry Rozier. Los Celtics igualaban el marcador, Morris gritaba a la boca de Thompson y la doble técnica hacía rugir al pabellón. Los visitantes no encontraban otra solución que LeBron; los triples no entraban, los gritos de defense se extendían por la cancha y el base local se iba como un rayo para machacar la canasta visitante. El tiempo muerto de Lue no frenaba a los verdes; Baynes se convertía en un factor incontrolabale y Rozier daba siete puntos de ventaja a Boston para el acto final. El paso por los banquillo no frenaba a los de Stevens, la agresividad local sólo permitía un minuto de reposo a LeBron; la ventaja de Boston llegaba a los dos dígitos. El cansancio provocaba cada vez más errores, y el rebote ofensivo se convertía en la principal forma de anotación. La estrella de Akron conseguía acercar a los Cavaliers a seis puntos, pero la llamada a la calma de Stevens funcionaba. Los árbitros no medían igual los contactos en ambos lados de la pista, JR Smith se enfadaba y empujaba a Horford en el aire; la falta flagrante le costaba muy cara a su equipo. Con nueve puntos consecutivos, el pivot dominicano devolvía el aliento a la afición local. Cleveland había perdido la concentración en el juego y era incapaz de levantar ni un tiro; los Celtics volaban hacia Ohio con el dos a cero en la eliminatoria. Invitado inesperado: Aron Baynes, Marcus Smart, Semi Ojeleye (Celtics)

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