Fuente: basketballinsiders.com

El Scotiabank Arena ardía en llamas en los instantes previos al salto inicial. Era el primer partido en unas finales de Toronto y nadie sabía que esperar. En los Warriors, sin embargo, se contaba con la reaparición de DeMarcus Cousins y la principal sorpresa era ver a Jordan Bell en el quinteto titular, acompañando a un recuperado Andre Iguodala. Tras un minuto para desegrasar la maquinaria, ambos equipos comenzaban a mostrar sus cartas. Los Raptors generaban desde Kawhi Leonard, para que Marc Gasol y Pascal Siakam anotasen o doblasen el pase. Mientras, Golden State, se mostraba muy acelerado en su juego y, en ocasiones, precipitado. Entre el acierto exterior local, de un Gasol demasiado abandonado por la defensa californiana, y los balones perdidos, que comenzaban a asomar en el ataque de los Warriors, la iniciativa en el marcador era local. Pese a que los suplentes visitantes trataban de subir el intensidad defensiva, y a que Steve Kerr daba más orden al ataque, Toronto finalizaba el primer cuarto con cuatro puntos de ventaja.

Mientras los equipos se reponían de la primera toma de contacto, sobre la cancha se producía un homenaje a estrellas de los Raptors ya retiradas; de Damon Stoudamire a Chris Bosh, pasando por secundarios como Morris Peterson, recibían el cariño del público local. Y tras la despedida de estos, aparecía en el quinteto visitante la novedad de un recuperado Cousins. El pivot se convertía en generador de juego para sus compañeros pero, en cuanto Golden state dejaba de compartir el balón y aceleraba su juego, Serge Ibaka se mostraba implacable aprovechando su mejor momento de forma frente a un oxidado Cousins. El técnico visitante reaccionaba y entraban los titulares, Leonard volvía a tomar los mandos del cuadro local y Fred VanVleet mostraba un gran acierto, las diferencias se movían a tirones, el mínimo recorte visitante era respondido. Los Raptors se mostraban inteligentes en ataque y defensa, Klay Thompson y Stephen Curry eran la base del ataque californiano y era justo donde los canadienses ponían toda su atención. Los tiros liberados no entraban y, con un Pascal Siakam incontrolable, Toronto se iba a los vestuarios con diez puntos de ventaja.

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Pese a ello, el inicio del tercer cuarto seguía mostrando a unos Warriors blandos en defensa y con un ataque dependiente totalmente de Curry. Por encima Siakam no bajaba su buen nivel, el balón circulaba con fluidez en el ataque de los Raptors y el alto ritmo simplemente dejaba ver la incapacidad de unos para recortar y de los otros para ampliar la diferencia. Bajo esas premisas la diferencia se mantenía entre los cinco y los diez puntos de ventaja. Sólo la aparición de los suplentes de los Warriors, con su mejor versión de equipo, conseguía poner la diferencia en cuatro puntos. Sin embargo, un triple de Patrick McCaw sobre la bocina de posesión, le daba a Toronto siete puntos de ventaja para encarar con tranquilidad el capítulo final.

El paso por los banquillos no alteraba la dinámica del partido, ls californianos seguían serios en su labor y, pese a ello, bastaba un ataque precipitado y un mal balance defensivo, para desesperar a Steve Kerr. El trabajo realizado había sido inútil. El partido repetía la misma dinámica una y otra vez; acercamiento visitante, los Raptors encontraban una solución ofensiva cuando más apretaba la situación y Golden State se desesperaba. Por encima , el balance defensivo se convertía en un problema, Siakam las metía chocando contra la defensa, Thompson y Curry no. Las ayudas de la defensa canadiense eran perfectas, con Gasol y Kyle Lowry tapando todo, y la diferencia alcanzaba la docena de puntos. En Canadá veían la victoria muy cerca y Thompson se ganaba una técnica por lanzar el balón al árbitro de malos modos; hasta Danny Green se convertía en reboteador ofensivo para algarabía del Scotiabank Arena. el partido se acercaba a los tres minutos finales y VanVleet, sobre el tiempo de posesión, metía una canasta que casi cerraba las esperanzas visitantes. Pese a todo, Curry no se rendía, Iguodala se resentía de su lesión tras una canasta y se retiraba al banquillo y la sexta falta personal de Gasol permitía a los Warriors llegar al minuto final a siete puntos. Siakam forzaba una entrada innecesaria, pero el palmeo era suyo e, increíblemente, entraba. Los nueve puntos en contra aceleraban el ataque californiano, que perdía el balón. Lowry, con un triple de ocho metros, cerraba la primera victoria de los Raptors en unas finales NBA. Invitado inesperado: Fred VanVleet (Raptors)