Playoffs NBA 2021: Semifinales de conferencia en el Este. Capítulo I

Fuente: crossingbroad.com

Un ligero desgarro de menisco en la rodilla de Joel Embiid era el principal problema de Philadelphia a la hora de encarar las semifinales de conferencia. Pese a ello podían contar con el pivot y la sorpresa llegaba en el bando visitante, Solomon Hill sustituía aun DeAndre Hunter tocado. Pese a ello ambos equipos respondían al juego esperado en ataque; los Hawks aprovechaban su juego abierto; mientras que los locales buscaban imponer su físico bajo los aros. Sin embargo el paso de los minutos descubría que los Sixers no podían seguir el ritmo ofensivo porque, aparte de no acertar con los tiros lejanos, comenzaban a perder balones y, aunque lo intentaban, no eran capaces de descifrar el juego de Trae Young. Así las cosas, era normal que la diferencia visitante alcanzase al docena de puntos obligando al técnico local a reaccionar. Pese a ello, y al descanso del base de la franquicia georgiana, la desventaja al comenzar el segundo acto era de quince puntos. Y lo peor para Philadephia estaba por llegar, pese a que el partido se convertía en una sucesión de errores, eran más graves, y frecuentes, los del equipo de Pennsylvania que parecía empeñado en regalar el balón. Pese a los intentos de Glen Rivers por frenar la sangría, nada servía. El parcial era de diecisiete a cero en cuatro minutos y acercaba la desventaja local a los treinta puntos. El Wells Fargo Center se enfadaba y, tras seis minutos sin anotación, los Sixers tenían que dar gracias de la llegada de los titulares para aliviar la situación, con un parcial de siete a cero bajaban la diferencia de las dos decenas pero, a base de triples, Atlanta daba respuesta a Joel Embiid y dejaba la diferencia, al descanso, justo en los veinte puntos. Philadelphia tenía un duro trabajo por delante y, viendo la cantidad de errores en ambos equipos en el inicio del tercer cuarto, parecía desaprovechar una buena oportunidad. Nuevamente los locales apostaban por imponer su versión más fisica para recortar y los Hawks respondían subiendo el nivel defensivo, robando balones y encontrando el tiro abierto necesario para castigar a la defensa local. La ventaj volvía a subir y, sólo con la entrada de jugadores de banquillo, los Sixers encontraban cierto alivio en el marcador para alimentar alguna esperanza de remontada en el cuarto final. Un cuarto donde el acierto en el tiro manejaba la diferencia arriba y abajo hasta la salida a pista de la estrella visitante. El joven base tomaba los mandos de su equipo y ponía la diferencia en diecisiete puntos. Sin embargo Philadelphia no se rendía  e, inesperadamente, los visitantes dejaban de atacar con agresividad. Seth Curry no perdía la oportunidad y, junto con Embiid, lideraba la reacción local. Atlanta ya no encontraba ni la forma de sacar de fondo y contaba con sólo tres puntos de ventaja entrando en el minuto final. Sin embargo Bogdan Bogdanovic encontraba el enésimo triple abierto para dar aire a los suyos. Ben Simmons sólo acertaba con un tiro libre para recortar y, tras recoger el rebote, Trae Young perdía el balón por acelerarse demasiado. Un triple volvía a separar a ambos equipos y los aficionados de los Hawks casi infartaban con un pase largo de su base que casi era interceptado por la defensa local. Sin embargo el defensor local no llegaba a tiempo y se veía obligado a agarrar para evitar una bandeja sencilla, la flagrante era clara y, con dos tiros libres y la posesión de balón, todo parecía solucionado. Más todavía cuando, tras otro pase de riesgo del base visitante, John Collins machacaba la canasta local y convertía un tiro libre adicional. La diferencia era de ocho puntos y quedaban diecisésis segundos por jugar. Demasiado tiempo para despistarse pero, para sorpresa general, Atlanta lo hacía. Primero regalaba un rebote tras la falta realizada a Simmons para respirar más tranquilos, por encima le daban un adicional a Embiid dejando la ventaja en apenas cuatro puntos tras haber corrido dos segundos el reloj del marcador. Por encima la presión local permitía quitar el balón de las manos a Bogdanovic y poner el partido a una canasta restando diez segundos. Nuevo pressing sobre el serbio, esta vez castigado con falta personal, y el escolta no erraba los tiros libres. Cuatro puntos para remontar, y nueve segundos por jugarse, daban la solución al partido. Los Sixers ya no tenían tiempos muertos y el triple de Tobías Harris, a la carrera, no entraba; la victoria era visitante.  Invitado inesperado: Danilo Gallinari, Lou Williams, Kevin Huerter (Hawks)

El Wells Fargo Center estaba en tensión esperando el inicio del segundo partido de la serie. No sabían qué esperar de su equipo y esas dudas se veían respondidas con apenas dos minutos de juego. Tobías Harris salía con el cuchillo entre los dientes para penetrar en las entrañas de la defensa de Atlanta y la intensidad y las ayudas de la defensa local eran constantes, no permitiendo tiros sencillos. El parcial era de diez a dos y no se frenaba con el tiempo muerto de Nate McMillan porque, pese a que este quería bajar las pulsaciones del partido,los Hawks se aceleraban en su juego y ponían fácil a Harris seguir con su recital jugando a la contra. La ventaja de los Sixers era de diecisiete puntos  y, pese a Trae Young y un buen acierto de sus suplentes, el juego interior local mantenía una cómoda diferencia, de dos dígitos, al cerrarse el primer cuarto. Estaba claro que el equipo georgiano necesitaba cambiar su cara para poder competir el partido y al sumar una buena producción anotadora, con una mayor agresividad defensiva, el partido cambiaba. Pudiendo provocar balones perdidos en Philadelphia, el acercamiento visitante era rápido; en cuatro minutos se cerraba un parcial de trece a dos para dejar el partido a una canasta. Sin embargo, con el paso de los minutos, la intensidad defensiva bajaba y comenzaba a mostrarse ingenuos en la circulación de balón. Eso permitía correr a los de Pennsylvania y, con un poco de aportación de Seth Curry y un mucho de Joel Embiid, los locales lograban devolver la distancia hasta superar la decena de puntos. Sin embargo se ponía en discusión la tercera falta personal de la estrella local (luego confirmada) y, pese a que Gallinari se ganaba un técnica por protestar, los Sixers se enfriaban y,  con sus tiradores acertando en dos ocasiones consecutivas, Atlanta se mantenía pegado en el marcador al descanso. La parada en los vestuarios debía traer más bríos al partido y, por parte local, así era. La circualción de balón visitante se veía cortada por la defensa de Philadelphia y, pese a que Young y Bogdan Bogdanovic intentaban frenar la escapada, la defensa visitante no encontraba freno para el juego interior local. La diferencia se volvía a disparar y el técnico visitante decidía incorporar a otro tirador, Kevin Huerter, para abrir los espacios ofensivos. El escolta serbio se aprovechaba de ello y, junto con el cansancio local, era la clave para poner a su equipo por delante en el marcador. Restaban dos minutos para cerrar el tercer cuarto e, inesperadamente, los suplentes devolvían la tensión defensiva a los Sixers, los visitantes acumulaban malos tiros y Embiid encontraba el apoyo de Shake Milton, con un triple sobre la bocina, para dar siete puntos de respiro a su afición para encarar el cuarto final. Un triple que daba confianza al escolta local y, junto al trabajo bajo canasta de Dwight Howard y la buena defensa local, era clave para superar a los jugadores de banquillo visitante. En noventa segundos la diferencia se iba hasta los trece puntos y el tiempo muerto de McMillan no cambiaba la agresividad de la defensa de Philadelphia, ni el acierto de Milton. Los Hawks no encontraban freno para el juego ofensivo local, ni contaban con acierto exterior para intentar mantener el partido vivo. La diferencia se iba hasta los veinte puntos y el partido se iba cerrando poco a poco. La serie se iba a Atlanta con empate a uno. Invitado inesperado: Shake Milton (Sixers)

Fuente: larrybrownsports.com

Entre  el público del Barclays Center se volvía a respirar ánimo ganador  tras eliminar a los Celtics en la primera ronda y, sin embargo, ese buen ambiente se rompía en la primera jugada. Tras cuarenta segundos de errores, James Harden se tenía que ir a los vestuarios, tras haberse roto muscularmente en el arranque.  Así no sorprendía que la iniciativa en el marcador fuese para los Bucks; que  contaban con el acierto de PJ Tucker (inesperado titular) y Giannis Antetokounmpo, el rebote ofensivo y la empanada mental local tras el shock, vease como ejemplo un saque de fondo contra su propio tablero de Kevin Durant, para ponerse con una cómoda ventaja. Steve Nash no tardaba en reaccionar; el peso ofensivo lo llevaban sus estrellas, Blake Griffin acertaba en los triples y la defensa y lucha del pivot lograba dejaba la diferencia en nada al final del primer cuarto. La charla entre cuartos, sin embargo, no era tan efectiva para Brooklyn. Kyrie Irving se convertía en la única solución ofensiva local y era la defensa lo que impedía el distanciamiento de Milwaukee. Poco a poco los ataques crecían y, como la precipitación llegaba a los de Wisconsin, los Nets tomaban el timón del partido aprovechando la agrupación de malos tiros visitantes. Durant regresaba del banquillo y, junto con Irving, sacaban al ataque local del apuro dirigiendo y anotando. Por encima Mike Buldenhozer  apostaba por un quinteto más bajo que ayudaba al despegue local, Brooklyn se iba a nueve puntos y el técnico visitante tenía que reaccionar. Pese a la constante brega de Griffin, el arreón visitante, comandado por su principal estrella, acababa resultando en un parcial de trece a cuatro que reducía la desventaja al descanso a una canasta. Sorprendentemente, el largo parón dejaba la anotación bajo mínimos y Durant mantenía a los suyos por delante. Los Bucks tenían problemas para controlar el partido porque, sin  Giannis ni Brook López, ni Khris Middleton acertaba a imponerse a Irving, ni el ritmo era el adecuado. Buldenhozer recuperaba a la estrella griega, pero este volvía con su peor versión. Fallos en los tiros libres, jugarse un triple sin pensar  y dos balones perdidos permitían correr a los locales y, con Durant acertando, la diferencia se iba por encima de los diez puntos. Pese a una canasta sobre la bocina de López, a la carrera, Milwaukee llegaba al cuarto final con catorce puntos de desventaja. Y el paso por los banquillos no aliviaba la situación visitante, su estrella dudaba chocando contra la defensa local y, pese a que Brooklyn tenía pocos puntos sin Durant, la diferencia no reducía. El último intento llegaba con cinco puntos consecutivos de la estrella de los Bucks (dejando la desventaja en diez puntos) pero con defensa, y un poco de Durant, la diferencia volvía a dispararse. Además los Bucks se perdían en acciones individuales y la ventaja rozaba los veinte puntos gracias a un buen movimiento de balón. Simplemente quedaba la despedida entre Jeff Teague y Griffin, castigada con una técnica para ambos, para desearse suerte de cara la segundo partido de la serie. Invitado inesperado: Mike James, Nicolas Claxton (Nets)

Se esperaba la reacción visitante tras la contundente derrota del primer partido, sobre todo porque los Nets no podían contar con James Harden. Sin duda su sustituto en el quinteto titular, Bruce Brown, no podría proporcionar los mismos puntos y eso daba esperanzas a los de Wisconsin. Sin embargo el inicio visitante era tímido, mientras que los neoyorquinos sacaban partido de su mayor agresividad conquistando el rebote ofensivo y robando balones. Así, y gracias a un Kevin Durant inspirado ofensivamente, las primeras ventajas eran locales. Milwaukee intentaba seguir el ritmo anotador gracias a su acierto exterior pero, como sus estrellas no encontraban el acierto al forzar su juego, y el banquillo local apretaba en defensa, la desventaj pasaba de los diez puntos. Pese a los intentos de Jrue Holiday, y a un juego ofensivo cada vez más precipitado e individualista, Brooklyn se plantaba en el segundo cuarto con diecisiete puntos de ventaj y disfrutando compartiendo el balón. Algo que no cambiaba al volver a ponerse en marcha el partido; incluso sin sus estrellas en pista los Nets anotaban fácil con su juego más coral, los Bucks no encontraban la forma de controlar lamarcha anotadora local. La diferencia alcanzaba los veinte puntos y la única oposición visitante era Giannis Antetokounmpo. Pese a los intentos de Mike Buldenhozer la desventaja no paraba de crecer, Bruce Brown y Durant guiaban a los neoyorquinos, hasta Mike James anotaba con facilidad y la versión más agresiva en defensa rompía el partido con robos de balón. Ni una mago de zona, ni la mejor versión de Khris Middleton, evitaban el despegue local; Brooklyn llegaba a la segunda parte con más de veinte puntos de ventaja. El cuarto de hora de parón no frenaba a los locales, que salían con su versión más acertada desde el exterior para dar respuesta a los intentos de las estrellas visitantes. El partido comenzaba a dar síntomas de saturación, algunos ataques se convertían en llegar y tirar y las estrellas de los Nets no tenían problemas para mantener la distancia entre ambos equipos. Por encima salían los jugadores de banquillo para dar más intensidad al juego local, Antetokounmpo no se podía enfrentar a todo un equipo y en los dos minutos finales del cuarto, cuando aparecía el cansancio en la estrella griega, Brooklyn reventaba el partido con un parcial de diez a uno. Dos triples de Landry Shamet, y la facilidad anotadora de Durant, finiquitaban el partido antes de tiempo. Milwaukee tenía que ganar sus dos partidos en casa obligatoriamente. Invitado inesperado: Mike James, Nicolas Claxton, Landry Shamet (Nets)

Leave a Reply

Be the First to Comment!

Notify of

wpDiscuz