Playoffs NBA 2025: Primera ronda en el Oeste. Capítulo III

Fuente: clutchpoints.com

El quinto partido se disputaba en un humeante Toyota Center y ambos equipos mostraban su mejor versión sobre la pista. Los Warriors se la jugaban al acierto de fuera, con Draymond Green como principal referente, y Houston oponía la capacidad atlética de sus jóvenes jugadores para buscar el aro visitante. Una vez que el equipo californiano no sumaba de fuera, tampoco sumaba dentro y Jalen Green, Alperen Sengun y Dillon Brooks daban un arsenal de puntos que Golden State no podía seguir. El parcial era de quince a cero y Steve Kerr quería despertar a los suyos. Quinten Post rompía tres minutos sin anotación visitante, pero la agresividad de los Rockets no frenaba y aprovechaba cada balón perdido para anotar. Amen Thompson se encaraba con Gary Payton II en mitad de la hoguera y, como los Warriors estaban fuera del partido, ni un intercambio de triples impedía que viesen el partido a casi veinte puntos. Una barrera que no tardaban en traspasar los tejanos, porque el juego ofensivo visitante ya se mostraba desconfiado y Golden State tardaba cinco minutos en hacer su primer punto en el cuarto e, inmediatamente, su primera canasta en juego del cuarto con un palmeo de tiro libre. Con este agobio constante, y la sensación de estar atrapado en un incendio mortal, la diferencia se acercaba a los treinta puntos. Sólo la aparición de Stephen Curry le daba algo de aire al ataque visitante, pero no duraba en el tiempo, los contactos constantes hacían mella en la moral y el partido parecía resuelto al descanso. Sin embargo Houston se encontraba con que en los Warriors ya sabían el nivel exigible. Igualaban los contactos, pero recortar veintisiete puntos parecía imposible por el desgaste energético que suponía y rendía el partido metiendo a su fondo de banquillo para desgastar a los locales. Con el partido resuelto las brasas parecían querer avivarse, y hasta Sengun se metía en una discusión con los suplentes visitantes, pero no había forma de salir adelante, los Rockets salían reforzados para encarar el sexto partido. Invitado inesperado: Tari Eason (Rockets)

El Chase Center se sorprendía de ver a Gary Payton II en el quinteto titular para sustituir a Brandin Podziemski pero, dada la mala imagen del quinto partido, era lógico que Steve Kerr realizase algún cambio para cambiar las cosas y ajustar la defensa de Fred VanVleet parecía motivo suficiente para ello. Sin embargo servía de poco, en un partido de pocos puntos a Golden State le faltaba agresividad en su ataque, aunque no en defensa. Draymond Green se veía agarrado en un bloqueo por Jalen Green y se lo quitaba de encima para llevarse una falta flagrante, tan merecida como buscada, y las primeras ventajas eran para los Rockets. Stephen Curry aparecía para poner por delante a los de San Francisco pero, como Houston encontraba acierto con los triples y la inspiración de Van Vleet, el marcador volvía a darse la vuelta. Bastaban dos balones perdidos de los Warriors, en el minuto final, para que la ligera escapada preocupase a la afición local. Sorprendía, para bien, la salida de Golden State al segundo cuarto. Pese a no contar con Curry lograban aguantar el tirón ante un Steven Adams muy activo. Con la diferencia en seis puntos, Steve Kerr paraba el partido para meter a su estrella. El problema era que los Rockets tenían más energía y VanVleet los dirigía con sapiencia. Con el partido a diez puntos, y para dificultar más la situación, Curry cometía su tercera falta personal y el efecto en su juego era inmediato. Volvía el tirador más desequilibrante de la liga y, con un parcial de once a cero, empataba el partido a dos minutos de irse a los vestuarios. Sin embargo los Warriors volvían a cerrar mal el cuarto, esta vez por precipitación, y recibían un parcial de siete a cero. El alivio, para el Chase Center, era ver como Jimmy Butler metía una canasta a seis décimas de llegar al descanso. Un poco de ánimo no le venía mal a Golden State porque, al regreso de vestuarios, los problemas para circular el balón traían las dudas al ataque local. Sus estrellas eran las guías anotadoras que permitían evitar la escapada visitante. Cada vez había más pelea y menos juego y, bajo esa dinámica, el rebote ofensivo daba la ventaja a los Rockets y, pese a que Kerr hacía mandaba a la línea de tiros libres a Adams, los tejanos conservaban una mínima ventaja para el cuarto definitivo. Un periodo que se abría de la peor forma posible para los Warriors; VanVleet hacía una jugada de cuatro puntos, el ataque californiano se aceleraba innecesariamente y Houston tenía tres opciones de acercar la diferencia a los dos dígitos. Steve Kerr paraba el partido sin haber finalizado el primer minuto de juego. Golden State intentaba recuperar con su cara más agresiva pero, como los interiores tejanos dominaban las zonas, los balones perdidos y cierta precipitación local llevaban la ventaja de los Rockets por encima de los diez puntos a mitad de cuarto. Por mucho que el técnico del equipo californiano lo intentaba, el ataque de los Warriors no tenía claridad ni acierto, la serie volvía a Houston con empate a tres. Invitado inesperado: Tari Eason, Jabari Smith Jr, Steven Adams (Rockets)

Llegaba el séptimo partido y el Toyota Center lo recibía como se merecía, con un ambiente sobrecargado y lleno de expectación esperando ver a Houston en la siguiente ronda. Al otro lado, Steve Kerr también le daba la relevancia necesaria al partido y deshacía su cambio de quinteto titular del sexto partido por la lesión de Gary Payton II, Brandin Podziemski volvía a salir de inicio. Y el cambio salía bastante favorable para los Warriors, el balón circulaba con fluidez y un acertado Draymond Green daba las primeras ventajas a los visitantes. En el cuadro locallo fiaban todo a ir la choque contra la defensa californiana y Alperen Sengun se quedaba corto para lo que necesitaba el equipo. Con los triples visitantes entrando, y una mínima desventaja, Ime Udoka paraba el partido. La defensa tejana apretaba para recuperar el balón, Amen Thompson iba al aro con pasión y era el técnico visitante el encargado de llamar a reunión a los jugadores. El desacierto llegaba a Golden State, pero los locales no tenían recursos ofensivos para tomar la iniciativa con claridad. Con dos triples de Buddy Hield, el último desde el mediocampo y finalizando el cuarto, la ventaja visitante alcanzaba los cuatro puntos. Y el cambio de cuarto no alteraba el rumbo del partido, los Warriors encontraban buenas posiciones de tiro y los tejanos sufrían ante un defensa zonal. Con la diferencia en nueve puntos, Udoka se levantaba para hablar con sus jugadores. Pese a que Tari Eason rompía más de tres minutos sin anotación en juego, los Rockets estaban secos. La desvenaja alcanzaba los diez punos y Udoka veía necesaria ora charla. Con la defensa de los Warriors funcionando, y los triples de Hield, el partido parecía bajo el control visitante. Por mucho que Draymond Green se ganaba una técnica, por revolverse ante una falta personal de Fred VanVleet, la desventaja de los locales era de doce puntos y el Toyota Center se quedaba frío. El tiempo de asueto traía una sorpresa de los vestuarios, Thompson gastaba toda su energía para atacar el aro visitante y Steve Kerr necesitaba dar algunas instrucciones. No servía de mucho, Golden State no encontraba buenas posiciones de tiro y los californianos veían necesario otro parón porque, para su sorpresa, los locales ya estaban a cinco puntos. Curry intentaba evitarlo, pero la diferencia seguía reduciéndose hasta los tres puntos y, tras otra visita a los banquillos, los Warriors recuperaban las sensaciones del inicio del partido. La defensa visitante apretaba y Draymond Green finalizaba, con acierto, el movimiento de balón del ataque californiano. Pese al gran esfuerzo realizado, Houston tenía que levantar ocho puntos en el cuarto final y el primer minuto de Curry, con cinco puntos del tirón, obligaba a Udoka a reaccionar. La desventaja, de trece puntos, ponía el partido complicado pero, con la energía de Jalen Green en pista por un Thompson tocado físicamente, el parcial de cuatro a cero era para los locales y Kerr paraba el partido. Optaba por un quinteto más bajo, donde Curry podía brillar dirigiendo o anotando ante el cansancio local y el acierto exterior de Hield volvía a aparecer. Enfrente los tejanos sólo encontraban lanzamientos forzados, muchos desde detrás de la línea de tres puntos, y Udoka reincorporaba a su alero lesionado con la diferencia en la docena de puntos. A los Rockets no le entraban ni los tiros libres y Fred VanVleet se ganaba una falta flagrante al empujar por la espalda a Jimmy Butler en una contra. Esto desperezaba la energía del alero que, junto un triple de Curry, y otro de Buddy Hield, propiciaban que la diferencia alcanzase los veinte puntos. Golden State resolvía la eliminatoria a su favor, cuando peor lo tenía. Invitado inesperado: Kevon Looney, Buddy Hield (Warriors)

Eliminatoria cerrada: Warriors ganan cuatro a tres

Fuente: totalprosports.com

En Los Angeles veían, con preocupación, como el quinto partido se había convertido en un todo o nada para los locales. No por ello el Crypto.como dejaba de animar y JJ Reddick de buscar soluciones a los problemas del equipo y por ello Jaxson Hayes dejaba su puesto de titular a Dorian Finney-Smith. Una solución que no alteraba el plan de juego de los Timberwolves, que concentraban su anotación en su pareja de interiores y conseguían llevar las riendas del partido. Rui Hachimura era el responsable de la reacción angelino pero, como los suplentes visitantes acertaban con los tiros abiertos, la ventaja seguía siendo visitante. Con un poco de aportación de Naz Reid, y la constante presencia de Rudy Gobert bajo canasta, la diferencia superaba los diez puntos y suerte tenían los Lakers de cerrar el cuarto con un parcial de cinco a cero para dejar la distancia en nueve puntos. El segundo periodo traía mejores noticias para los locales, porque Julius Randle cometía su tercera falta personal rápidamente y Jaden McDaniels no tardaba en unirse al club ante la mayor búsqueda del aro del ataque angelino. Anthony Edwards hacía los mismo en la ofensiva visitante y Gobert mantenía su buen tono bajo el aro para aguantar el arreón local. Las defensas apretaban y hasta Luka Doncic debía irse a los vestuario tras un hachazo que dejaba su hombro maltrecho. En ese escenario el físico de Minnesota brillaba y los Lakers veían la diferencia al descanso en los diez puntos. Era esperable que el equipo californiano saliese a por todas de los vestuarios y mucho más que fuera LeBron James el encargado de liderar el intento de remontada, junto con el más activo Luka Doncic. Sin embargo los Timberwolves estaban preparados para el desafío, buscaban el aro angelino constantemente y Gobert seguía siendo el principal beneficiario de ese juego. El único problema era que el ataque visitante cada vez se encerraba más en Randle y Gobert como principales activos y la ventaja era mínima cuando arrancaba el último capítulo del partido. La dinámica no se alteraba el juego interior visitante controlaba cada arreón local, LeBron se quedaba tocado tras un choque y tenía que descansar; pero nadie se escapaba. El cambio de escenario llegaba con la sexta falta personal de Dorian Finney-Smith porque sustituto, Maxi Kleber, estaba fuera del ritmo de competición. En los Lakers no lograban encontrar tiros cómodos y, mucho menos, sabían frenar al juego interior visitante. Tras un tiempo muerto de Reddick la diferencia era de una canasta entrando en los tres minutos finales. En el siguiente minuto Randle se iba hacia la canasta para ampliar la renta, Doncic hacía lo mismo y erraba y, en el contraataque, Edwards ponía la ventaja en seis puntos. Hachimura hacía renacer las esperanzas del Crypto.com con un triple y Mike Conley le devolvía el golpe desde una esquina. La diferencia era de seis puntos entrando en el minuto final y la posesión era para Minnesota. Randle gastaba segundos y erraba un triple y Gabe Vincent se olvidaba de sus compañeros para jugarse un triple a la carrera que no entraba. El rebote acababa en las manos de Randle y, tras la falta obligada de LeBron, cerraba el partido, y la eliminatoria, con dos aciertos desde la línea de personal. Invitado inesperado: Donte DiVicenzo, Nickeil Alexander-Walker (Timberwolves)

Eliminatoria cerrada: Timberwolves ganan cuatro a uno

Fuente: lastwordonsports.com

Regresar al hogar calmaba a Denver que, con la mejor versión de Aaron Gordon y Jamal Murray se ponía con diez puntos de ventaja para disgusto angelino. Los Clippers se mostraban demasiado acelerados y Tyronn Lue buscaba disminuir la tensión visitante. Sin embargo pronto surgía otro problema más urgente, las ayudas defensivas llegaban tarde y, como los intentos ofensivos eran individuales, Russell Westbrook era suficiente para mantener una docena de puntos a favor de cara al segundo acto. El paso por los banquillos recuperaba la mejor versión de conjunto visitante, donde hasta Kris Dunn sumaba con sus tiros abiertos. Sin embargo servía de poco si no podían parar a los bases de los Nuggets, su acierto exterior y su experiencia. Por mucho que los angelinos intentarán, la diferencia local seguía rondando los diez puntos al descanso. David Adelman debía calentar a sus jugadores en los vestuarios porque, con un parcial de cinco a cero, obligaba al técnico visitante a reaccionar. Daba igual, con un Murray excepcional y mucha agresividad la diferencia se acercaba a los veinte puntos y los Clippers debían activar las manos en su defensa para recuperar algo el marcador y dejar la diferencia en los ocho puntos que reflejaba el marcador al descanso. De nuevo Denver tiraba de sus jugadores de banquillo para subir el tono defensivo, los californianos sufrían para atacar en estático y, como los de Colorado volvían a meter los triples, la diferencia se había doblado para encarar los doce minutos definitivos. Por encima Michael Porter Jr se convertía en un aliado para Murray y la diferencia subía de la veintena de puntos. Lue focalizaba el ataque de su equipo en Ivica Zubac y Adelman bajaba la tensión sobre la cancha. Gracias a los puntos de Gordon y Murray, el Ball Arena se ahorra varios minutos de sufrimiento. Los Nuggets tomaban la delantera en la eliminatoria, tres a dos. Invitado inesperado: Russell Westbrook (Nuggets)

El Intuit Dome esperaba que los suyos subiesen el nivel y llevasen la serie hasta el séptimo partido, por ello no paraban de animar desde el primer minuto y desde el primer minuto se hacía complicado encontrar buenas posiciones para lanzar a canasta. Sin embargo los ataques no estaban mal trabajados y la única diferencia era que mientras los Nuggets recurrían más a Jamal Murray, en los visitantes se buscaba un estilo más agresivo. Como quiera que hasta la entrada de los suplentes no llegaba el primer triple local, en Los Angeles no se veía con malos ojos ver el partido a una canasta al afrontar el segundo cuarto. Un cuarto donde el juego se reafirmaba por parte de ambos equipos, la agresividad de los Clippers traía aparejada los balones perdidos por los visitantes, Murray ya no era suficiente y hasta con Nikola Jokic, de regreso a la pista tras un tiempo muerto de David Adelman, el equipo de Colorado sufría para contener la energía del quinteto bajo angelino. Con la diferencia en siete puntos, gracias a nuevas instrucciones de Adelman, Denver lograba igualar la intensidad en el juego y aprovechaba los ataques más lentos de los locales, con Ivica Zubac en pista, para aproximarse en el marcador. Con la diferencia en la mínima expresión todo quedaba abierto de cara a la segunda mitad. El paso por los vestuarios apenas cambiaba el panorama en el juego, había más determinación en el juego angelino y, tras dos minutos, Adelman se rendía a la evidencia; tenía que parar el partido. Ambas defensas apretaban pero, sin acierto exterior en los visitantes, los Clippers tomaban distancia con un Norman Powell espectacular. Con la diferencia en ocho puntos, Tyronn Lue se levantaba de su asiento para poder dar un alivio al despliegue físico local. La táctica funcionaba, las dudas ofensivas de los Nuggets iban en aumento, a los de Colorado les faltaba el físico y, con la diferencia en catorce puntos, el técnico visitante volvía a intervenir. Eso no frenaba a un Powell con la confianza por las nubes y en Denver agradecían a su acierto en el triple el llegar al cuarto final con once puntos de desventaja. En los Nuggets ya sabían lo que les esperaba y presentaban un quinteto pequeño para entrar en ritmo desde el principio. Sin embargo no servía de mucho, Jamal Murray se dejaba la piel ante Kawhi Leonard, pero la lucha era local; Nicolas Batum controlaba a Jokic y la diferencia se manejaba por encima de los diez puntos entrando en los cinco minutos finales. Los Clippers optaban por gastar tiempo y bajaban el nivel de intensidad de su ofensiva, volvían los altos a la pista y Denver se aprovechaba de ello. Seis puntos no era demasiada ventaja entrando en los tres minutos finales y Lue quería recomponer a los angelinos. Para sorpresa general volvían a incurrir en el error, Russell Westbrook fallaba una bandeja para poner a temblar al Intuit Dome y Powell, con un triple desde la esquina, levantaba del asiento al público presente. Restaban dos minutos por jugarse pero, a pesar de que los Nuggets se ponían a cinco puntos, y a que Harden regalaba el balón a la defensa visitante faltando cuarenta segundos, el golpe moral era definitivo por la buena defensa de Zubac. La eliminatoria se decidiría en Colorado. Invitado inesperado: Nicolas Batum (Clippers)

La importancia del arranque del séptimo partido hacía que Tyronn Lue optase por la experiencia de Derrick Jones Jr en el quinteto titular, dejando a Kris Dunn en el banquillo. Y los primeros minutos le daban la razón al técnico angelino, junto con Christian Braun, que se movía muy bien sin balón, el alero era de los pocos acertados en el tiro en el inicio y las primeras ventajas eran de los Clippers. David Adelman decidía intervenis, a Jones Jr se le cerraba el aro y Denver, pudiendo correr, se ponía por delante en el marcador. Los visitantes se volvían cada vez más individualistas pero, con una versión acertada de Bogdan Bogdanovic, los californianos cerraban el primer acto con cinco puntos de ventaja. El segundo cuarto amanecía con una zona de los Nuggets y James Harden debía volver a la pista antes de tiempo, aunque el gran problema llegaba para controlar las situaciones bajo canasta sin Ivica Zubac. Por encima los angelinos dejaban de cuidar el balón y, con un Russell Westbrook sobreexcitado, el marcador se ponía del lado local. Y, pese al tiempo muerto de Lue, los de Colorado tenían la energía, y el acierto exterior, de su lado. Nikola Jokic aparecía en la ofensiva de Denver y los visitantes sólo encontraban puntos en Kawhi Leonard y Harden. Como por encima Jamal Murray se inspiraba, el parcial de cierre del cuarto era de doce a cuatro y la ventaja local superaba los diez puntos al descanso. El Ball Arena se retiraba a reponer energías con una sonrisa en la boca y, cuando el público local aún no había vuelto a sus asientos, los Clippers tenían que parar el partido. La diferencia ya llegaba a los quince puntos en apenas minuto y medio de segunda mitad, aunque lo peor era la falta de actitud defensiva. El parcial inicial se ampliaba poco a poco tras salir de los banquillos, los Nuggets tenían más intensidad y acierto exterior. La diferencia superaba los veinte puntos y, aún cerrando el parcial en diecisiete a cero, con una canasta de Norman Powell, los angelinos se veían incapaces de remontar. Ni siquiera los minutos de cierta relajación del cuadro local eran aprovechados por los californianos que llegaban al cuarto final a casi treinta puntos y las peores sensaciones. No había que esperar demasiado para dar por finalizada la temporada de los Clippers, tras un descalabro curioso en el séptimo partido de la eliminatoria. Invitado inesperado: Russell Westbrook, Peyton Watson (Nuggets)

Eliminatoria cerrada: Nuggets ganan cuatro a uno

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