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El Chase Center presentaba el mejor aspecto posible de cara al primer partido de las finales aunque, realmente, la afición local se mostraba un poco relajada. Donde no había ocasión para la relajación era sobre la pista; las defensas no permitían muchas alegrías, casi todo el juego era exterior y la iniciativa era para Golden State porque encontraba más variedad en su anotación. Como quiera que los Celtics vivían del acierto en los tiros abiertos de Marcus Smart, y que Stephen Curry se desataba con tres triples, Ima Udoka tenía que parar el partido en mitad del primer cuarto. El partido se aceleraba y Derrick White surgía del banquillo visitante para dar sentido al ataque de Boston. Pese a todo, como Curry no fallaba un triple, los Warriors cerraban el primer acto con una corta ventaja.

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Los de Massachusetts no podían estar descontentos con los cuatro puntos de desventaja con los que se abría el segundo cuarto.  Después de todo se había desatado una tormenta de acierto local y habían sobrevivido. Claro que las sensaciones no habían sido demasiado buenas en los doce minutos iniciales y se repetían los problemas de los visitantes. En apenas tres minutos Otto Porter Jr, con su acierto exterior, y la mayor variedad ofensiva local, hacían necesario un tiempo muerto porque, pese a que hasta Daniel Theiss metía un triple, los Celtics no podían seguir el ritmo ofensivo de los locales. Udoka recurría a su quinteto titular para subir la agresividad defensiva sobre la pista aunque, pese a ello, Golden State cerraba un parcial de ocho a cero que les daba diez puntos de ventaja. Sin embargo Boston comenzaba a repartir más su juego ofensivo y, pese a los intentos de Steve Kerr por evitarlo, los balones perdidos por los locales, y el empeño de Jaylen Brown, conseguían igualar el partido tras un parcial de diez a cero. Kevon Looney surgía del banquillo para insuflar puntos a los Warriors con su rebote ofensivo, Porter Jr volvía a la pista para abrir el juego porque el ataque estaba atascado y, tras una tercera falta personal de Curry, se cerraba la primera mitad con una mínima ventaja visitante.

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El tiempo de asueto refrescaba las ideas locales que, al regreso de los vestuarios, salía con su mejor versión de equipo. Los balones perdidos cambiaban de bando, Curry volvía a ser incontrolable para la defensa visitante y Andre Wiggins acompañaba en el ataque para poner a Golden State al borde de llevar la diferencia a los dos dígitos. La reunión de los verdes era necesaria y Udoka veía necesario retirar del campo a Robert Williams III para abrir el campo. Jayson Tatum despertaba de veinte minutos sin anotar en juego y los triples visitantes volvían a entrar. Derrick White y Jordan Poole cobraban protagonismo en el partido pero, como Curry seguía imparable, los Warriors llegaban al acto final con una docena de puntos a su favor.

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El último cuarto era un todo o nada para los Celtics y Jaylen Brown, viendo lo complicado de la situación por el desacierto de su jugador franquicia, cargaba con la responsabilidad ofensiva de su equipo. Mientras Golden State daba un descanso a su base y el ataque local se atascaba. El parcial era de siete a cero, Steve Kerr necesitaba llamar la atención de sus jugadores y reintegrar al juego a su estrella para mejorar la dirección de ataque. El alivio era ofensivo porque, inesperadamente, Brown seguía siendo incontrolable para la defensa californiana que comenzaba a permitir demasiados espacios a los tiradores visitantes. Derrick White, con dos triples consecutivos, empataba el partido a mitad de cuarto y Horford, con otro triple, daba el mando en el partido a los Celtics. El golpe afectaba a los locales que, pese a las instrucciones de su técnico, no tenían un ataque claro por la constante presión sobre el balón de la defensa de Boston. Los Warriors no metían ni los tiros libres, Curry estaba cansado y los triples visitantes no paraban de caer dentro. Tras cinco minutos sin anotación local, y dos aciertos exteriores de Marcus Smart, el parcial de diecisiete a cero había decidido el partido. Los Celtics se ponían por delante en la serie tras vencer a domicilio. Invitado inesperado: Derrick White (Celtics)