No se bajó el telón a la temporada en el tercer partido. El Barça alarga la final tras lograr una victoria agónica que alarga la pelea por el título. Los azulgranas superaron el terrible mazazo que supuso la inexplicable derrota y el triple de Carroll en el segundo encuentro. Su resistencia mental se puso a prueba en un partido que dominó en su mayor parte el Real Madrid. En cierta manera el tercer partido de esta final fue el reverso del anterior. El Madrid tuvo oportunidades de sobra para cerrar el título por la vía rápida, incluso dispuso de una ocasión de oro en la última jugada. El palmeo fallado por Thompkins recuerda al tiro errado por Chandler Thompson en la jugada final del quinto partido que disputaron Real Madrid y Estudiantes en las semifinales del año 2000. Al equipo blanco, no obstante, le quedan más oportunidades aunque la fortuna esta vez sonriera al Barça, resarciéndole en parte del terrible desenlace del lunes. La obstinada resistencia, el talento de Heurtel y la sensible diferencia en el rebote y los tiros libres forzaron el cuarto partido. A la final aún le quedan capítulos por escribir. Seguramente hubiera sido duro y cruel que el Barça cayera por 3-0 en esta final aunque tuviera que acudir a la fortuna que le fue esquiva hace dos días.

Barça 78 – Real Madrid 77 (1-2): Poco tuvo que ver el inicio del encuentro con el escenario del segundo partido. Juego más abierto y alegre en los primeros minutos, predominio de un notable acierto. El Barça no parecía especialmente afectado por el final del segundo partido, aún muy presente en la mente de todos los aficionados, pero el Real Madrid se encontraba mucho más cómodo. Movía bien el balón, con paciencia, y estaba muy inspirado en el tiro de tres. Anotó los primeros cuatro triples que lanzó. El Barça volvió a recurrir al rebote ofensivo, de su propiedad por tercer partido consecutivo. Encontró muchas facilidades para acudir a la línea de tiros libres. Caían faltas de tiro con mucha frecuencia pero sólo del lado azulgrana. El Barça llegó a alimentarse casi exclusivamente del tiro libre. La diferencia en este apartado llegó a un extremo que producía pasmo. 14-0 en tiros libres bien avanzado el segundo cuarto. Asombroso. Además los de Pesic estaba prácticamente infalibles desde el 4’60. La efectividad en el tiro libre y un juego más espeso del Madrid con Llull en la dirección le permitieron al Barça tomar una pequeña ventaja (27-21, min 13) pero la reacción madridista no tardó en llegar cuando Laso puso dos bases en pista. Campazzo empezó a manejar la situación. La defensa del Madrid no bajó la intensidad pero ahora provocaba las pérdidas rivales. Thompkins (18 puntos), que empezó despistado, despertó para convertirse en una amenaza muy seria en el perímetro. También estuvo atento en defensa. Si se pone a defender ya se convierte en un jugador superlativo. Anotó trece puntos en el segundo cuarto que cambiaron el rumbo del partido. Parcial de 2-16 que colocaba al Barça en una situación inquietante (29-37, min 18). No era para menos, sólo anotaba desde el tiro libre. De los 34 puntos que anotó al descanso, 15 fueron de tiro libre. Era el mayor sustento y eso no es buena noticia. Tampoco mejoró el panorama para los azulgranas al comenzar el tercer cuarto. El Real Madrid movía el balón a las mil maravillas y encontraba buenos tiros abiertos. Seguía inspirado en el triple y el Barça empezaba a desesperarse. Heurtel perdió la calma y se llevó una antideportiva tras un codazo alevoso a Rudy. El Barça en camino de irse del partido (38-49, min 22) pero, curiosamente, esa jugada sirvió de acicate.

Fuente: cope.es

El Barça reaccionó con rapidez tras encajar cuatro puntos en la antideportiva de Heurtel. Laso pidió demasiado rápido tiempo muerto. Cuesta verlo en un entrenador que se lo piensa mucho para tomar esa decisión. Lo echó de menos más tarde. Su equipo acumuló malos tiros y pasó por mayores problemas con una defensa que aumentó el nivel de los contactos. Cuatro minutos estuvo sin anotar. Los dos bases en pista no funcionaron de igual manera que en el segundo cuarto. Laso mantenía en pista a Taylor y Randolph, tan nefastos como el lunes. Dos tiros libres de Tomic completaron un parcial de 12-0 que puso por delante al Barça pero el Madrid despertó de improviso con cinco puntos consecutivos. Heurtel (21 puntos, 4 asistencias, 19 de valoración) respondió a la reacción rival pero el triple volvió a acudir al rescate del equipo blanco. El Barça volvía a preocuparse en evitar que los de Laso se escaparan. Smits lo logró al inicio del último cuarto pero el Madrid contó con un Campazzo (18 puntos, 4 asistencias, 26 de valoración) sembrado que sumaba cada vez que penetraba hacia canasta. Para el Barça el último cuarto llegaba a resultar frustrante. El Real Madrid sólo tenía una pequeña ventaja pero era incapaz de enjugarla. En cada acercamiento llegaba un triple madridista para tomar aire de nuevo. El Barça volvía a agarrarse al tiro libre para resistir pero no era suficiente. Acababa cometiendo alguna pérdida de balón inoportuna o encajando otros tres puntos de un rival muy inspirado en el 6’75. Un triple de Campazzo puso al Madrid a las puertas del título (71-77, min 38), a dos minutos del éxito. El talento individual del Barça evitó la sentencia. Kuric se sacó de la manga un triple en un visto y no visto. Una bomba de Heurtel puso el partido en un pañuelo. Al Real Madrid le falló el tiro exterior en el peor momento. Erró dos triples muy valiosos. Hanga también falló un lanzamiento para adelantar al Barça pero no así Singleton (12 puntos, 6 rebotes, 18 de valoración) en una bandeja que entró con enorme incertidumbre. 7-0 de parcial y el Madrid obligado a anotar para cerrar la final. El Barça sólo tenía dos faltas en el último cuarto pero no cometió personal. Llull buscó una bandeja pero no anotó. El rebote fue a parar a Hanga pero el alero húngaro cayó en una emboscada tendida por Ayón y Rudy. Lanzó el balón fuera y al Madrid le quedaban diez segundos para un último tiro. Thompkins le dio el balón a Campazzo. El base buscó una nueva penetración. Entró a trompicones y acabó resbalándose. Sólo pudo lanzar el balón al aire cuando llegaba al aro. Sin embargo Rudy tocó el balón y Thompkins apareció desde atrás. Dispuso de un palmeo para decidir el título pero lo hizo de forma defectuosa. Le faltó el toque para darle el título al Real Madrid. Quien sabe si se acordará de él. El Barça sobrevive y fuerza el cuarto partido. La fortuna le devolvió lo que le arrebató en el segundo encuentro.

Fuente: zona131.com

Y DIGO YO…:

• Hasta el minuto 16 el balance en los tiros libres era 14-0. El partido acabó con 24-10 y sólo dos faltas señaladas al Barça en el último cuarto. Si ya había madridistas mosqueados por el arbitraje del segundo partido ahora tienen más carnaza para la lista de agravios. Y con Hierrezuelo por medio para aumentar la inquina más si cabe.
• Me sorprendió la insistencia de Laso en dejar en pista a Ayón durante casi todo el último cuarto. Estuvo remiso a mirar el aro ni aunque estuviera a sólo un metro. Sólo lanzó un tiro a canasta, siempre sacó el balón hacia fuera. No ofreció ninguna alternativa en la zona. Extraña que no apostara un solo segundo por Tavares en el último periodo visto el bajo rendimiento del pivot mexicano en el Palau Blaugrana.
• En los tres partidos de la final la superioridad del Barça en el rebote fue manifiesta. Un aspecto clave en los Clásicos aunque de momento no le sirve a los azulgranas. Difícil explicar que el Real Madrid pudiera sentenciar hoy la final en el tercer partido con este apartado en contra. Aunque, pensándolo bien, el final del segundo partido ya es inexplicable de por sí.
• Tras sus malos partidos en el Palacio de los Deportes, Pau Ribas ni saltó a pista en el tercer encuentro. Pesic está reduciendo la rotación, apartando lo que no le funciona o no le produce confianza. Ahora mismo cuenta con nueve jugadores en sus planes. Mucho desgaste para el núcleo duro en una final tan física.
• El segundo partido se le escapó al Barça tras dominarlo en todo momento y en un inolvidable final de locura. En el tercero el Real Madrid estuvo gran parte por delante pero lo perdió tras no anotar en los últimos dos minutos y que a Thompkins le faltara precisión en el palmeo. La fortuna y el baloncesto pueden ser muy cambiantes en apenas dos días.