Playoffs NBA 2021: Final de conferencia en el Oeste. Capítulo III

Fuente: thewashingtontime.com

Los Clippers se presentaban al quinto partido sabiendo que era un todo o nada y no sorprendía la decisión de Tyronne Lue de volver a apostar por un quinteto bajo para suplir la baja por lesión de Ivica Zubac. De igual manera, no resultaba algo inesperado ver sobre la pista la versión más decidida y agresiva del equipo angelino. La búsqueda del aro contrario era constante, Marcus Morris era imparable al poste bajo y, como el ataque local no tenía paciencia para superar una zona de ajustes, Monty Williams tenía que parar el partido cuando Phoenix se encontraba a trece puntos. El efecto no tardaba en verse sobre la pista, las ayudas defensivas frenaban la sangría y el ataque movía más, y mejor, el balón para ir reduciendo la diferencia poco a poco. Sin embargo llegaba el turno de los suplentes, Cameron Payne se precipitaba pensando en solucionar el problema ofensivo a base de anotar. Sin el ritmo ofensivo adecuado, y con DeMarcus Cousins sumando puntos con facilidad bajo canasta, en Los Angeles disfrutaban viendo a su equipo con diez puntos de ventaja al cerrarse el primer acto. Para el segundo se buscaba más consistencia en el bando local, o al menos esas eran las esperanzas del Phoenix Arena. No tardaban en romperse porque el ataque funcionaba a tirones y Cousins, lo mismo imponía su ley bajo canasta, que le robaba un  balón a Chris Paul para finalizar fácil a la contra. En Arizona no se daba crédito, el tiempo muerto era imprescindible y, nuevamente, encontraba una respuesta inmediata en los jugadores Suns. Estos desplegaban sus mejores minutos del partido y, tras encajar un parcial de doce a cero, era Lue quien paraba la actividad sobre la pista. Retornaba la zona para despistar al ataque local, los Clippers volvían a empeñarse en la búsqueda de la canasta contraria y, sólo  gracias a un triple  de Devin Booker sobre el tiempo, Phoenix había impedido que los visitantes alcanzasen el tercer periodo con la ventaja en los dos dígitos. En los Suns sabían que debían salir con otra actitud a la segunda mitad y la primera bandeja de su base en el partido dejaba constancia de ello. Ya no había puntos bajo su canasta y el público celebraba ver que, conquistando segundas opciones, la ventaja de los Clippers comenzaba a disminuir. Pese al parón solicitado por el técnico angelino, en cuatro minutos cambiaba el mando del partido tras encajar un parcial de diez a dos. Paul George se hacía responsable de la ofensiva visitante sacando faltas con facilidad mientras, al otro lado, Devin Booker se desesperaba viendo como los contactos angelinos, más disimulados, no eran pitados. La diferencia se acercaba a los diez puntos porque Phoenix no controlaba el ritmo del partido. Patrick Beverley hacía una clara zancadilla por detrás a Chris Paul y se ganaba el abucheo general, aparte de una falta flagrante. La jugada, de cinco puntos, despertaba la energía del Phoenix Arena. Daba igual; el equipo local estaba descentrado, George no paraba de anotar y Booker hasta fallaba dos tiros libres. La estrella local seguía dando muestras de no estar mentalmente en el partido, la diferencia volvía a llegar a la decena de puntos y los Suns tenían que dar las gracias por la inteligencia de Cameron Johnson para mantener la desventaja en trece puntos para los doce minutos finales. Se esperaba mucha defensa desde el arranque del cuarto final y, sin embargo, ambos equipos encontraban puntos con facilidad. Claro que no tardaba en llegar el atasco angelino y, con la mejor versión de la estrella de Phoenix, Lue tenía que parar el partido. El parcial era de ocho a cero y meter a los titulares en pista no solucionaba todos los problemas. Torrey Craig erraba dos tiros libres para poner el partido a una canasta y los Clippers agradecían el regalo. Reggie Jackson hacía ocho puntos en dos minutos, los árbitros no pitaban nada y eso beneficiaba al equipo que realizaba más contactos. La diferencia, tras un parcial de diez a dos, llegaba hasta la docena de puntos faltando cinco minutos y se veían síntomas de desesperación en los Suns, Jae Crowder metía el dedo en el ojo a Paul George y se llevaba otra falta flagrante. El partido se cerraba, los Clippers habían conseguido llegar vivos al sexto partido. Invitado inesperado: DeMarcus Cousins (Clippers)

Fuente: cavaliersnation.com

El Staples Center trataba de infundir miedo en los instantes previos al sexto partido para poder seguir la remontada. Sin embargo los Suns salían con su versión más decidida, atacando en transición cuando podían y ya sabiendo los puntos débiles de la defensa local. Tras dos triples de  Chris Paul, Tyronne Lue despertaba de su letargo para dar instrucciones a sus jugadores.La igualdad volvía al marcador, pero DeAndre Ayton comenzaba a hacer daño bajo canasta y, tras un parcial de nueve a cero, el mando en el marcador era visitante. Los Clippers tenían que dar gracias de contar con el acierto exterior de DeMarcus Cousins para dar respuesta al desafía, así cerraban el primer cuarto con cinco puntos de desventaja. Sin embargo el segundo no traía mejores noticias para los angelinos; con sus dos bases en pista, y Dario Saric muy acertado, Phoenix llevaba la diferencia hasta los dos dígitos y obligaban a otra llamada de atención del técnico local. Patrick Beverley cobraba protagonismo en el partido con la versión más agresiva de su equipo. Los árbitros eran magnánimos con Jae Crowder tras meter el brazo en la carrera de Nicolas Batum y en Los Angeles se desesperaban viendo como su equipo era incapaz de aprovechar sus mejores minutos de juego para darle la vuelta al marcador. Devin Booker tenía sus mejores minutos ofensivos y Crowder le cubría cuando era necesario con acierto exterior; a los Clippers se le iban los rechaces de su aro, a Beverley también le perdonaban la vida los árbitros tras un tapón que arrasaba con la cara del pivot visitante y Marcus Morris era el único motivo por el que los angelinos llegaban con sólo nueve puntos de desventaja a la segunda mitad. En el Staples Center se comenzaba a ver con preocupación el partido y los primeros minutos del tercer periodo no difuminaban esa sensación. Los Clippers buscaban el aro contrario en cada ataque pero, cuando no lo encontraban, todo eran dudas. Las segundas opciones castigaban a los angelinos, los Suns encontraban soluciones en ataque gracias a su mejor versión de equipo y Lue intentaba, repetidamente, calmar la situación. A la segunda ocasión lo conseguía, con un parcial de diez a cero la diferencia bajaba hasta los siete puntos aprovechando el juego acelerado de Cameron Payne. Monty Williams necesitaba frenar el juego e introducir a su base titular en pista. Los Suns volvían a encontrar soluciones en ataque gracias a su anotación (hasta ocho puntos hacía del tirón), Cousins metía a su equipo en un problema por sacar el codo al base mientras cogía el balón y Ayton devolvía el favor hablando tras salir a taponar un triple esquinado. Los Clippers llegaban al último capítulo del partido con catorce puntos de desventaja y en Arizona ya se veía la victoria cerca. Sobre todo porque su base seguía dominando el partido, Cousins lo intentaba en ataque pero en defensa no cubría a sus compañeros y Paul tardaba dos minutos en poner la distancia entre ambos equipos en veinte puntos. Morris insuflaba vida a su equipo y Chris Paul, con un triple más adicional, se la quitaba. Tyronne Lue ya apostaba por el dos contra uno para quitarle el balón al base, pero era imposible frenarle. Con una diferencia cercana a los treinta puntos, y un último triple del base, el partido se iba muriendo por mucho que Beverley se calentase ante una mirada desafiante de la estrella visitante y se ganase su expulsión por un empujón mientras se dirigían a los banquillos. En Phoenix volvían a celebrar su pase a unas finales de la NBA tras ganar el Oeste, mientras Paul se ganaba una técnica por discutir con el banquillo local.  Invitado inesperado: Dario Saric, Cameron Payne (Suns)

Eliminatoria cerrada: Suns ganan cuatro a dos

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