PLAYOFFS ACB 2014-15: CUARTOS DE FINAL. 1º PARTIDO. MUCHA FACILIDAD

Mallet rodeado por jugadores del Barça

Pasó el primer asalto de los cuartos de final y lo que más salta a la vista es la enorme contundencia de todos los marcadores. Ningún resultado ajustado en las cuatro eliminatorias, un hecho bastante sorprendente para unos playoffs. No tuvieron el mismo desarrollo todos los partidos pero cada final fue muy desahogado. Barça y Unicaja no pasaron por apuros en ningún momento. Valencia Basket esperó al último cuarto para imponer la mayor frescura de una plantilla más amplia y completa. Por último, el Real Madrid superó un horrendo inicio de encuentro para enjugar en pocos minutos la amplia diferencia que adquirió Gran Canaria que acabó aplastado por el rodillo del equipo madridista. Una primera jornada de cuartos que no ha deparado demasiada emoción. Veremos si cambia la tendencia en la segunda sesión que se disputa este fin de semana.

Bilbao Basket 75 – Valencia Basket 91 (0-1): Bajo la influencia de un Miribilla entregado, Bilbao Basket comenzó con mayor fuerza e intensidad que Valencia Basket. Su 5-0 inicial fue rápidamente enjugado por el equipo de Carles Durán pero no tardó en volver a responder el conjunto local manteniendo una buena defensa y encontrando con facilidad a Marko Todorovic (16 puntos, 9 rebotes, 27 de valoración), un filón dentro de la zona (14-7, min 6). Valencia Basket despertó del letargo con la dirección de Vives que aportó más que Van Rossom en sus primeros minutos. Los exteriores se encargaron de reducir de nuevo la diferencia pero el equipo valenciano no lograba dar la vuelta al marcador. Hacía la goma constantemente. El 6-0 con el que inició el segundo cuarto Bilbao Basket echó tierra sobre la reacción al final del primer periodo. Le faltaba rotundidad a Valencia Basket. A falta de una solidez colectiva buscó un eje sobre el que basar su juego. Lo encontró en Van Rossom que lideró una nueva remontada. Esta vez sí fue efectiva. Cambió el rostro de Valencia Basket que atacó con mayor rapidez y comodidad. Un fulgurante parcial de 1-15 hasta el descanso cambió el rumbo del partido en muy pocos minutos ante un rival que quedó perplejo en las inmediaciones del intermedio (38-46, min 20). Pero tras el descanso llegó un nuevo golpe de timón en el encuentro. Bilbao Basket echó las castañas al fuego en defensa. Su rival quedó completamente bloqueado, anulado ante la intensidad y gran trabajo defensivo de Los Hombres de Negro. Comenzó a acumular pérdidas de balón que complicaron cada ataque posterior. Seis minutos sin anotar que llevaron en volandas a los locales. El fulgor de hombres como Bertans y Hervelle (11 puntos, 4 rebotes, 3 asistencias, 18 de valoración) lideraba un 14-0 de parcial que ponía de pie a un Miribilla encendido (55-50, min 27). Pero cuando peor pintaba Valencia Basket encontró la reacción. Loncar acabó con el bloqueo en ataque con un triple. Despertaba el equipo valenciano que golpeó desde la línea de tres. Avalancha fulgurante en muy pocos minutos, como ocurrió en el segundo cuarto. 2-15 de parcial en tres minutos que dejó las cosas como estaban. De nuevo con Vives en pista Este golpe no supo encajarlo Bilbao Basket. Pese al empeño de Mumbrú (18 puntos, 4 rebotes) el partido ya se jugaba como le interesaba a su rival. Alcanzó los diez puntos de ventaja, una renta que angustió hasta la asfixia a los locales. La defensa visitante ya resultaba un duro escollo para unos jugadores al borde del agotamiento. El golpe de gracia lo daría Valencia Basket desde el tiro exterior. Dos triples de Pau Ribas colocaron a Bilbao Basket al borde del precipicio. Otro de Nedovic lo arrojó hacia el fondo (71-85, min 37). Los triples aniquilaban a un Bilbao Basket muy cansado y hundido. La mayor rotación de Valencia Basket fue vital para asaltar Miribilla. La Fonteta puede vivir el sábado el pase a semifinales de su equipo.

Bandeja de Van Rossom delante de Marko Todorovic

Fuente: eurosport.yahoo.com

Unicaja 69 – Baskonia 55 (1-0): Desde el comienzo ambos actuaron con los papeles cambiados. Unicaja llegaba a los playoffs como equipo en fase descendente de juego. Baskonia aparecía pujante en la fase decisiva de la temporada. Sin embargo no se vieron ambos roles en el encuentro. Baskonia entró a pista frío, muy flojo. En estático no funcionaba y apenas podía correr sin caer en la precipitación. El 9-2 de inicio provocó que Ibon Navarro pidiera tiempo muerto para acabar con tan mal inicio. No sirvió de mucho. Las pérdidas de balón seguían acumulándose en el lado baskonista aunque unos minutos más flojos de Unicaja le permitieron frenar la caída por unos instantes. Pero no había forma que los visitantes se metieran en el partido. No acababan con la lacra de las pérdidas de balón ni eran capaces de encontrar posiciones cómodas de tiro. El desastre ofensivo era completo, sólo pudo anotar 13 puntos en 15 minutos. Unicaja no rompía el partido definitivamente porque tampoco tenía perfectamente afinada la maquinaria pero le bastaba con el trabajo de los pivots para mantener a raya a su rival (39-26, min 20). Nada más volver de vestuarios Unicaja salió con fuerza para liquidar el choque cuanto antes. 7-2 para empezar que ponía entre las cuerdas a Baskonia. Con una buena ventaja en el zurrón, el equipo malagueño empezó a alargar sus ataques para dormir el partido. No necesitaba alardes para mantener la ventaja sin problemas ante un rival negado y atascado, incapaz de generar buenos tiros y atrapado en una dinámica muy negativa. Un 9-0 en los últimos instantes del tercer cuarto dejaba el partido visto para sentencia (61-35, min 30). Unicaja había liquidado con una facilidad pasmosa un encuentro que se presentaba muy duro y sin necesidad de hacer su mejor juego. Baskonia facilitó mucho las cosas. Se dedicó a maquillar el marcador cuando los locales ya pensaban en el segundo duelo de la eliminatoria. La siesta malagueña fue de órdago. Plaza pidió tiempo muerto tras anotar su equipo sólo dos puntos, una canasta de Golubovic (9 puntos, 13 rebotes, 20 de valoración), en cinco minutos. Encajó un 2-13 que no fue a más por la falta de tino de su rival, en especial desde el tiro exterior. Unicaja no despertó. Sólo anotó cinco puntos en nueve minutos pero ni aún así se vio inquietado. Baskonia naufragó en su propia inoperancia. Le hará falta un cambio radical en el Buesa Arena para forzar el tercer partido.

Lanzamiento de Markovic

Fuente: piratasdelbasket.net

Barça 77 – Joventut 55 (1-0): El derbi catalán no escondió en ningún momento por donde iban a ir sus derroteros. Desde el salto inicial el dominio sobre la pista del Barça fue incontestable. Satoransky (10 puntos, 6 asistencias, 5 rebotes, 21 de valoración) dirigía con buen criterio y facilitaba la movilidad en ataque de los azulgranas. También desde el comienzo se vio a un Joventut muy apurado en ataque, siempre demasiado forzado en cada acción ofensiva. El 11-3 de inicio llevó a Salva Maldonado a parar el encuentro. La Penya reaccionó en los primeros instantes tras el tiempo muerto pero fue un espejismo. Tomic (14 puntos, 7 rebotes, 19 de valoración) se encargó de frenar en seco el intento de remontada. Satoransky vio con claridad la superioridad aplastante de los pivots del Barça. No se cansó de meter balones dentro para castigar el juego interior rival una ocasión tras otra. El rebote era cortijo incuestionable de los jugadores azulgranas. Tal hemorragia en la zona se trasladaba a la hora de atacar. Los verdinegros eran incapaces de sacar algo bajo el aro. Ejercieron de mequetrefes en la zona, barridos por el poderío físico del Barça. Los once puntos anotados por el Joventut en los 13 primeros minutos auguraban un desastre, un naufragio en el Palau Blaugrana. El Barça se contagió en los primeros minutos del segundo cuarto del desconcierto rival pero le bastaba con aprovechar las pérdidas de balón del Joventut para afianzar aun más la diferencia. Con breves apariciones bastaba para marcar las diferencias ante un rival hundido. Unas bombas de Navarro, un par de acciones de Abrines y los visitantes estaban listos para capitular (42-21, min 20). El Joventut apareció tras el descanso con mayor agresividad en defensa pero seguía sufriendo el tremendo agujero en el juego interior que aprovechaba bien el Barça. Ahora era Doellman (12 puntos, 9 rebotes, 5 robos, 21 de valoración) quien provocaba pesadillas en los de Salva Maldonado que sólo eran capaces de anotar de tres. La zona era terreno vedado del que salía escaldado cada vez que la pisaba. Además la intensidad en defensa con la que comenzó el tercer cuarto se fue esfumado con el paso de los minutos. No tenían problemas los culés en mantener la enorme diferencia. Se pudieron permitir el lujo de tomarse a chufa el último cuarto. La impotencia de su rival cerca del aro era tan patente que no importaba que sólo anotara el Barça dos puntos en cinco minutos. Tampoco fueron buenas las selecciones de tiro en la Penya desde el perímetro en los últimos minutos. Las pérdidas de balón y frivolidades varias no impidieron un final muy tranquilo en el Palau Blaugrana. El Joventut debe cambiar absolutamente todo si no quiere que el segundo partido sea otro monólogo azulgrana.

Satoransky salta ante la mirada de jugadores del Joventut

Fuente: planetadeporte.es

Real Madrid 101 – Gran Canaria 74 (1-0): Laso avisó en la víspera del debut de su equipo en los playoffs que los jugadores debían bajar de la nube en la que viven desde el triunfo en la Euroliga. No le hicieron mucho caso de entrada. Presentaron la misma falta de tensión de las dos últimas derrotas ligueras. Ataques lentos y mal trazados, con varias pérdidas de balón. La defensa era simplemente inexistente. Un par de sencillas entradas a canasta de Newley (20 puntos, 5 rebotes) y dos triples de Salin (16 puntos) colocaron un 0-10 que forzó a pedir tiempo muerto a Laso en apenas dos minutos. Tampoco sirvió de revulsivo a un equipo distraído. Tardó casi cuatro minutos en anotar con un semigancho de Felipe Reyes. Cuando los aficionados empezaron a dar ánimos para transmitir intensidad el marcador reflejaba 2-16. Parcial pa cagarse, vamos. La diferencia ya resultaba preocupante pero no menos que la imagen en la pista. Mejoró el ataque madridista con la entrada de Sergio Rodríguez pero la defensa seguía sin funcionar y permitía demasiadas ocasiones de puerta atrás y penetraciones fáciles de Newley. Tardaría un poco más en arrancar este aspecto pero cuando lo hizo el efecto fue fulminante. Con Newley y Salin en el banquillo, que llevaban entre los dos 19 de los 23 puntos anotados por Gran Canaria, los visitantes entraron en una fase de bloqueo ofensivo que tardó en atajar Aíto con un tiempo muerto. Dio igual porque no funcionó. Gran Canaria estaba paralizado, en estado de shock. Ni siquiera entraban los tiros libres. En cambio el Real Madrid había cogido velocidad de crucero. Llull (15 puntos, 6 asistencias, 17 de valoración) hacía trizas la defensa tanto penetrando como tirando desde fuera. El ataque adquiría mayor movilidad con El Chacho a los mandos. Los espacios daban facilidades al perímetro blanco, cada vez más certero. El derrumbe de Gran Canaria era completo, le estaban cayendo tortas por todas partes. El Real Madrid había conseguido ponerse por delante antes de terminar el cuarto. El parcial de 17-0 resultó un golpe muy duro de encajar (30-23, min 18). Aíto tenía cara de “si nos pasa esto ya podemos estar pensando en el próximo partido”. Su equipo no reaccionaba ni con la bronca que generaba en la grada Hierrezuelo con decisiones que no hacían ninguna gracia en el Palacio de los Deportes. Laso lo veía tan claro que puso en pista a Doncic, convocado por la lesión de Carroll. Y no desentonó. Incluso mostró carácter al quitarle un rebote delante de sus narices a Tavares. Gran Canaria no funcionaba salvo lo poco que aportaban ahora Newley o Salin. Seguía desperdiciando muchos tiros libres. Aspecto vital cuando Hierrezuelo convirtió el final de cuarto en un concierto de pito con numerosas faltas personales. Seis jugadores del Madrid tenían dos personales al descanso. Vitali, Salin y Bellas tenían tres personales en Gran Canaria. Felipe Reyes (18 puntos, 3 rebotes, 23 de valoración), que recibía por todas partes, encontraba un filón en el tiro libre. Como si nada el Madrid llegaba con el partido encarrilado al descanso (50-38, min 20). Quien podía imaginarlo tal como empezó el encuentro.

Llull marcado por Bellas

Fuente: lainformacion.com

El intermedio no cambió el rumbo del choque. Gran Canaria mantenía el semblante de equipo derrotado. La presencia en la pista de dos pivots bajos, Felipe Reyes y Slaughter, invitaba a meter balones dentro al gigante Tavares. La idea no cuajó, sobre todo porque Tavares no estuvo fino cuando había algo en juego. Flotó a Felipe Reyes que se puso fino a anotar desde 4 metros. Tampoco impuso su enorme figura dentro de la zona. El colmo fue cuando el Madrid capturó cinco rebotes ofensivos en la misma jugada. Ya fue demasiado para Aíto que lo sustituyó de inmediato. Salvo algún pequeño momento de desconcierto el Madrid jugaba muy tranquilo. La defensa ya adquirió un tono suficiente para lanzar los ataques a toda velocidad. Sergio Rodríguez (20 puntos, 3 asistencias, 21 de valoración) tenía todo el control, reduciendo a la nada a unos bases rivales absolutamente superados. Paso a paso el equipo blanco lograba una diferencia insalvable que superaba los veinte puntos pero no sació su apetito. Rivers (19 puntos) destrozaba aún más a un rival hundido anotando todo lo que intentaba. La transformación del alero en los dos últimos meses es aún más increíble que la del Dr. Jekyll en Mr. Hyde. Nocioni (13 puntos, 7 rebotes) también completaba números sin que pareciera que hacía gran cosa. Así está de fino el argentino. Tal era el destrozo (85-56, min 33) que Laso no tardó en poner a Doncic. Actuó los minutos finales como base, dirigiendo el juego. No lo hizo mal, se le vieron buenos detalles de visión de juego. Otra cualidad que añadir a su desmesurado talento y arrojo. Puede venirle muy bien a Laso esta prueba, sólo cuenta con dos bases para estos playoffs y no es mala idea foguear al chico en cuanto pueda por si acaso. Doncic acabaría anotando en la última jugada con una bomba que subía el registro anotador madridista por encima de la centena. Nueva demostración de poderío del Real Madrid. En cuanto se centró apareció el rodillo en escena. Gran Canaria aún trata de salir de su estupor.

Bandeja de Llull ante la mirada de Maric

Fuente: diario-bernabeu.com

Y DIGO YO…:

  • En los primeros cinco minutos el Real Madrid sólo fue capaz de anotar cinco puntos. En los 35 siguientes le endosó 96 a Gran Canaria. Cuando la maquinaria está afinada este Real Madrid es una apisonadora en ataque.
  • Doncic disputó diez minutos ante Gran Canaria y el equipo ni se derrumbó ni llegó una catástrofe. De hecho el Madrid sumó un +4 con él en pista. Mensaje a los entrenadores. No se va a ir todo al garete por darle minutos a los jóvenes con talento cuando la diferencia es abultada.
  • 47-27 fue el balance de los rebotes capturados en el Palau Blaugrana. Diferencia demoledora a favor del Barça que refleja la superioridad que tiene respecto a Joventut en el juego interior. Ya le pasó algo similar en la Liga Regular en Badalona y la derrota fue más que escandalosa. Ya se le puede ocurrir algo a Salva Maldonado para proteger mejor su aro o el próximo encuentro puede ser otro paseo para los azulgrana.
  • El Baskonia-Unicaja se disputa el sábado a las 20:15. La final de la Copa del Rey de fútbol comienza a las 21:30. Magnífica idea la de quien puso el horario del partido en el Buesa Arena, oigan, solapándose la segunda parte con la finalísima del Camp Nou. El lumbreras sólo tiene un calificativo. Como dice José Mota, no es tonto pa un rato. Es tonto pa siempre.
  • La semana pasada el CSD decidió regular el criterio de los pasaportes Cotonou para acabar con la mamarrachada de las nacionalizaciones de pega y conveniencia, sin vínculo afectivo ni deportivo con el país del pasaporte obtenido. Mamarrachada aún mayor es el recurso interpuesto por la ACB a esta decisión. En lugar de luchar por la credibilidad de la competición y aportar soluciones apoya una práctica chapucera sin más. Y lo peor es que al final alguien se llevará un disgusto. Panko aún debe tener sudores sólo de pensar en una cárcel de Guinea Ecuatorial. Se libró a tiempo pero por este camino alguno se acabará despeñando.

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