Finalmente el sindicato de jugadores y los representantes de los equipos de la NBA han sido incapaces de llegar a un acuerdo salarial para el nuevo convenio. La patronal exige una reducción de 2000 millones de dolares en 10 años. Los jugadores ceden 500 en 5. Ante la falta de acuerdo la legislación estadounidense permite al empleador declarar el “lockout”. Con ello suspenden los contratos, el abono de salarios y la cobertura sanitaria. Una medida de ese tipo sería ilegal en Europa.

Por ejemplo en España los cierres patronales sólo estan permitidos ante la inasistencia o irregularidades que impiden el proceso normal de producción, por la ocupación ilegal del centro de trabajo, o ante la existencia notoria de peligro para las personas o de daños graves en las instalaciones. El cierre debe limitarse exclusivamente por el tiempo imprescindible para salvar ñas causas que lo provocaron y reanudar la actividad. Además, otro detalle importante, la carga de la prueba de la existencia notoria del peligro le corresponde al propio empresario. No basta con cerrar ante sospechas. Si se declarase ilegal debería abonar los salarios y cotizaciones dejados de percibir así como las correspondientes multas por la infracción muy grave cometida.

Desconozco la legislación estadounidense pero la legalidad de una medida como esa es tremenda si no existen contrapesos ante un chantaje tan evidente. “Si se le pagara a los empleados durante un paro, tendrían menos incentivos para volver a la mesa para negociar”, dijo Gabriel Feldman, profesor de derecho en Tulane Law School, en referencia al lockout declarado en la NBA. Cabría preguntarle si durante una huelga de trabajadores estos deberían seguir cobrando para que los empresarios tuvieran más incentivos para volver a la mesa a negociar. Diría que es absurdo. Pues lo mismo digo y viceversa.

A falta de que alguién me ilustre sobre las complejas relaciones laborales en USA se aprecia claramente que el “lockout”, como su propio nombre indica, bloquea fuera a los trabajadores. Los excluye, los suspende, cuando no hay consenso. Es evidente su carácter coercitivo. Y más si el el negocio del baloncesto profesional USA es un monopolio.

Hace pocos días recibían a Ricky en olor de multitudes. Hoy no puede ni ir a entrenar.