LUGARES ACB PARA EL RECUERDO (III): EL EQUIPO DE LA SIERRA

primer plantilla Collado Villalba

No nos movemos de la Comunidad de Madrid para continuar con el serial. Varios han sido los equipos madrileños que formaron parte de la máxima categoría del baloncesto español pero sólo uno estaba radicado en la sierra, el CB Collado Villalba. Representante de un localidad de 20000 habitantes en los años 80, nada que ver con el más del triple que moran en la actualidad en Collado Villalba que le han convertido en una de las poblaciones de referencia en la sierra madrileña. Durante años, en especial a finales de la década de los 80 y principios de los 90, tuvo su presencia en la ACB donde se dejó notar por su pequeña cancha, registros anotadores de jugadores americanos que ahora parecen de otra galaxia o por la efímera incursión en el mundo de la canasta de Jesús Gil. Un recorrido muy intenso en unos pocos años.

Los duros comienzos.

Aunque en Collado Villalba ya existía algún equipo, a la historia del club se le puede dar comienzo en 1984, con la histórica plata de Los Ángeles muy viva aún en el recuerdo de los aficionados del baloncesto. Los problemas económicos que atravesaba el Atlético de Madrid provocaron el cierre de la sección de baloncesto. En la temporada 1983-84 había logrado el tercer puesto en Primera B que valía el ascenso a la incipiente ACB. Quedaba una plaza vacante en la máxima categoría del baloncesto español. El alcalde de Collado Villalba, Carlos Julio López Jiménez, aprovecha el tirón del baloncesto para dar a conocer la localidad serrana comprando la plaza que le correspondía al Atlético. No sería la última vez que el equipo colchonero se cruzaría en el camino del club. Se abría un proyecto ilusionante para Collado Villalba pero que debía ser creado desde la nada. Sin medios, sin estructuras, sin patrocinio ni cantera debía construirse un equipo que pudiera competir en ACB. Tuvo que formar una plantilla deprisa y corriendo echando mano de cesiones, jugadores libres, entre ellos algunos que terminarían siendo ilustres como Orenga o Juan Ramón Marrero, una institución en Collado Villalba y Gran Canaria, y algún jugador local. También se contrató la primera pareja de extranjeros del club, los estadounidenses Ben McDonald y Leonard Mitchell que fueron las grandes referencias del equipo en su primera temporada en la élite.

El debut se produjo el 23 de septiembre de 1984 en casa, en una cancha de apenas 2000 espectadores que no contaba ni con parqué, ante el Caja de Ronda. Derrota por la mínima, 82-83, que albergaba esperanzas de mostrarse mínimamente competitivo. Nada más lejos de la realidad. Collado Villalba fue un enemigo asequible para casi todos sus rivales, entre ellos el Barça que compartió grupo en la primera fase con el equipo villalbino. Sólo logró dos triunfos, en casa ante Licor 43 y Español, y ocupó el último puesto del grupo impar. No mejoró sus prestaciones en la segunda fase. Otras dos solitarias victorias en el grupo A-2, una de ella la primera a domicilio contra el Español, y se vio abocado a buscar la única plaza de salvación en los playoffs por la permamencia. En la primera eliminatoria le esperaba un duelo de rivalidad regional contra el Cajamadrid, que había disputado la Copa Korac aquella temporada. Logró forzar el tercer partido tras imponerse en el segundo encuentro en casa pero no tuvo opciones en el choque decisivo disputado en Alcalá de Henares, vapuleado por 104-77. El sueño del baloncesto de élite en Collado Villalba se había esfumado en apenas un año. Sin medios, sin cimientos y sin historia previa no era factible la permanencia entre los grandes. El descenso a Primera B le daba la oportunidad de comenzar a crecer como club en una categoría más acorde a su realidad.

Bancobao Villalba

Fuente: cronicasvillalbinas.blogspot.com

Tras un año de transición y asentamiento, CB Collado Villalba se convirtió en uno de los equipos a seguir en Primera B. El patrocinio de Bancobao le supuso una estabilidad económica. La presencia de Pedro Antonio Martín Marín, directivo del Real Madrid con Luis de Carlos y futuro secretario de estado para el deporte de 1996 a 1998, facilitó la llegada de jugadores con los que no contaba el equipo madridista como el veterano Luis Mari Prada o el junior Juan Carlos Barros. También llegaron descartes de Cajamadrid, Gaztañaga y Sautu, Guillermo Hernangómez (padre de Willy y Juancho) y nuevas parejas de estadounidenses. La formada por Floyd Allen (que sustituyó a Jeff Allen) y Dan Caldwell, procedente del Caja de Ronda, ofreció un buen rendimiento en la temporada 1986-87, en especial Caldwell que se mostró como un anotador muy seguro. El equipo no se apeó de la parte alta de la tabla, liderándola en las últimas jornadas ligueras. Era vital lograr el primer puesto porque un cambio a mitad de temporada de la política de ascensos a la ACB (el desmadre organizativo viene desde sus orígenes) redujo las plazas de ascenso de tres a dos: una para el campeón y otra a disputar en un playoff como quedó sellado en un pacto entre caballeros entre los clubes ya que la ACB ofrecía la plaza al segundo clasificado o al equipo mejor clasificado que aceptara si mediaran renuncias. Tras derrotar en Alcalá de Henares en un derbi caliente a Cajamadrid, con apedreamiento a los autobuses de los aficionados de Collado Villalba incluido, en la penúltima jornada a CB Collado Villalba le bastaba derrotar en casa a Elosúa León para certificar el soñado ascenso. Sin embargo la fiesta prevista en su cancha acabó en un baño de lágrimas. El tiro postrero errado por la gran estrella, Caldwell, en el último segundo frustró el ascenso que acabó en manos de Caja de Ronda. Tocaba buscar la otra plaza en un playoff tras renunciar a la plaza de ascenso ya que Collado Villalba no deseaba romper el pacto alcanzado entre todos los equipos que disputan Primera B. Sin embargo Cajamadrid sí estuvo dispuesto a saltárselo a la torera y aceptar la plaza de ascenso que debía corresponder al segundo clasificado así que el equipo villalbino se adelantó visto que el pacto estaba roto. Aceptó la plaza de ascenso como segundo clasificado y regresaba a la ACB sin pasar por el trance de unos dramáticos playoffs.

Asentamiento en ACB.

Para la temporada de regreso, la 1987-88, la plantilla sufrió una profunda remodelación. Nuevamente se echó mano de los descartes del Real Madrid. Rullán, un histórico del club madridista y héroe en la final de Copa de Europa de 1980, llegaba a Collado Villalba para apurar el final de su carrera deportiva. Una lesión de rodilla redujo su estancia en el club a unos pocos meses. El joven base Ruiz Paz, jugador que sería un clásico de los equipos madrileños, también llegaba del equipo blanco. En esta ocasión también se recurrió a Estudiantes que aportó un par de jugadores, Abel Amón y Alberto Sanz, para completar el plantel nacional junto a Gorroño que se convertiría en un histórico en el club de Collado Villalba. Nuevamente cambió la pareja de estadounidenses, formada por el alero Rory White, máximo anotador del equipo esa temporada, y el pivot Wilfred King, conocido por su irregularidad y afición por la vida nocturna. El retorno comenzó de forma tan descorazonadora como su primera experiencia en ACB. Nuevamente sólo logro dos victorias en el grupo impar, en Badalona ante Joventut y en casa ante Español, pero en esta ocasión podía vivir sin angustias. La decisión de la ACB de ampliar la liga de 16 a 24 equipos anulaba cualquier posibilidad de descenso así que pudo tomarse una temporada tranquila y para cogerle aire a la nueva categoría. Eso sí, tuvo que jugar el ridículo playoff de entretenimiento que sustituía al playoff de descenso y que sólo servía para definir la clasificación final. Otra de las numerosas decisiones de Portela y compañía que no entendía nadie porque no servía para nada. Al menos le valió a Collado Villalba para terminar con buen sabor de boca tras imponerse al Español, la víctima favorita del equipo serrano, en cuatro partidos.

BBV 89-90

Fuente: poker10.com

El año de rodaje le vino muy bien a un equipo que empezaba a asentarse, ya con el patrocinio del BBV. Los estadounidenses seguían cambiando cada año pero la base nacional de CB Collado Villalba era consistente y muy implicada con el equipo. Cada año tomaba mayor responsabilidad y Pablo Casado, entrenador del equipo, supo aprovecharlo para dotar al conjunto de una solidez y unión muy apreciable. Los Barros, Ruiz Paz, Marrero o Gorroño formaban un núcleo duro que actuaba de nexo de unión con los recién llegados y fomentaban el trabajo de equipo, la gran virtud en aquellos años del CB Collado Villalba. Se contagiaba incluso entre los estadounidenses. Lance Berwald, pivot que disfrutaría de una buena trayectoria en ACB, fue un buen ejemplo, llegando a disputar un encuentro en el que no paraba de toser aquejado de un fuerte catarro. Schlegel, un ilustre alero de buena mano que disfrutaría de una larga carrera en España y que falleció en 2009 víctima de un cáncer, formó una buena pareja con Berwald, añadiendo anotación y versatilidad cuando posteaba. La llegada de hombres como Carlos Gil, Rementería (histórico de Estudiantes), Mikel Cuadra o Antón Soler reforzaba la profundidad de banquillo. No había un jugador que firmara actuaciones espectaculares ni números estratosféricos pero el buen trabajo colectivo le permitió progresar en las temporadas sucesivas y disfrutar de una existencia más apacible. Los partidos disputados en la pequeña localidad madrileña ya no eran una bicoca para los rivales. Ilustres como CAI, Estudiantes y Taugrés mordieron el polvo en Collado Villalba. Barça y Joventut salieron triunfantes de milagro en sus visitas a la sierra madrileña mientras el Real Madrid tuvo que sudar la gota gorda para batir a CB Collado Villalba en la prórroga en el Palacio de los Deportes.  Salvó la categoría con mucha suficiencia las dos siguientes temporadas en las que acabó disputando el playoff de clasificación, otro desbarajuste insulso más de una competición que padecía síntomas de gigantismo, que tenía como escaso premio la presencia en el grupo A-1 la siguiente temporada, algo que logró tras derrotar en ambas campañas al Magia de Huesca.

La llegada del Atlético al club.

Al final de la temporada 1989-1990, BBVA anuncia al club que da por finalizada su labor de patrocinio del CB Collado Villalba. Una noticia nefasta debido a que el equipo serrano se quedaba sin soporte económico. La situación de un equipo poco ruidoso pero serio estaba en entredicho, con un futuro muy incierto. El club se acercaba al precipicio de una probable desaparición hasta que el Atlético de Madrid se cruzó de nuevo en el camino. Jesús Gil realizó una oferta que salvaba el futuro inmediato del club que ahora pasaría a llamarse Atlético de Madrid-Villalba, bajo el auspicio del club colchonero. La llegada del Atleti a la ACB añadía un toque picante más a la competición, que podía vender bien mediáticamente los derbis contra el Real Madrid que añadía un eterno rival más a la lista para unirse al Barça y Estudiantes. Jesús Gil estaba dispuesto a que su llegada fuera lo más ruidosa posible. Además de la llegada de García Coll, canterano madridista que jugó muchos años en Estudiantes aunque más conocido por su última etapa en el Real Madrid, el presidente atlético contrató a dos estadounidenses que tenían la misión de acaparar el juego ofensivo del equipo. Eran Shelton Jones y Walter Berry. Especialmente destacado fue este último, un gran anotador que hizo carrera en Grecia y que dejó en un solo año impactantes registros anotadores. Para dirigir al equipo sustituyó a Pablo Casado por Clifford Luyk, una decisión más que sorprendente por tratarse de una leyenda del madridismo y que no tenía experiencia como primer entrenador. Jesús Gil no sólo tomó decisiones respecto a la plantilla. Decidió un importante aumento en el precio de las entradas que no sentó nada bien entre los aficionados, más reticentes a acudir al pabellón en la temporada 1990-91. Aparte que a quien tuviera corazón madridista no le haría mucha gracia que el equipo estuviera ahora en manos del eterno rival.

Como era de imaginar los momentos más esperados en esta nueva etapa eran los derbis contra el Real Madrid. El primero se disputó en Collado Villalba el 7 de Octubre de 1990, en la 4ª jornada del grupo impar y que contó con la presencia de Jesús Gil en las gradas. Sería conocido el encuentro por la gran exhibición de Walter Berry. El estadounidense fue una pesadilla para la defensa madridista, incapaz de frenar a un jugador infalible que anotaba absolutamente todo. Berry acabó el partido con 54 puntos, un registro que parece fuera del alcance de cualquiera en el baloncesto europeo moderno. Sin embargo no sirvieron para que su equipo lograra la victoria. El Atlético tuvo el partido en la mano pero dos tiros libres fallados por Carlos Gil al final del partido llevaron el derbi a la prórroga. En el tiempo extra al equipo colchonero se le señalaron varias técnicas que decidieron el partido. El enfado de Luyk, que se encaró en la cancha con los colegiados completamente fuera de sí tras ser descalificado, fue de los que hizo época. El polémico derbi acababa en 99-107 que agravaba un mal inicio de temporada. Luyk sería cesado en la novena jornada debido a los malos resultados y fue sustituido por Tim Shea. Shelton Jones, que bajó su rendimiento a lo largo de la temporada, sería sustituido por Howard Wright. El equipo enderezó el rumbo y acabó cómodamente instalado en puestos de playoff. En esa tesitura visitaba en la segunda vuelta el Palacio de los Deportes para un nuevo derbi contra el Real Madrid. Por entonces las previas de las jornadas de baloncesto ocupaban un buen lugar en los periódicos deportivos donde no faltaban las alineaciones de cada equipo ni alguna crónica curiosa. La del As fue una imaginaria y cómica charla entre Ramón Mendoza y Jesús Gil. Este partido, sin embargo, fue mucho más placentero para el equipo blanco que aplastó a los colchoneros en la segunda parte para vencerles por 98-69. Los kilos de Stanley Roberts pudieron con el ansia anotadora de Walter Berry. Pese la humillante derrota la marcha del Atlético era buena, la mejor que se había disfrutado en Collado Villalba pero la afición no estaba enganchada con el equipo. Se había pasado de un equipo de juego colectivo a otro que dependía exclusivamente de los jugadores americanos. La figura de Jesús Gil tampoco creaba adhesión en la localidad serrana. El equipo acabó disputando los playoffs por el título. Batió fácilmente en dos partidos al Valvi Girona en octavos de final pero acabó eliminado de la misma forma en cuartos por el Joventut que acabaría proclamándose campeón. La mejor temporada de la historia en Collado Villalba, octavo clasificado, que llevaba aparejada la clasificación para la próxima Copa Korac. Sin embargo no tardó en oscurecerse el horizonte para el club.

La marcha de Gil marca el fin.

Durante la temporada no se tardó en descubrir el verdadero objetivo de Jesús Gil cuando salió a escena para salvar al CB Collado Villalba: las operaciones inmobiliarias con las que buscaba convertir a la localidad en un nuevo Los Ángeles de San Rafael. Las sucesivas negativas del Ayuntamiento llevaron al presidente atlético a proponer el traslado del club a Marbella en donde había sido elegido alcalde meses antes. El intento se frustró debido a la oposición de la ACB que dejó claro que la plaza era de la localidad serrana. Al no obtener lo que quería Jesús Gil se cansó del juguete y lo dejó tirado. El club recuperaba la denominación de CB Collado Villalba pero quedaba de nuevo desamparado y en una situación económica muy delicada. Pese a los problemas siguió adelante en la temporada 1991-92. Pablo Casado volvió a hacerse cargo del banquillo. Se mantuvo el bloque nacional a duras penas pero hubo que renovar la pareja estadounidense debido a que Berry y Howard apuntaban mucho más alto de lo que podía ofrecer el club. Henry Turner y Joseph Jay Wylies (que sería sustituido por Mark Landsberger) ocuparían sus puestos. El debut en competiciones europeas era un lastre más que un premio debido al asfixiante estado de las arcas. Superó en la primera eliminatoria al endeble BC Trane Castors Braine belga pero el Iraklis griego le apartaría del camino en la siguiente. Ni siquiera llegaba a la fase de grupos. En la ACB las cosas no fueron mejor. Desde el inicio de temporada se hundió en las últimas plazas de la clasificación. Pocas alegrías se pudieron llevar los aficionados de Collado Villalba. La más sonada fue la increible actuación de Henry Turner ante el Barça, al que destrozó anotando 54 puntos en la única victoria que logró CB Collado Villalba en su historia ante los azulgranas. Manolo Flores acabó desesperado al no encontrar la forma de frenarle, ni con un defensor fijo ni con dobles marcajes. Turner igualaba la gesta de Walter Berry la campaña anterior pero sin disputar una prórroga como hizo su predecesor ante el Real Madrid. Collado Villalba también le puso las cosas difíciles en el Palacio de los Deportes a un Real Madrid resacoso aún tras vencer la final de la Recopa al PAOK con la recordada canasta de Ricky Brown. Sin embargo el equipo de la sierra acabó último de la Liga Regular y abocado a disputar el playoff de descenso. Sacó fuerzas de flaqueza con el agua al cuello. Llevó hasta el límite a Unicaja que no decidió la eliminatoria hasta un quinto partido agónico en Ciudad Jardín. A Collado Villalba aún le quedaba otra oportunidad ante Gran Canaria. Otra eliminatoria dramática que se resolvía en el quinto partido pero con mucha mejor suerte para el conjunto madrileño que vencía en Las Palmas por 68-79 para salvar la categoría cuando pocos lo esperaban.

Sin embargo el esfuerzo en la cancha no le sirvió de nada. Acuciado por los problemas económicos, el CB Collado Villalba no pudo resistir más y acabó desapareciendo a final de temporada. Finalizaba el camino por la élite de la sierra de Madrid. Tras varias refundaciones, el club tiene actualmente el nombre de Unión Baloncesto Villalba que disputa la Primera Nacional. Lejos quedan los días en los que los grandes del baloncesto nacional viajaban hacia la sierra madrileña para batirse el cobre en la ACB.

Próximo capítulo: Baloncesto en la tierra del balonmano.

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1 Comment on "LUGARES ACB PARA EL RECUERDO (III): EL EQUIPO DE LA SIERRA"

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8 years 8 months ago

Aún recuerdo ese partido con la prórroga y las técnicas como si fuera ayer, una mañana dominical en la casa de campo de un tío mío (que se desplomó en parte con las humedades y el paso de los años, se arregló y hoy día nos sirve de soporte para los frites entre amigos), en un mini-televisor en blanco y negro de éstos que se conectaban a la batería del coche y se sintonizaban los canales con una antena y un dial tipo radio… Jodo que recuerdos. Más que el baloncesto, me has hecho recordar los findes durmiendo en el… Read more »

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