Fuente: semferrsport.com

El tercer partido era fundamental para el desarrolla de la serie y en Los Angeles lo sabían. Así el Crypto.com vestía sus mejores galas para apoyar a su equipo y este no decepcionaba con su buen arranque. La defensa no permitía ni un tiro fácil de los Warriors y D´Angelo Russell salía con su versión más acertada en el tiro de tres puntos. Además los angelinos sumaban la aportación de Anthony Davis bajo canasta y la ventaja local, de siete puntos, obligaba a Stephen Curry a reaccionar. Con eso, y el acierto exterior, los de San Francisco se acercaban en el marcador y no tardaban en ponerse por delante con la mejor aportación de sus jugadores de banquillo. Así las cosas, al unirse el cansancio del pivot local con la versión más acertada de Klay Thompson, Golden State se retiraba al banquillo con siete puntos de ventaja. El segundo acto amanecía con menos puntos, ya que ambos equipos no metían los tiros abiertos. Pese a todo los visitantes ampliaban su ventaja por encima de los diez puntos pero, de repente, la precipitación y los balones perdidos le cambiaban el panorama al partido. La defensa local no permitía tiros cómodos y LeBron James comandaba un parcial que, tras una flagrante de Moses Moody, era de trece a cero. Ponerse al timón del partido daba más energía al equipo angelino y Draymond Green se desesperaba tras cambiar el criterio los árbitros en la señalización de una falta personal. La técnica al pivot empeoraba la situación, las pérdidas de balón eran una constante y el tiro de tres puntos no entraba. Los Warriors veían como Russell les toreaba y el parcial llegaba a ser de veintidós a dos. Los Lakers se ponían con nueve puntos de ventaja y, pese a una ligera reacción visitante, que les ponía a tres puntos, la mala racha y los árbitros, que castigaban con una técnica a Ja Mychal Green en el banquillo, la ventaja angelina era de once puntos al descanso. Golden State se iba a los vestuarios dando demasiadas vueltas a su cabeza y, tal vez por eso, el inicio de la segunda mitad era igual de desastroso. Los Warriors no metían ni los mates y, aunque los Lakers no estaban especialmente acertados, las sensaciones visitantes eran horribles y la desventaja aumentaba ligeramente. Sin embargo el partido se volvía loco y Darvin Ham decidía intervenir para evitar males mayores. Subían los contactos en el partido y, como los visitantes no tenían continuidad en su ataque, LeBron James sacaba toda su energía para poner la ventaja local cerca de los veinte puntos de cara al último acto. Un cuarto donde Dennis Schroder se bastaba para resolver el partido ante la inoperancia de Golden State y hasta podía regalar una técnica con una protesta absurda. Los Lakers se ponían por delante en la eliminatoria, dos a uno, y tenían otra oportunidad, en casa, para casi resolver el pase a la final de conferencia. Invitado inesperado: Dennis Schroder (Lakers)

En el Crypto.com se disfrutaba ambiente de gran partido antes de empezar a jugar y, viendo a Gary Payton Jr en el quinteto titular visitante, las esperanzas de victoria se veían redobladas. Y los primeros minutos confirmaban esas buenas sensaciones porque, con el dominio de Anthony Davis, y la facilidad para perder el balón del cuadro visitante, los Lakers tomaban la iniciativa en el marcador y Steve Kerr paraba el partido. Controlado el pivot por la defensa visitante, y con su mejor movimiento de balón atacando en velocidad, Golden State se ponía por delante en el marcador. Sin embargo Payton Jr se tenía que ir a los vestuarios, la defensa visitante se resentía y, sin acierto exterior en el cuadro visitante, los angelinos cerraban el primer cuarto con una mínima ventaja. El segundo capítulo de la historia presentaba la peor defensa de los Lakers y Darvin Ham intervenía buscando recuperar su actividad normal. Sin embargo eran los fallos visitantes lo que daba aire a los angelinos, que encontraban en sus estrellas la forma de sobrevivir. La defensa volvía a convertirse en un problema a solventar por el técnico local y, pese a la aparición de Stephen Curry, el esfuerzo de Davis era suficiente porque el base visitante no tenía energía ni para meter bandejas sencillas; los Warriors llegaban al descanso con tres puntos de ventaja. El reposo era agradecido por ambos equipos y el desacierto exterior visitante permitía a LeBron James y Austin Reaves completar un parcial de diez a cero que complicaba la situación de los actuales campeones. La reacción de Kerr era inmediata y ese parón enfriaba la maquinaria ofensiva local; sin anotación angelina, y con mal balance defensivo, Gary Payton Jr era el protagonista de devolver un parcial de nuevea cero. El tiempo muerto local dejaba el ataque en manos del esfuerzo de su pivot ante la mejor versión ofensiva visitante. El partido amenazaba con romperse pero, inesperadamente, el esfuerzo defensivo y ofensivo de Dennis Schroder permitía a los Lakers acercarse en el marcador. Sólo el acierto de Donte DiVicenzo permitía a Golden State llegar con siete puntos de ventaja al cuarto final. Esta vez el paso por los banquillos frenaba el acierto visitante y, con la mejor versión de conjunto local, el partido estaba empatado en dos minutos. En los Warriors aparecía el miedo a tirar en cualquiera que no fuese sus estrellas. Lonnie Walker IV y Curry eran los protagonistas ofensivos, pero el agotamiento hacía acto de presencia. En medio del desacierto sólo la agresividad de LeBron James permitía a los Lakers presentarse en los sesenta segundos finales con un punto de ventaja y la posesión de balón. La posesión angelina terminaba en un tiro abierto de su jugador franquicia, pero no entraba y Curry se jugaba la posesión visitante. Hasta dos veces intentaba desbordar en uno contra uno a Anthony Davis, pero no era capaz. Sus triples no entraban y Walker se iba a la línea de tiros libres para elevar la ventaja local hasta los tres puntos con quince segundos por jugar. La jugada diseñada por el banquillo visitante, para buscar el empate, era leída por la defensa local y el balón perdido acababa en un salto entre dos. Un balón dividido que acababa en las manos de Curry pero, ante la presión, lo soltaba para que acabase saliendo por la banda. La posesión era angelina y la victoria también. Los Warriors se jugaban toda la temporada en San Francisco, no podían cometer más fallos. Invitado inesperado: Dennis Schroder, Lonnie Walker IV (Lakers)

Fuente: valleyofthesuns.com

El Footprint Center estaba nervioso tras las dos derrotas de Phoenix a domicilio, sobre todo porque con la baja de Chris Paul todo parecía más complicado. Sin embargo sus sustituto, Cameron Payne, aceleraba el ritmo del ataque local para contrarrestar la versión más acertada de Jamal Murray y, gracias a un Devin Booker muy acertado, los de Arizona mandaban en el partido con una corta renta que provocaban el tiempo muerto de Mike Malone. Esto centraba el juego ofensivo visitante en Nikola Jokic y, con el ataque mejor repartido, los Nuggets llegaban al segundo cuarto con una canasta de ventaja a pesar de que Booker seguía inspirado. La aparición del banquillo traía más intensidad al cuadro visitante pero, como Kevin Durant encontraba la compañía de sus suplentes, los Suns tomaban una renta de seis puntos. La soledad ofensiva de Bruce Brown era preocupante y el técnico visitante pisaba el freno tras encajar un parcial de doce a dos. Regresaba de su reposo Booker para doblar la ventaja local y, nuevamente, Malone buscaba dar unas instrucciones porque el partido estaba demasiado acelerado. A pesar de la aportación de las estrellas del equipo de Colorado, Phoenix se iba a los vestuarios con quince puntos de desventaja. El intermedio obligaba a una reflexión profunda en los visitantes y Denver salía con otra actitud al partido. Un parcial de once a dos, liderado por Jokic y Murray, obligaban a Monty Williams a levantarse para dar una charla a sus jugadores. Ahora los Suns ataban su suerte al acierto de sus estrellas, pero la confianza en los Nuggets estaba disparada. No tardaban en ponerse al mando en el partido y los de Arizona necesitaban de la versión más intensa de sus jugadores de banquillo para mantener tres puntos de ventaja para los doce minutos finales. unos minutos que se abrían con la mejor versión de Devin Booker y, ante el desacierto de Murray, los de Colorado paraban el partido. El parcial encajado en noventa segundos, de siete a cero, permitía respirar a los locales. Los contactos eran constantes y el cansancio pesaba en los Nuggets que hasta no medían bien su tiempo de posesión en ataque. Las estrella visitantes aparecían y acercaban el marcador, aprovechando el descanso proporcionado por Monty Williams a su escolta. Claro que, con su vuelta, el ataque local respiraba; Denver no acertaba desde el exterior y, acompañado por cinco puntos importantes de TJ Warren, Booker mantenía a Phoenix con una cómoda renta de nueve puntos entrando en el minuto final. Pese a los intentos de Michael Porter Jr en el Footprint Center respiraban aliviados tras la primera victoria de su equipo en la serie. Invitado inesperado: Jock Landale, TJ Warren (Suns)

La primera victoria de la eliminatoria había hecho renacer las esperanzas del Footprint Center y Denver se presentaba al partido con más agresividad. Así, frente al acierto de las estrellas locales, los de Colorado encontraban la solución con el rebote ofensivo y mantenían el marcador apretado hasta que sus jugadores franquicia se despertaban. El parcial era de trece a dos y Monty Williams interrumpía el ritmo del partido. Devin Booker sacaba todo su repertorio ofensivo y, con el cansancio de Nikola Jokic, la desventaja local era mínima tras los doce minutos del primer acto. Sorprendía ver, en el arranque del segundo cuarto, como la defensa visitante flaqueaba y Mike Malone no tardaba noventa segundos en solicitar el tiempo muerto. El ajuste defensivo no funcionaba ante el acierto en los tiros abiertos de los suplentes de los Suns y, como Jamal Murray no tenía otra compañía ofensiva, los locales mandaban en el marcador. Malone recurría a su jugador más valioso para mantener el ritmo anotador de un Booker imparable. El partido estaba tenso y, como el propietario de Phoenix no quería entregar un balón salido por la banda, Jokic le empujaba y se ganaba una técnica muy tonta. A pesar de que De Andre Ayton cometía su tercera falta personal, los Suns encontraban en su banquillo los puntos necesarios para llegar al descanso con dos puntos de ventaja. El partido estaba en el aire y las defensas se ajustaban tras el paso por los vestuarios, la anotación iba a tirones, en función del acierto de los secundarios de cada equipo y la iniciativa era visitante. Nuevamente Booker encabezaba, junto con Kevin Durant, la reacción loca y el técnico visitante llamaba a sus jugadores. Jokic se multiplicaba en ataque, pero los Suns empezaban a defender más fuerte y a jugar más en equipo en su ataque. Como además su tiro exterior comenzaba a entrar, los Nuggets llegaban a los últimos doce minutos con seis puntos de desventaja a pesar del acierto de Murray. El último periodo era decisivo y no sorprendía ver como los contactos en defensa eran constantes, la única anotación visitante constante era su base titular y Malone no tardaba en incorporar a la pista a Jokic. Servía de poco porque Landry Shamet cogía una buena racha en los tiros abierto y la ventaja local se aproximaba a los diez puntos cuando los visitantes volvían a parar del partido. La racha de Shamet seguía y Jock Landale se hacía grande en ambas zonas. A pesar del esfuerzo de su jugador franquicia, Denver no podía evitar que la diferencia llegase a los dos dígitos entrando en los cinco minutos finales. Mike Malone echaba una bronca de desesperación a los de Colorado y el equipo reaccionaba desde la defensa para ponerse a tres puntos entrando en el minuto final. Phoenix volvía a buscar a Shamet detrás de la línea de los tres puntos, pero erraba y, en el siguiente ataque, A Nikola Jokic le resbalaba el balón de las manos. El balón suelto acababa en su salto entre dos que ganaban los locales, el dos contrauno de los Nuggets era demasiado agresivo y TJ Warren ponía a los de Arizona con cinco puntos de ventaja restando más de veinte segundos por jugarse. La responsabilidad del ataque visitante recaía en el pivot serbio que, inesperadamente, forzaba la búsqueda de la canasta contraria y el fallo en el tiro era recogido por Durant para finiquitar el partido desde la línea de tiros libres. La serie volvía a Colorado con empate a dos. Invitado inesperado: Jock Landale, Landry Shamet, Terrence Ross (Suns)