¿Nunca os habéis preguntado por qué a todos nos gusta más la comida que hace nuestra madre que la de cualquier otra madre, independientemente del valor culinario de la misma? La explicación es bien sencilla, porque cualquier defecto que dicha comida pudiera tener, quedara siempre compensado por el amor maternal con el que ha sido confeccionada.

Bien, pues lo mismo sucede con Super-8, la película dirigida por JJ Abrams y producida por Steven Spielberg, cualquier defecto que pueda tener, queda sobradamente compensado por el indudable cariño con el que estos dos genios se han implicado en la producción de la película.

Los adalides de la originalidad (que al parecer abundan en IMDB, donde la película sobre la que tercia esta reseña, de manera un tanto ominosa, tiene menos nota que la infame Origen) la definirán como un insatisfactorio remix de los Goonies, ET, Encuentros en la 3ª fase y la más reciente Cloverfield, cometiendo una atroz injusticia y dándonos la razón a aquellos que pensamos que la originalidad está un tanto sobrevalorada (aunque, por otro lado, es lógico debido a la gran cantidad de remakes que se hicieron en la primera década del s. XXI).

Una buena película es aquella que consigue lo que pretende (obviamente, es necesario que pretenda algo para ser buena) y doy fe de que Super 8 cumple su objetivo con creces. Este no es mechanical bull for sale otro que trasladar al espectador a los albores de los 80, un tiempo en el que todavía no existían hordas de adolescentes enganchados a Internet, situándonos en una aparentemente idílica comunidad del medio oeste estadounidense que se ve sacudida por la visita de un ente alienígena. Super 8 recupera la magia perdida de los clásicos de los 80 y nos hace sentir que cualquier tiempo pasado fue mejor. Pero, al mismo tiempo, demuestra que todavía hay esperanza en el cine actual, capaz de producir largometrajes que conmueven hasta al espectador más insensibilizado.

Quizás me esté ablandando con el paso del tiempo, pero es la primera vez en mucho tiempo que he aplaudido cuando ha aparecido el mensaje de “The End”. Chapeau.