Cuando uno ve un WE THE NORTH enorme recorriendo la grada de un partido de baloncesto en Toronto debe entrar en shock, y eso fue lo que le ocurrió a los jugadores de los Heat en los minutos iniciales de la eliminatoria. O tal vez fuese la inclusión de Norman Powell en el quinteto titular por Patterson, lo que provocaba balones perdidos en los de Florida. Da lo mismo, las primeras ventajas eran canadienses con un Valanciunas dominador ante Whiteside. Por encima DeRozan estaba con confianza y Whiteside se iba a los vestuarios tras un resbalón que le dejaba tocada la rodilla. Por suerte los exteriores de Miami comenzaron a responder y empataban el partido al final del primer cuarto. El segundo periodo era de alternancia hasta la entrada de los titulares, Whiteside incluído. Parecía que el pivot estaba marcando territorio hasta que los Raptors comenzaron a interceptar los pases que le buscaban. Entonces Spoelstra decidió sacarlo de la pista pero, pese a ello, necesitó un tiempo muerto para poner orden y conseguir frenar a Terrence Ross. Sin embargo Toronto respondía desde el interior y era necesario el regreso del gigante. Los Heat llegaban al descanso con una mínima desventaja al descanso gracias al acierto de Goran Dragic y la intimidación del pivot. El descanso no calmó el buen momento del base esloveno y, junto con Wade, daba respuesta a un DeRozan recuperado para la causa. Puesto que el escolta era el único que anotaba en los canadienses, y a Dragic le salía todo, Miami llegaba al último cuarto con cinco puntos de ventaja. Una ventaja que crecía hasta los diez puntos gracias al acierto de Joe Johnson y Dragic. Kyle Lowry y Cory Joseph levantaban el ánimo local con un par de buenas acciones cada uno y se ponían a cuatro puntos. Los d Florida se apoyaban en la experiencia de Wade mientras DeRozan despertaba de su letargo. Al minuto final se llegaba con una canasta de diferencia en favor de los Heat, tras una bandeja de Joseph. Wade abría a la esquina donde Dragic se relamía para poner a los suyos con cinco puntos a favor con cuarenta segundos por jugar. Toronto chocaba en dos ocasiones contra la defensa y la falta a Johnson ponía a Miami a distancia de dos triples con menos de medio minuto por jugar. Lowry fallaba un triple acelerado, los Heat perdían el balón sin sacar de banda por unos pasitos de Deng y Joseph dejaba otra bandeja para poner a cuatro puntos a los Raptors. Todavía quedaban veinte segundos de locura; Josh Richardson metía los lanzamientos desde la línea tras la falta obligada, Toronto fallaba un triple pero tenía otra oportunidad y faltando seis segundos Ross si convertía el triple. Si antes Deng había sido incapaz de poner el balón en juego sin cometer una violación, ahora lo lanzaba al hueco y los jugadores se rebozaban sobre el sudor de la pista. Se pitaba falta de Richardson pero Ross sólo  metía un tiro libre, Whiteside cogía el rebote y metía un tiro libre para dejar a su equipo tres puntos por encima restando tres segundos. Saque de fondo sin ambición que casi se le escapa a Lowry, en su desesperación lanza una bomba altísima desde el mediocampo que acaba entrando. Había prórroga pero durante cuatro minutos Miami jugó con el aplomo que da la experiencia mientras los Raptors se habían quedado sin energía tras verlo perdido. Estaban a ocho puntos con noventa segundos por disputarse, no había realizado ni un punto en toda la prórroga y Casey intentaba solucionar el atasco. Faltando treinta segundos se ponían a cuatro puntos por un fallo defensivo visitante, Richardson fallaba un tiro libre y permitía que una canasta de Valanciunas situase a distancia de triple, nuevamente, a Toronto restando diez segundos. La posesión era visitante pero Deng volvía a dar un mal pase que Wade no daba controlado. Por suerte para él Wade estaba atento al exceso de bote de DeRozan en la posesión definitiva. Robo y bandeja que decidían el primer punto de la serie en favor de Miami. Invitado inesperado: Josh Richardson (Heat)

Lowry tenía mucho que demostrar tras el desatre de primer partido que había jugado y pronto se notó que estaba en mejores condiciones. Quedarse tirando tras la derrota hasta medianoche le había dado confianza, pero el realmente inspirado en el inicio del segundo partido de la serie era DeRozan. Gracias a él Toronto encontraba puntos para contrarrestar la anotación sencilla que recibía bajo su canasta. De repente los Heat se pusieron a perder balones y los canadienses no desaprovecharon la ocasión de ponerse por delante. Pese al tiempo muerto de Spoelstra Miami no paraba de regalar el balón, Joe Johnson anotaba la primera canasta en juego visitante en tres minutos y los Raptors no desaprovechaban la ocasión de irse mandando al final del primer cuarto por diez puntos. La bronca en el banquillo solucionaba el problema ofensivo visitante pero ahora los Heat se mostraban débiles en defensa, especialmente con Terrence Ross. Por encima los de Florida veían como Wade arrastraba el pie tras una caída. Por suerte no era grave, Whiteside conseguía aguantar a su equipo y Wade volvía a tiempo de poner a los suyos a siete puntos al descanso. Apenas había arrancado la segunda parte cuando Dragic cometía su cuarta falta personal, parecía que a Miami nada le funcionaba pero apareció Joe Johnson para apretar el marcador. Sin embargo Casey no tuvo que llamar a sus chicos, Carroll castigó un par de malas decisiones visitantes y era Spoelstra quien pisaba el freno. Los canadienses se agarraban a un fallón DeRozan y Wade aprovechaba para poner a los Heat al mando de cara al último cuarto. Casey les recordó algo en el banquillo, les recordó que podían acercarse al aro e incluso buscar a su pivot. Siendo más agresivos consiguieron ponerse por delante y sembrar las dudas en el bando visitante. Dragic solucionaba el problema con su mejor versión de dirección de juego y Miami entraba en los seis minutos finales con siete puntos a su favor. Wade regresaba a pista, Valanciunas podía con Whiteside y los Heat no metían tiros cómodos. El acercamiento local era constante e imparable. Faltando dos minutos Ross empataba el partido y DeRozan ponía con cuatro puntos de ventaja a los suyos con menos de un minuto por jugar. Wade metía un triple, Lowry respondía con una canasta faltando quince segundos y la posesión era visitante. Dragic clavaba un triple abierto y el último intento local se lo comió enterito Lowry aguantando demasiado el balón. Si en el primer partido Toronto se atascó durante cuatro minutos de prórroga, en esta ocasión le tocó a Miami. Cuatro minutos de acciones individuales ponían a los Raptors con seis puntos de ventaja para el minuto final. Una distancia que los canadienses administraron desde el tiro libre para acabar empatando la eliminatoria a uno. Invitado inesperado: Terrence Ross (Raptors) 

Si los Hawks querían ganar el primer partido de su serie contra Cleveland debían tener algún otra arma ofensiva que Bazemore. Sobre todo porque el acierto exterior local era descomunal en los primeros minutos y Buldenhozer tenía que parar el partido. Teague tomaba más responsabilidades aunque no siempre acertase y las diferencias se manejaban entre los cinco y los ocho puntos. Sin embargo los interiores seguían desaparecidos, los Cavaliers aceleraron a base de triples en el minuto final del cuarto y la ventaja local se quedaba por encima de los diez puntos al sonar la bocina. El cambio de cuarto le sentó bien a Atlanta porque, pese a no tener acierto, el balón circulaba mejor y los tiros eran liberados. Las diferencias se mantenían y sólo la aparición del mejor Schroder daba aire a los Hawks de cara a la segunda parte. Lo más interesante de la segunda mitad era ver que los interiores visitantes despertaban, aunque también debemos nombrar la flagrante de JR Smith como algo destacable. Pese a todo ello Cleveland ampliaba las distancias hasta un nivel muy cómodo porque los triples seguían entrando y podían correr. Sin embargo en algún momento tenía que decaer el acierto local y fue en los últimos momentos del tercer cuarto. Como además se sumó el acierto en ese momento de Mike Scott y Dennis Schroder los nervios se disparaban en la grada. Atlanta se presentaba al último cuarto a cuatro puntos. Medio cuarto aguantaron los Hawks el partido en vilo. Millsap y Schroder castigaban cada balón perdido por los Cavaliers e Irving sacaba su mejor versión para dejar el marcador en empate tras seis minutos de juego. Restando cuatro minutos JR Smith despertó a Cleveland con un triple. Un parcial de diez a cero enmenos de tres minutos cayó sobre Atlanta. La defensa local había subido en intensidad, Love y James habían cargado con el peso en ataque y como los Hawks no acertaban desde el exterior se llevó el partido. El primer punto de la serie era para los de Ohio. Invitado inesperado: Richard Jefferson (Cavaliers)

En el primer minuto del segundo partido de la eliminatoria ya había una novedad, Korver anotaba una canasta para los Hawks. JR Smith contestaba con un tiro que daba dos veces en el aro para terminar entrando. Era una señal pero nadie en Cleveland sabía lo que iba a suceder, sobre todo porque Atlanta anotaba muy fácil y los Cavaliers no. Sin embargo esas sensaciones duraron tres minutos; la defensa local se activaba, los de Georgia perdían balones y los triples en transición le daban la vuelta al marcador. Buldenhozer solicitaba un parón porque Cleveland había cogido ritmo. La reacción visitante duró dos minutos;  más balones perdidos, más tiros fallados y, sobre todo, más triples encajados en transición. Los locales llegaban con quince puntos a su favor al segundo cuarto. Un periodo que transcurrió con el mismo guión; timidez de inicio, balones perdidos y vendaval de triples a la contra. Lo único que faltó fue la defensa blandita de los Cavaliers en los primeros minutos. Y como no apareció la diferencia al descanso superaba los treinta puntos. La segunda parte se resume en una frase: Cleveland consiguió batir el récord de triples en la historia de la NBA. En definitiva, la eliminatoria llegaba a Atlanta con dos a cero para los de Ohio. Invitado inesperado: Channing Frye (Cavaliers)