Los pronósticos de las semifinales se cumplieron a medias. Como era de esperar, Burgos no tuvo ninguna opción de competir contra el Barça. Mantuvo el tipo hasta el descanso, pero en la segunda mitad los azulgranas dejaron patente una superioridad incontestable sobre la cancha, basada en un gran acierto en el tiro de tres y su vigor físico. Por contra, Baskonia dio una relativa sorpresa en la otra semifinal y apeó a Valencia Basket, que dio una muy buena imagen en la fase de grupos, pero no supo manejar el papel de favorito. La defensa de Baskonia afloró los peores defectos del equipo valenciano, obsesionado hasta el extremo con arreglar el encuentro desde la línea de tres. Le funcionó contra Burgos, pero no sirvió ante un rival más cuajado y experto, sobrado de carácter. Ese carácter de Baskonia tan conocido en el baloncesto español y que le convirtió en sus mejores años en un equipo de éxito. Apareció a la hora de la verdad para arreglar una temporada difícil y situarle en el partido decisivo por el título. Una competitividad como seña indefectible de orgullo en Vitoria.

Barça 98 – Burgos 84: El gran despliegue físico del Barça en los primeros minutos le puso las cosas claras a la gran sorpresa del torneo, para la que las semifinales de Liga ACB era un terreno desconocido. Burgos empezaba a comprender lo duro que es transitar por este camino. El 8-0 de inicio era un aviso de lo que podía llegar si no se metía rápido en el encuentro. Burgos mejoró en defensa y logró devolver el parcial de salida con rapidez, pero acusó la falta de acierto en el triple. Benite estaba bien defendido por Hanga y los de Peñarroya no encontraban alternativas en ataque. En cambio, el tiro exterior del Barça funcionó de maravilla durante el primer cuarto. La dirección de Heurtel, mucho más entonado que en la fase de grupos, mejoró el juego ofensivo azulgrana. Burgos comenzaba a sentir frustración, ya que fallaba tiros fáciles y no estaba nada contento con el criterio arbitral. Los colegiados le dieron otra lección de realidad y se mostraron muy rigurosos con sus protestas. A Burgos le cayeron cuatro técnicas cuando apenas había comenzado el segundo cuarto. Estaba a un paso de salir del partido tras encajar un parcial de 12-2 (35-19, min 14) y parecía que el Barça tendría un camino plácido hasta la final. Sin embargo, el cambio a defensa zonal se le atragantó a los suplentes del equipo azulgrana, que entraron en un serio bache anotador. Burgos encontró la solución a sus problemas en Lima, que dominó a ambos lados de la cancha durante la parte final el segundo cuarto. Un prodigio de actividad en la zona que cambió la dinámica. Burgos devolvió el parcial encajado con creces y volvió a la pelea como lleva haciendo durante toda la fase final. Moral inquebrantable, hay que sacarle a gorrazos del encuentro porque siempre regresa. Dos tiros libres le permitieron igualar el marcador al filo del descanso (41-41, min 19). Un ataque vertiginoso finalizado por Mirotic impidió que el encuentro llegara en tablas al descanso, pero el Barça no podía tomarse confianzas, ya se dio cuenta de ello.

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El asfixiante vigor del Barça regresó en el tercer cuarto. Su defensa provocó tres pérdidas de balón en los tres primeros ataques de Burgos. A su vez, Higgins anotó los seis primeros puntos del Barça al regresar de vestuarios. Burgos tardó tres minutos y medio en anotar sus primeros puntos de la segunda mitad y sufría un suplicio con el tiro exterior azulgrana. Mirotic (18 puntos) marcaba distancias con la fiabilidad de su muñeca, pero no estaba solo. El perímetro del Barça hizo polvo la defensa rival durante toda la segunda parte, no hubo respuesta para el acierto en el triple de los tiradores azulgranas. Burgos peleaba y no le faltó coraje, pero le costaba anotar y seguía perdiendo balones. La entrada a pista de Heurtel rompió definitivamente el encuentro. El base francés recupero la lucidez para dirigir y el acierto en el momento justo. El tiro exterior del Barça se aprovechó de la facilidad que tuvo para sacar el balón fuera. Ahora sí parecía impensable que Burgos pudiera regresar al encuentro (83-64, min 33), pese a que Aguilar reducía diferencias desde la línea de tres. Dos triples de Kuric (16 puntos, 5 rebotes, 16 de valoración) cortaron la reacción de inmediato y Heurtel (14 puntos, 11 asistencias, 4 rebotes, 20 de valoración) nunca cedió el control. Hasta aquí había llegado el baile para Cenicienta. Joan Peñarroya dio paso a los jóvenes en los instantes finales para que disfrutaran de los últimos sorbos del inolvidable trago para Burgos. La historia había acabado, pero en Burgos nunca olvidarán esta fase final. Por su parte, el Barça saboreaba el triunfo de la lógica y el pase a la final. Sin esfuerzos excesivos, se sitúa en el último escalón, el que marcará el éxito o el fracaso de la temporada.

Valencia Basket 73 – Baskonia 75: Arrancó la segunda semifinal con las acciones individuales como principal argumento ofensivo. Valencia Basket no se preocupó demasiado en cuidar el balón y perdió tres balones en los tres primeros minutos. Una tónica que le perseguiría todo el partido a los hombres de Jaume Ponsarnau. Shengelia (17 puntos, 4 rebotes, 19 de valoración), que anotó nueve de los doce primeros puntos de Baskonia, aprovechó los errores para anotar al contraataque y dar una ligera ventaja al equipo vitoriano. Sin embargo, el tiro exterior le permitió a Valencia Basket ponerse por delante y ganar en confianza. Su buena defensa le permitió secar el ataque de Baskonia, nada acertado cuando no le llegaba el balón a Shengelia. El partido derivaba hacia un juego trabado, que no le venía mal a Baskonia, pero no fue capaz de sacarle partido. Ocho puntos seguidos de Doornekamp estiraron la diferencia de forma preocupante para Ivanovic (29-20, min 14), que encontró como salvavidas a un jugador muy alejado de un papel principal. Zoran Dragic se encargó de sostener a su equipo en los peores momentos. Además de lanzar los contraataques a toda velocidad, era el único capaz de romper la defensa rival. Se marchó al descanso con 14 puntos, pero estuvo demasiado solo. Con aportaciones individuales, Baskonia no tenía ninguna opción de cambiar el encuentro. Valencia Basket cerraba bien la zona cuando el equipo vitoriano atacaba en estático y cada arreón le proporcionaba una renta interesante. El acierto de Loyd en la recta final del segundo cuarto elevó la diferencia por encima de la barrera de los diez puntos (41-30, min 19). Pese a la baja de Abalde, el partido parecía bien controlado por el equipo taronja, pero la segunda parte sería completamente distinta.

Fuente: blogdebasket.com

Baskonia ofreció un plus de agresividad defensiva que le permitió recuperar el balón y salir al contraataque. Zoran Dragic (21 puntos, 4 rebotes, 25 de valoración) continuaba circulando por la pista como si fuera un tren de alta velocidad. Ni le vieron cuando salía en transición. Ponsarnau tuvo que pedir tiempo muerto tras el 0-8 de inicio que colocaba a Baskonia pegado en el marcador. Valencia Basket había perdido el rumbo y sólo se le ocurría lanzar de tres, como si no existieran más argumentos. Tardó tres minutos y medio en anotar, pero logró tomar distancia tras convertir tres triples seguidos. Regresaba el acierto exterior aunque sólo fue de forma breve. No se descompuso por ello Baskonia, que no paraba de provocar las pérdidas de balón de Valencia Basket. Se convirtieron en una lacra irremediable, el agujero que encontró el equipo de Ivanovic para situarse en disposición de dar la vuelta al marcador. Lo consiguió con una bandeja de Vildoza cuando el tercer cuarto se encaminaba a su final. Valencia Basket estaba perdido sobre la pista, sin ideas. Los robos de balón de Baskonia le habían sacado del partido, no había más plan que un abuso obsceno del triple. Hasta tal punto llegó que en quince minutos sólo había lanzado un tiro de dos. Una pequeña racha de Shields (13 puntos, 5 rebotes, 19 de valoración) amplió el parcial a 4-18 (57-63, min 32). Pintaba mal para Valencia Basket si no cambiaba de estrategia. Le fue mejor cuando cortó por la zona, incluso igualó el marcador, pero Baskonia anotaba en cada ataque y retuvo el mando cuando entramos en la recta final del partido. Tuvo ocasiones para cerrar el partido, pero las desperdició. Un triple de San Emeterio redujo la desventaja a dos puntos y Valencia Basket se puso en disposición de tomar la delantera tras fallar dos tiros libres Shengelia. Hasta tres ocasiones tuvo para adelantarse, pero no consiguió anotar. Una última se le presentó cuando Shengelia cometió falta en ataque. 18 segundos tuvo para resolver el partido, pero la jugada diseñada en el tiempo muerto quedó lejos de la real. Loyd retuvo el balón y acabó lanzando un triple desde casi ocho metros. No era lo planificado ni tampoco acabó como deseaba Ponsarnau. El triple errado metía en la final a Baskonia, que tiró de carácter competitivo para dar la sorpresa y pelear por el título.

PREVIA DE LA FINAL:

Barça y Baskonia disputarán el partido definitivo por el título de Liga ACB. Una final muy frecuente en la mejor época de Baskonia, a finales de la primera década del siglo XXI, pero hace diez años que no se repite en la máxima competición nacional. En esta ocasión, disputada a partido único, como si fuera la final de Copa. Dos equipos vigorosos en el aspecto físico que ya se enfrentaron en el grupo A, con victoria para el Barça en un partido duro que exigió un gran desgaste. De hecho, varios jugadores acabaron con molestias el choque. Un precedente que le da una teórica ventaja a los azulgranas, más si cabe analizando el esfuerzo que han necesitado los dos equipos para llegar a la final. El Barça sólo necesitó apretar el acelerador en contadas ocasiones y llega más descansado y fresco que un rival más exigido en partidos trascendentales. Un dato muy importante tratándose de dos equipos en los que prima un juego físico. Especial atención al duelo entre Mirotic y Shengelia, los grandes referentes en cada equipo. En el duelo anterior, ambos llegaron a anularse por momentos en una dura pelea que dejó a los dos mermados y con problemas físicos. En cuanto al ritmo de juego, espero un partido de alta intensidad defensiva, como ocurriera en la fase de grupos. Las fuerzas y el desgaste contará mucho para resistir este tipo de encuentro durante un tiempo prolongado. A estas alturas no resulta sencillo mantener una dinámica de robo de balón y contraataque. Por ahí tiene ventaja un Barça menos exigido en el aspecto físico y que parte como favorito para recuperar el título de Liga ACB seis años después, aunque el carácter competitivo de Baskonia está fuera de toda duda.

Y DIGO YO…:

• Esta fase final estaba diseñada para disputarse a puerta cerrada en su totalidad, pero el sonido ambiente en la segunda semifinal no era propio de unas gradas vacías. Por alguna razón, el palco de la Fonteta estaba repleto, muy probablemente con personas cercanas a Valencia Basket en su mayor parte. ¿Cómo ha podido ocurrir? ¿Quién lo permitió?
• Valencia Basket acabó el partido contra Baskonia con 41 triples lanzados y sólo 19 tiros de dos. Durante la segunda parte, sólo lanzó de dos una vez en quince minutos. Esto ya no es el predominio del juego exterior tan de moda en los últimos años, no tiene que ver con el famoso small-ball; es un disparate que no lleva a ninguna parte. Así le fue.
• Al comienzo de la fase final se escribió que el grupo A guardaba mayor exigencia e igualdad en la primera fase. Pues bien, la final la disputarán Barça y Baskonia, los dos integrantes del grupo A que se clasificaron para semifinales. Queda claro cuál era el lado fuerte del cuadro.
• Entre el aluvión de galardones, se eligieron los dos mejores quintetos de la Liga ACB esta temporada. El primero lo forman Campazzo, Prepelic, Bouteille, Mirotic y Shermadini, mientras que en el segundo aparecen Marcelinho Huertas, Abalde, Hanga, Shengelia y Tavares. Dos quintetos potentes aunque, en algunos casos, se recurre demasiado a la estadística y no se va más allá. Por ejemplo, no colocaría a un jugador que necesita todo un equipo detrás, como Prepelic, en un quinteto ideal cuando su impacto real es menor de lo que expresan unos números muy destacables.