Fuente: yardbarker.com

Tras caer derrotados en los dos primeros partidos de la eliminatoria, volver a Los Angeles debía ser un alivio para los Lakers. El público del Crypto.como respondía calentando el ambiente para el salto inicial y, a pesar de las dudas  que se habían generado porque LeBron James estaba tocado en su tobillo, el equipo angelino mostraba una buena versión de conjunto para encontrar a Anthony Davis bajo canasta. La respuesta de los Nuggets también tenía un referente en una de sus estrellas, en este caso el equipo de Colorado trabajaba para dar espacio a un Jamal Murray muy inspirado. Sin embargo, a mitad de cuarto, el pivot local ya no se encontraba los caminos hacia la canasta tan abiertos y D´Angelo Russell no encontraba acierto en el tiro exterior. El parón ofensivo de los Lakers obligaba a Darvin Ham a reaccionar, porque la desventaja californiana se acercaba a los diez puntos. De poco servía, Davis rompía un parcial de trece a cero desde la línea de tiros libres y, tras casi seis minutos, LeBron hacía la primera canasta en juego de su equipo. El juego de Denver comenzaba a encontrar apoyo en los secundarios como Aaron Gordon, los triples entraban y en el Crypto.com se respiraba con angustia, el equipo angelino cerraba el primer cuarto una docena de puntos por detrás. Estaba por ver como le iba a los visitantes sin Murray sobre la pista y el descanso del base era aprovechado por los angelinos, gracias a un Austin Reaves agresivo, para reducir la distancia a la mitad. Los Lakers no frenaban sus ansias por finalizar bajo el aro contrario, pero los Nuggets contaban con sus referencias ofensivas a su mejor nivel y la diferencia volvía a los dos dígitos. La complicada situación necesitaba un cambio de rumbo total en el equipo local, Dennis Schroder se convertía en una lapa sobre Murray y, con un Reaves inspirado en ataque, los angelinos llegaban al descanso a una canasta y con las esperanzas al máximo. El reposo traía más recursos en el ataque visitante al encontrar el acierto de Kentavious Caldwell-Pope en los tiros abiertos, pero Anthony Davis no era contenido en defensa y Malone paraba el partido. Sin embargo la situación era peor porque, en menos de un minuto, a Nikola Jokic le pitaban su cuarta falta personal. El técnico visitante optaba por poner sobre la pista un quinteto bajo, pero los Lakers no tenían problemas para empatar el partido castigando la debilidad defensiva bajo canasta. Se hacía necesario otro tiempo muerto, e incorporar a Jeff Green, para ver la reacción de Denver desde la defensa y pudiendo correr. Ahora era Ham el encargado de ordenar a su equipo. No funcionaba realmente, los triples y un Caldwell-Pope acertado mantenían a los Nuggets con una mínima ventaja para el cuarto final, a pesar del acierto exterior de LeBron James. Los nervios eran muchos y la experiencia angelina les ponía por delante en el marcador. Rui Hachimura se convertía en un problema para la defensa visitante y Jokic se quedaba solo en el ataque visitante. Darvin Ham optaba por dar un mínimo descanso a LeBron y Denver aprovechaba para tomar cinco puntos de ventaja. Volvían a la pista la estrella local, sin ritmo, y Murray; el ataque local se quedaba sin recursos con el cansancio de Davis y los triples visitantes entraban. El parcial era de trece a cero y Jokic se ponía a dirigir el ataque visitante de forma excepcional para poder controlar los intentos locales. La tercera victoria era para los Nuggets, que podían cerrar la serie a domicilio. Invitado inesperado: Bruce Brown (Nuggets)

Fuente: anhfiredigital.com

La primera bola de partido para Denver era a domicilio y, tal vez por eso, el arranque del partido favorecía al equipo local. Las novedades en el quinteto titular de los Lakers, Dennis Schroder por D´Angelo Russell y Rui Hachimura por Jarret Vanderbilt, les permitían mostrar una faceta más agresiva en su juego. Buscando el aro constantemente, y ante el desacierto exterior visitante, los angelinos obligaban a Mike Malone a parar el partido porque la diferencia se acercaba a los diez puntos. El parón despertaba el ataque visitante, Aaron Gordon se mostraba más activo y Kentavious Caldwell-Pope estaba acertado con los triples para igualar el marcador. Sin embargo LeBron James hacía de todo en ataque y metía incluso sin querer tirar a canasta para abrir otra vez la distancia con un parcial de ocho a cero. Los Nuggets tenían que apretar con su mejor versión de conjunto para volver a apretar el marcador pero, tras un tiempo muerto de Darvin Ham, LeBron se encargaba de hacer de todo para poner a los Lakers con una ligera ventaja para el segundo acto. El parón no le sentaba bien a Denver que, al dejar a Jamal Murray la responsabilidad total a nivel ofensivo, se veía incapaz de superar la agresiva defensa local. Pudiendo correr tras robar el balón, LeBron ponía la ventaja local en los dos dígitos y los de Colorado paraban el partido. Los equipos volvían a la pista con más agresividad; Aaron Gordon y LeBron eran demasiado cariñosos y se repartían una técnica cada uno, el partido se ponía duro y la ventaja local crecía tras una técnica a Mike Malone por protestar la tercera falta personal de Nikola Jokic. Castigando bajo canasta constantemente los Lakers conseguían responder a la mejor versión ofensiva visitante y llegar al descanso con quince puntos de ventaja. El cuarto de hora había permitido reflexionar a Denver, que salía al partido con otra intensidad. Desde la defensa reducía la ventaja local a la mitad y obligaba al técnico local a solicitar la presencia de sus jugadores en el banquillo. Las instrucciones no funcionaba porque, aunque los angelino continuaban buscando la canasta contraria, la finalización no era sencilla y el juego interior visitante se hacía con el dominio de las zonas. Tras ocho minutos de cuarto los Nuggets mandaban en el marcador y, a pesar de que un tiempo muerto local despertaba a su jugador franquicia en este periodo, la ventaja visitante era de cinco puntos para el acto final. Los Lakers necesitaban más energía en su juego y Tristan Thomspon salía del banquillo para desesperar a Jokic con constantes contactos y permitir a los locales empatar el partido rápidamente. Mike Malone le recordaba al pivot serbio que tenía compañeros para ayudarle y Bruce Brown aprovechaba las debilidades de la defensa local para abrir un pequeño hueco en el marcador. La situación no parecía favorable para los angelinos pero, con la quinta falta personal de Jokic, Anthony Davis se crecía en las zonas para empatar el partido a cinco minutos para el final. El técnico visitante buscaba el modo de aclarar el ataque de los Nuggets y, como los Lakers no metían los triples, a base de tiros libres la ventaja volvía a crecer hasta los cinco puntos restando tres minutos. Darvin Ham volvía a establecer a Davis bajo canasta y, con la defensa a tope, se llegaba al minuto final con empate en el marcador. Jokic buscaba sorprender a la defensa atacando en velocidad el aro y ponía por delante a los suyos. Los angelinos se topaban con dificultades para circular el balón y tenían cuatro segundos de posesión sacando de banda. Los locales necesitaban diseñar una jugada para empatar el partido pero, tras asegurar la recepción de LeBron, el tiro de la estrella local era demasiado forzado para entrar. Restaban poco más de veinte segundos y Denver podía decidir el partido en la siguiente posesión, Murray decidía no soltar el balón y su jugada acababa con otro mal tiro y el rebote era para los locales que disponían de cuatro segundos para realizar el ataque final. El técnico del equipo angelino volvía a dejar la posesión final en las manos de su jugador franquicia, que decidía encarar la canasta con toda su energía. Lo que no tenía en cuenta era que Jamal Murray había decidido abandonar a su emparejamiento y, al quedarse en el centro de la zona, conseguía dejar a la estrella local sin una buena opción de tiro en su bandeja. Los Nuggets se iban de Los Angeles con el deber cumplido y se clasificaban para sus primeras finales de la NBA. Invitado inesperado: Mike Malone (Nuggets)

Eliminatoria cerrada: Nuggets ganan cuatro a cero