JJOO TOKIO 2020: Opciones españolas de medalla (I): Incertidumbre en los pilares

Mireia Belmonte tras llegar a meta

Con un año de retraso, en medio de una pandemia que se resiste a desaparecer y la frotal oposición popular en tierras japonesas a su celebración, pero los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 se llevarán a cabo, aunque sea en 2021. Del 23 de julio al 8 de agosto se pondrá en marcha la edición más atípica de la competición deportiva más importante a nivel mundial, la máxima aspiración de gran parte de los deportistas. Las restrictivas medidas sanitarias, que incluyen la ausencia de público en las gradas, arrebatan a todos el ambiente especial y único que convierte a los Juegos Olímpicos en un acontecimiento que trasciende al deporte, pues durante más de dos semanas el centro de atención de la actualidad recae en unos deportistas que pasan, en muchos casos, por el más absoluto anonimato los cuatro años anteriores. Vuelven los nombres desconocidos que se transforman en populares por unos días, el espíritu de unidad que crea un equipo formado por especialidades muy dispares, las grandes audiencias en deportes minoritarios, los expertos de barra que hablan con soltura sobre deportes de los que ni habían oído hablar nunca antes. En fin, lo que representa una cita olímpica cada cuatro años, aunque sea en un escenario tan poco propicio como el actual.

Como en cada edición, también se repite un hábito que sigo desde Pekin 2008 como aperitivo al festín olímpico: las entradas que repasan las posibilidades de medalla de los deportistas españoles. Un año más la estructura será la misma, dividida en cuatro entradas que desarrollarán las opciones de subir al podio con el mayor rigor posible. También el orden será similar, por lo que arrancaremos este resumen con los tres deportes que forman los pilares olímpicos, las disciplinas que suponen la referencia en cada cita olímpica, las que marcan la diferencia entre las grandes potencias deportivas y el resto y de las que salen los héroes y grandes protagonistas. Por supuesto, nos referimos al atletismo, la natación y la gimnasia artística.

ATLETISMO

El deporte rey de los Juegos Olímpicos, el gran protagonista de la segunda semana de competición y plagado de nombres legendarios que labraron su fama y gloria en el estadio olímpico. De los tres pilares olímpicos, es el que mayor cosecha de medallas ha aportado al deporte español en toda su historia, aunque los resultados conseguidos no son suficientes para convertir el atletismo nacional en referencia ni mucho menos. Las dos medallas conseguidas en Río acabaron con una sequía que duraba doce años, pero las expectativas no mejoran lo obtenido en la ciudad brasileña; de hecho, repetir ese número se podría considerar un éxito. El atletismo español tiene un respetable nivel medio y la aparición de jóvenes en pruebas desfavorables por tradición le ha dotado de una mayor variedad, pero no abundan las figuras que aparecen en los pronósticos como claro aspirante al podio. El atleta que más se ajusta a ese nivel es Orlando Ortega, vigente plata en 110 vallas, pero el hispano-cubano ha atravesado problemas físicos en los últimos meses que convierten en una incógnita sus opciones reales en Tokio. Se contaba con él como la principal baza más allá de la eterna esperanza que supone la marcha, aunque el naufragio en el pasado Mundial resta opciones a los Alvaro Martín, Diego García o María Pérez ante la pujanza de chinos y japoneses. Todo a una carta, una costumbre recurrente en el deporte español, hasta la aparición fulgurante este año de Mohamed Katir. Ya realizó un invierno prometedor, pero este verano ha revolucionado el atletismo nacional con sus marcas en mediofondo y 5.000 metros. En el último mes ha rebajado el record de España de esta última distancia y acabó con los 24 años de vigencia de Fermín Cacho como plusmarquista español de los 1.500 metros. Llegará a la capital japonesa en plena forma, como lo demuestra la reciente exhibición en la milla que disputó en Gateshead. Suena osado pensar que pueda meterse en la pelea con la legión africana y Jakob Ingebrigtsen, pero él mismo no descarta volver de Tokio con una medalla. De todo lo demás, lo más sensato es considerar opciones de diploma, como puede ser el caso de Ana Peleteiro (excelente competidora, pero la competencia en triple salto es durísima), Fernando Carro, Javier Cienfuegos o incluso el 1.500 si Mechaal o Jesús Gómez no pierden la cabeza en carreras tácticas, que ya es pedir mucho.

Mohamed KatirFuente: eurosport.com

NATACIÓN

Sin duda, el gran quebradero de cabeza del deporte español en los Juegos Olímpicos, un foco constante de problemas, peleas y mala gestión que impide que la natación española sea capaz de instalarse, al menos, como una potencia media en el panorama internacional. Al final, todo acaba centrado en la gran figura de turno, cuyo brillo enmascara todas las deficiencias que asolan a las estructuras de este deporte en España y se repiten invariablemente cada ciclo olímpico. Del talento individual llegaron las ocho medallas logradas en natación en Juegos Olímpicos, la mitad por parte de la misma nadadora: Mireia Belmonte. En los últimos diez años ha sido el gran referente, una de las estrellas más destacadas del deporte español, la figura mediática con la que siempre se contaba para sumar triunfos. Sin embargo, las lesiones le han perseguido desde 2018 y apenas ha competido internacionalmente al más alto nivel desde entonces. En Tokio no estará en los 200 mariposa y 400 estilos, sus pruebas predilectas, y solo competirá en los 800 y 1.500 libres, donde Katie Ledecky ha construido su cortijo particular desde los JJOO de Londres y las jóvenes que han surgido en años precedentes han encarecido enormemente las medallas. Alcanzar las finales se antoja un triunfo en una despedida olímpica más deslucida de lo que merece su laureada carrera.

Hugo GonzálezFuente: madridiario.es

Su testigo lo recoge la nueva estrella emergente, Hugo González, la gran promesa que fascinaba en su etapa junior y ha alcanzado la madurez deportiva este año. Se ha desarrollado a fuego lento, con más calma de la que se esperaba en un deporte plagado de talentos precoces, pero su explosión llegó al fin. Sus prometedoras marcas en los Campeonatos Universitarios en Estados Unidos fueron la antesala a su gran actuación en el Europeo. La plata en los 50 y 100 espalda le pusieron en el foco. Su espectacular final en los 200 estilos le valió su primer oro en categoría absoluta y una de las mejores marcas mundiales del año. Si ha guardado algo bajo la manga de cara a los Juegos Olímpicos entrará en la pelea por las medallas, pues talento siempre tuvo de sobra. Será la gran esperanza de un equipo reducido y que tendrá pocas oportunidades. Como posibles finalistas sí se encuentran algunas opciones más. Joanllu Pons es un nadador infravalorado pese a rendir a buen nivel en la alta competición, como prueba su bronce europeo en 2018 y el cuarto puesto en el Mundial de 2019 en 400 estilos, aunque no estuvo en sus mejores registros en el pasado Europeo. Tampoco lo consiguió en 200 braza Jessica Vall, una veterana fiable que enfocó su preparación para llegar a tope a Tokio, pero se desconoce si su mejoría en las últimas semanas servirá para alcanzar la final. Más allá, el páramo que se repite cada cuatro años.

GIMNASIA

Fue el deporte que más alegrías dio entre los pilares olímpicos durante la primera década de este siglo, la época más exitosa de la gimnasia española y que finalizó con la plata en suelo que logró el gran Gervasio Deferr en Pekin 2008. Desde entonces, España ha pasado a un plano discreto donde los puestos de honor siempre quedaban lejos. Sin embargo, se aprecia una moderada evolución en los últimos años. Tanto el equipo masculino como el femenino consiguieron su plaza para los Juegos Olímpicos, algo que no se lograba desde Atenas 2004. No se cuenta con que alguno pueda meter la cabeza en la final, pero ya es un avance que ambos aparezcan por la cita olímpica. Para pensar en opciones de medalla, todas las posibilidades recaen en Ray Zapata, la gran figura de la gimnasia española en esta etapa de transición. El hispano-dominicano es una de las referencias mundiales en suelo, pero ni siquiera consiguió entrar en la final en Río. En Tokio emprenderá un nuevo asalto al podio con un nuevo ejercicio, Zapata II, personal y muy arriesgado, que ha tenido buena acogida este año en la Copa del Mundo. Si consigue clavarlo sus opciones de lograr medalla serán muy elevadas, pero tendrá que lidiar con la presión mucho mejor que en ocasiones precedentes y dejar atrás el fiasco de la edición anterior. No olvidemos que Gervasio Deferr tuvo que esperar a la tercera para conseguirlo en su aparato predilecto, aunque los dos oros en salto ya le habían catapultado hacia la gloria.

 Ray ZapataFuente: historiadeportiva.com

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1 Comment on "JJOO TOKIO 2020: Opciones españolas de medalla (I): Incertidumbre en los pilares"

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2 years 9 months ago

Buena entrada sobre nuestras opciones, pero habría que corregir un dato: Mireia sí va a estar en los 400 estilos, la única prueba creo yo en la que puede tener alguna opción, por las pocas nadadoras inscritas y porque ahí tiene una marca que casi le asegura estar en la final. En las del fondo veo hasta complicado la clasificación para la final, de medallas ni hablamos, si ya no las obtuvo hace 5 años ahora menos, Ledecky, Quadarella y al menos media docena de nadadoras están por encima de ella. Hugo González se va a centrar en los 200… Read more »

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