Playoffs NBA 2021: Primera ronda en el Oeste. Capítulo II

Fuente: thshaderoom.com

Los playoffs volvían al Fedex Forum con las esperanzas disparadas tras el empate a uno conseguido a domicilio. Sin embargo los Jazz no daban opciones a la sonrisa local; su juego coral se finalizaba con triples (con Royce O´Neale como protagonista inesperado), Rudy Gobert mandaba bajo su aro y las segundas opciones conquistadas en ataque no permitían a Memphis entrar en el partido. La desventaja, tras un cuarto disputado, era de doce puntos y, pese al parón, los errores se repetían obligando a Taylor Jenkins a pedir un tiempo muerto tras ochenta segundos de juego. Ni la versión más intensa de JaMorant, ni los triples de Grayson Allen, eran suficientes para recortar la desventaja. Su técnico se desesperaba y protestaba una falta clara de Dillon Brooks, su equipo despertaba una versión más agresiva pero, como no se extendía en el tiempo, el acierto exterior visitante volvía a disparar la ventaja. Tras un breve intercambio de opiniones entre Dillon Brooks y Mike Conley, el cuarto se cerraba con once puntos de ventaja para Utah y pocas esperanzas de reacción entre el público local. Sin embargo el tiempo de reflexión sí alteraba el juego local, Jonas Valanciunas lograba imponerse bajo canasta y Conley tenía que multiplicarse para responder el desafío. Sorprendentemente los visitantes se anclaban a un juego ofensivo muy individual para Donovan Mitchell y Bojan Bogdanovic, frente al mejor juego de equipo de los Grizzlies. Así las cosas y, con Jordan Clarkson y la dirección de Conley, los Jazz se las empeñaban para llegar al cuarto final manteniendo la ventaja del descanso. Unos doce minutos donde Brooks brillaba en ambos lados de la pista, siendo el guía de su equipo para intimidar a los visitantes con un seis a cero de salida. Sin embargo cometía una quinta falta personal absurda y  se tenía que sentar. Pese a todo había encendido la mecha de la reacción de los suyos que , pese al parón en el partido de Quin Snyder, lograban empatar el partido. Era necesario el regreso de los titulares para intentar controlar la situación. No era suficiente, porque, pese a los intentos de Conley, la energía y el acierto de Ja Morant era superior. Memphis tomaba el mando del partido y Brooks retornaba a la pista, pero su tiro exterior estaba oxidado, Morant estaba cansado y Donovan Mitchell daba cuatro puntos de ventaja a Utah. Las soluciones ofensivas locales se mantenía y, con ello, los errores. Por encima Gobert  hacía de perfecto escudero  y, en dos minutos, los Jazz completaban un diez a cero que ponía la victoria en bandeja a los Jazz. Tras no hacer una canasta en juego en los cuatro minutos finales, los Grizzlies tenían que reponerse para poder igualar la serie en el cuarto partido. Invitado inesperado: Jordan Clarkson (Jazz)

Tras retomar el mando en la eliminatoria se tornaba importante para Utah vencer el cuarto partido para poder sentenciar en casa. Y el partido nacía con ataques bien trabajados en ambos bandos pero, como Jonas Valanciunas no encontraba acompañamiento en su acierto, y los visitantes tenían a sus tiradores acertados, Taylor Jenkins tenía que parar el partido. Los tiros visitantes ya no eran tan cómodos y JaMorant aparecía en el partido. La igualdad era la norma, Donovan Mitchell lo intentaba constantemente y aparecía Derrick Favors para dar los puntos necesarios para competir ante el acierto exterior local. El acierto de Desmond Bane y Jaren Jackson JR propiciaba una pequeña arrancada de los Grizzlies pero, al dejar de entrar los triples, el marcador se ponái a favor del cuadro visitante al término del primer cuarto. El ambiente en el Fedex Forum era frío y contagiaba a los ataques que se quedaban sin puntos tras el paso por los banquillos. Toda la anotación era sufriendo, las diferencias mínimas y ni cuando los tiradores recobraban su tino el partido se desequilibraba. El marcador se movía por rachas de acierto en el tiro y, con al ausencia de Dillon Brooks tras cometer dos faltas personales consecutivas, Memphis subía la intensidad defensiva para ponerse por delante en el marcador.  Los Jazz encontraban la respuesta en el constante trabajo de sus interiores bajo canasta y la desventaja se acercaba a los diez puntos. Sólo el buen minuto final de Ja Morant permitía a los locales cerrar la primera mitad a cinco puntos y despedirse de su afición con una ligera sonrisa. El tercer cuarto presentaba otra cara muy distinta desde su inicio. Ambos equipos ponían toda la intensidad en el juego y Rudy Gobert comenzaba a imponer su presencia en el partido. Sin embargo sus compañeros exteriores no estaban tan concentrados y la diferencia no acababa de crecer. Tras ganarse una técnica protestando, Quin Snyder hacía un inciso en el partido para llamarles la atención a sus jugadores. Sin embargo, en un principio no servía para nada, los errores continuaban y Gobert se desesperaba con el arbitraje y se ganaba otra técnica. Pese a todo la iniciativa era visitante porque, inesperadamente, eso sí despertaba a sus compañeros; que hasta se permitían mandar callar a la grada. Utah se colocaba con diez puntos de ventaja y ahora era Jenkins el que tenía que hablar con sus jugadores. Pese a los intentos locales por evitarlo, su juego era demasiado precipitado y los Grizzlies tenían que remontar trece puntos en el último periodo, porque Jordan Clarkson no desaprovechaba los regalos y hasta clavaba un doloroso triple cuando la bocina sonaba. Era normal que, sabiendo lo que se jugaban, ambos equipos acumulasen errores por exceso de entusiasmo pero, bajo esa situación, la frialdad de De Anthony Melton para acertar desde el exterior rompía los pronósticos realizados. Daba igual la llamada de atención de su entrenador, los Jazz estaban completamente atascados sin acierto exterior. Tenían que sacar faltas para mantener la ventaja en el marcador y el público local la tomaba con el arbitraje. Tras un triple de Melton que ponía el partido a dos puntos,  llegaba la primera canasta en juego visitante en siete minutos. Era un triple de Mike Conley, pero no frenaba el entusiasmo del joven base que obligaba a Snyder a parar el partido. Utah salía concenciado de lo que requería el partido en aquel momento, más agresividad y Conley se convertía en el referente. Dirigía en ataque, robaba el balón en defensa y acertaba con un triple; todo en cuarenta segundos. La ventaja visitante se iba hasta los siete puntos. Bojan Bogdanovic, con un triple desde la esquina cerraba las opciones de Memphis restando dos minutos. La serie volvía a Salt Lake City con un tres a uno para los Jazz. Invitado inesperado: Derrick Favors, Jordan Clarkson (Jazz)

Fuente: basket-infos.com

En Los Angeles tenían claro que la victoria en el tercer partido se antojaba fundamental, de modo que que ver como Anthony Davis salía exageradamente a cerrar un triple no sorprendía a nadie. La intensidad local estaba al máximo y con su juego interior marcando las diferencias tomaban el mando en el marcador. En los Suns todo era más problemático, les costaba cerrar su aro y hasta Davis recibía un codazo en el fragor de la batalla. Por suerte los de Arizona contaban con acierto exterior para mantenerse en el partido y, pese a que Dennis Schroder aparecía en el partido, la circulación de balón y el acierto de Devin Booker permitían tener el marcador apretado al finalizar el primer cuarto. El segundo acto, por su parte, parecía sacado de una casa del terror por ambos equipos. Los fallos eran constantes y De Andre Ayton se convertía en el sustento ofensivo visitante. Ni el amago de lesión de Anthony Davis daba emoción al partido y un poco de acierto de Kentavious Caldwell-Pope daba una corta ventaja a los Lakers para la segunda mitad. Una segunda parte donde continuaba el esperpento visitante, que no metía un tiso ni por casualidad. Por encima el cuadro angelino tenía claro donde hacer daño y la ventaja rozaba los diez puntos en dos minutos de juego. El tiempo muerto de Monty Williams rompía el parcial negativo con anotación fácil pero, en cuanto Phoenix se olvidaba de buscar el aro, LeBron James ampliaba la diferencia. Ni la fuerte lesión de Caldwell-Pope frenaba a los californianos,  que continuaban su labor bajo canasta. Con una técnica a Devin Booker, y pese a que ahora sí entraban los triples, en el Staples Center se celebraba llegar al acto final con trece puntos de ventaja. Y el acierto de Wesley Matthews, con dos triples, parecía darles la razón. La diferencia se acercaba a las dos decenas y, pese al tiempo muerto visitante, nada cambiaba. Una falta dura de Jae Crowder dejaba notar el cabreo de los Suns y traía aparejada una técnica a Montrezl Harrell. Un desacertado Chris Paul permitía a Cameron Payne liberarse ofensivamente, con un par de triples despertaba a su compañeros. Los Lakers comenzaban a perder balones, los visitantes ya metían los tiros abiertos y se entraba en el minuto final con el partido a ocho puntos. Schroder jugaba su mejor juego , y algo de charla, en un tiro libre. Los Suns no acertaban con los tiros y Booker devolvía la amigable charla al base alemás con un empujón. Era expulsado con una flagrante y Jae Crowder se unía por seguir largando durante los tiros libres subsiguientes. El dominio en la serie pasaba a ser angelino, dos a uno. Invitado inesperado: Wesley Matthews (Lakers)

En los Lakers estaban tranquilos tras la victoria y, pese a que Wesley Matthews tenía que sustituir a Kentavious Caldwell-Pope, el inicio lleno de errores no suponía un problema. La tensión defensiva local era suficiente para contener a un Chris Paul bastante recuperado y a un De Andre Ayton imparable para el juego interior local. Sin embargo Phonix comenzaba a activar su defensa y, con un par de triples, se completaba un parcial de ocho a cero. Frank Vogel abría el campo con Marc Gasol y Dennis Schroder permitía a los angelinos cerrar el primer cuarto con una mínima ventaja a su favor. El cambio de cuarto traía la novedad de ver acierto exterior en los californianos y, al juntarse con una buena defensa, la diferencia volvía a crecer ligeramente. Monty Williamsbintentaba contener la escapada pero el parcial seguía hasta un diez a cero y se hacía necesaria la presencia de los titulares, y el descanso de LeBron James, para recortar. La intensidad defensiva permitía robar balones, Jae Crowder y Devin Booker acertaban con los tiros y los Suns se ponían por delante. Ahora era el técnico angelino quien paraba el partido; introducía a su máxima estrella, Anthony Davis sufría una distensión en un mal apoyo y Paul tiraba de experiencia para mantener a los suyos con cuatro puntos de ventaja al descanso. La segunda mitad debía traer la reacción local pero, viendo que su segunda referencia ofensiva no podía seguir jugando, las esperanzas del Staples Center eran menores. El equipo angelino se refugiaba en acciones individuales por su falta de acierto exterior y Ayton se hacía imparable aprovechando los problemas en el balance defensivo local. Esto provocaba cierta aceleración en el juego de los Lakers y los visitantes aprovechaban para ponerse con catorce puntos de ventaja. Vogel se desesperaba y recurría a Marc Gasol y Alex Caruso para mejorar la intensidad defensiva, pero el problema principal era ofensivo. Por encima Cameron Payne no encontraba problemas para llegar bajo canasta y, con el descanso de la estrella californiana, los Suns volvían dispararse en el marcador al cerrar el tercer periodo. En Arizona los nervios debían estar disparados, pero su pareja de bases controlaban la situación con el apoyo de Ayton bajo los aros. LeBron James lo intentaba con toda su energía y, sin la experiencia de Paul sobre la pista, conseguía poner el partido a diez puntos. Pese al tiempo muerto visitante, y al acierto exterior, la diferencia bajaba hasta los siete puntos pero Schroder desperdiciaba la ocasión de disputar el partido al errar una bandeja sencilla. Gracias a un triple de Crowder el partido quedaba resuelto restando ochenta segundos. Invitado inesperado: Cameron Payne (Suns)

Fuente: sportsmetro.net

EL Moda Center desprendía fuego porque en Portland se habían disparado las esperanzas de superar la eliminatoria tras la victoria en el primer partido. Así no sorprendía ver como los locales sacaban rendimiento a su versión más agresiva, en defensa y en la búsqueda del aro, para obtener una renta de siete puntos. Los Nuggets respondían con su versión más certera desde el exterior, con dos triples de Nikola Jokic y uno de Aaron Gordon lograban evitar el despegue local y meterse en el punto adecuado de intensidad. Ni la segunda falta persona de Michael Porter Jr era un problema, porque el ataque se repartía con inteligencia y, pese a que Terry Stotts intentaba reconducir la situación, Denver llegaba mandando por nueve puntos al segundo cuarto, tras completar un parcial de veintidos a seis. Sin embargo, con el paso por los banquillos, las muñecas visitantes se quedaban frías y el equipo de Colorado se sostenía con la defensa. Mike Malone intentaba controlar la situación y Paul Millsap era la única vía de anotación de los Nuggets hasta la llegada de los titulares. Con su aparición en cancha volvían los ataque bien trabajados y, como los Blazers sufrían ahora el mal del desacierto, la ventaja visitante alcanzaba los dos dígitos. Aunque un tiempo muerto local mejoraba el trabajo ofensivo, sólo el mal minuto final de Denver permitía completar un parcial de siete a cero para poner el partido a cinco puntos al descanso. La tensión subía y eso se notaba en el arranque del tercer cuarto, ambos equipos se mostraban muy fallones desde el exterior y, como casi nadie se aproximaba al aro, la diferencia permanecía inalterable. Por suerte para los Nuggets, Jokic sí estaba contundente en el tiro y, tras un parcial de once a dos, casi se rompía el partido. Pese a ello Portland no se rendía, Jusuf Nurkic cargaba con la responsabilidad ofensiva y, como los triples visitantes no entraban la diferencia se quedaba donde estaba al iniciarse la segunda mitad. De modo que no sorprendía ver la emjor actividad defensiva en ambos equipos para cerrar el grifo anotador. Tenía que surgir Carmelo Anthony, con dos triples, para levantar a la afición local poniendo el empate en el marcador cerrando un ocho a cero de parcial. Tras el tiempo muerto obligado de Malones la precipitación se instalaba en el partido; Nurkic cometía su sexta falta personal restando cinco minutos y Gordon comenzaba a brillar en el partido. Ahora Carmelo Anthony ya no acertaba y Denver si contaba con los triples de Austin Rivers, hasta en tres ocasiones, para dar ocho puntos de ventaja a los suyos. El parón era obligado, pero Jokic daba las soluciones ofensivas necesarias para mantener el mando en el marcador con comodidad hasta que, restando noventa segundos, Rivers cerraba su serie con un cuarto triple que finiquitaba el partido pese al acierto exterior local apretaría el marcador final. Los Blazers  se veían con desventaja en la eliminatoria, dos a uno. Invitado inesperado: JaMychall Green, Monte Morris (Nuggets)

En el cuarto partido los Blazers se jugaban mucho y, lógicamente, salían con su versión más intensa. Nikola Jokic no encontraba el acierto necesario por los contactos de la defensa local y Norman Powell se aliaba con Jusuf Nurkic para llevar la diferencia a los dos dígitos. Mike Malone paraba el partido pero, pese a la mejor dirección de Monte Morris, y al despertar del pivot serbio, Portland llegaba con ocho puntos de ventaja al segundo cuarto. Sin embargo, con el paso por los banquillos, Terry Stotts alteraba el guión de su equipo; Enes Kanter no entraba con los suplente y los de Oregón sufrían ofensivamente. Como además JaMychall Green se mostraba acertado, el marcador se apretaba. Sin embargo, con la entrada de los titulares, volvía a mostrarse la mejor versión local, tanto controlando defensivamente al incisivo Aaron Gordon, como con el ataque de acierto de los exteriores. Denver tenía que recuperar diez puntos en la segunda mitad, pero el arranque no era bueno. Jokic no acertaba desde el exterior y CJ McCollum se juntaba con la mejor versión ofensiva de Powell buscando el aro para completar un siete a cero. Los Nuggets encadenaban su suerte al acierto exterior, mientras que los Blazers conseguían ampliar la diferencia con versión ofensiva más equilibrada. El Moda Center rugía “Let´s go Blazers” y, con Carmelo Anthony acertado, el último cuarto sobraba y el empate a dos en la serie se completaba. Invitado inesperado: Carmelo Anthony (Blazers)

Fuente: clippersholics.com

Había mucho en juego para los Clippers, casi un todo o nada tras las dos derrotas encajadas en su feudo. Sin embargo la iniciativa era local, con un Luka Doncic estelar completaba un ocho a cero en tres minutos. Paul George lo interrumpía tras un tiempo muerto de su técnico pero, con la ayuda de Kripstas Porzingis, los visitantes se veían fuera del partido a golpe de triple. La diferencia rondaba los veinte puntos. Rick Carlisle optaba por ampliar el descanso de la estrella eslovena. Los triples ya no entraban, porque los tiros ya no eran tan cómodos. Kawhi Leonard seguía los pasos de George y, con ambas referencias brillando, el recorte obligaba a la vuelta de Doncic. No sorprendía, pues, que Patrick Beverley mantuviese una charla poco amistosa con Luka Doncic, que era saldada con una doble técnica. Dallas estaba comenzando a desesperarse; Willie Cauley- Stein cometía una falta demasiado dura y, tras la flagrante, la ventaja local se quedaba en tres puntos. El parón entre cuartos reordenaba las ideas locales, Ivica Zubac se desesperaba intentando cubrir a Doncic y Tyronne Lue optaba por poner un quinteto de pequeños. Jalen Brunson era el encargado de dar respuesta a ese cambio y, con el descanso de la estrella tejana, los angelinos se ponían al timón del partido. Doncic regresaba cabreado, porque el ataque local se llenaba de dudas y precipitación. Estaba abandonado a su suerte frente a los Clippers y, con dos triples de Reggie Jackson en el minuto final, el marcador favorecía a los visitante al descanso. El regreso a la pista traía sorpresas porque, viendo el buen resultado obtenido, Lue volvía a optar por un quinteto bajo. el ataque era más fluído y las ayudas defensivas eran mejores. Los Mavericks se mantenían a golpe de triple y, como Doncic no tenía acompañamiento, la diferencia crecía ligeramente. Carlisle pedía buscar el aro con más asiduidad ante la altura del quinteto visitante. Sin embargo los visitantes incoroporaban a Zubac para dominar las zonas. Cauley-Stein sacaba el codo ante Tre Mann por pura desesperación y los Clippers cerraban el tercer cuarto con tres puntos de ventaja. Curiosamente, el último capítulo del partido traía la versión menos acertada de ambos equipos, tal vez porque casi nadie buscaba la canasta contraria. Los angelinos decidían raspar en defensa pero, como todo se movía por el acierto en los triples, la distancia permanecía inalterable. Tyronne Lue optaba por para el partido y daba a los Clippers una mejor lectura del ataque para encontrar tiros abiertos partiendo de Leonard. la diferencia se acercaba a los ocho puntos y Carlise frenaba el partido. No servía de nada; con buenos pases, y un Marcus Morris acertado desde la esquina, la diferencia continuaba moviéndose en torno a los diez puntos. Sobre todo porque Porzingis no daba cobertura a los intentos de un Doncic muy solitario Pese a que Morris se ganaba una técnica por celebrar un triple ante el banquillo de Dallas, Jackson cerraba la primera victoria angelina en la serie con un triple esquinado. Invitado inesperado: Tre Mann, Nicolas Batum (Clippers)

Tyronne Lue tenía muy claro que, pese que Luka Doncic estaba tocado por un esguince cervical, su equipo tenía que mostrar su mejor versión para ganar. Por ello apostaba por imponer un quinteto bajo desde el inicio. La respuesta de los tejanos eran imponer a Kripstas Porzingis en la zona y los Clippers tenían que solventarlo con su versión más agresiva en el juego. Entre Paul George y Kawhi Leonard daban a los angelinos los puntos necesarios y, como Dallas se olvidaba del pivot letón, la iniciativa era visitante. Rick Carlisle despertaba a su equipo poniendo a Boban Marjanovic en el partido y este levantaba al American Airlines Center al poner a los suyos a un punto. El técnico visitante paraba el partido para devolver la intensidad a los suyos; Doncic fallaba hasta los tiros libres, Ivica Zubac se crecía en las zonas y Leonard seguía imparable. Los Mavericks cerraban cel cuarto con un triple sobre la bocina de Jalen Brunson y, pese a ello, se encontraban a nueve puntos. El segundo cuarto traía muchos contactos al partido y, como los tejanos se aceleraban y George acertaba, la diferencia se iba por encima de los diez puntos. El tiempo muerto era necesario para poner orden y a los titulares. Nuevamente el partido se convertía en un duelo entre las estrellas de ambos equipos y, como Doncic no encontraba acompañamiento de sus compañeros, la diferencia era de dieciséis puntos al descanso. El tercer cuarto se abría con la lección aprendida por el equipo angelino, Porzingis ya no podía recibir bajo canasta y, en esta ocasión, la estrella eslovena estaba demasiada cansada para dar respuesta a la intensidad visitante. La diferencia superaba los veinte puntos y Carlisle tenía que parar el partido. Pese a una ligera mejora defensiva local, los Clippers movían el balón con fluidez y la diferencia se iba cerca de los treinta puntos. Cierto que la relajación angelina permitía a Dallas vislumbrar opciones en el cuarto final, pero el inicio del cuarto final disipaba cualquier posibilidad. La serie volvía a Los Angeles con empate a dos. Invitado inesperado: Rajon Rondo (Clippers)

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