Playoffs NBA 2019: Final de conferencia en el Oeste. Capítulo I

Curry

Fuente: thebiglead.com

La tranquilidad en el Oracle Arena, antes del primer partido de la serie, era general. Y el partido transcurría sin demasiados errores bajo la batuta de las estrellas de ambos equipos. La diferencia era que, mientras los Blazers generaban desde el bote, Golden State lo hacía desde el pase. De este modo, los balones perdidos aparecían con más facilidad en el cuadro visitante y la iniciativa en el marcador era de unos Warriors más veloces. Entre eso, y el mal balance defensivo de los de Oregón, Portland sufría para mantener el ritmo anotador. El partido iba a rachas y comenzaba a tener protagonistas inesperados, como Draymond Green o Maurice Harkless, pero la ligera ventaja local alcanzaba los siete puntos gracias a un tirón defensivo de los suplentes. Para alivio de Terry Stotts, un triple sobre la bocina de Rodney Hood dejaba la diferencia en unos asequibles cuatro puntos al finalizar el primer acto. Los suplentes se presentaban muy fríos al segundo cuarto y, como Klay Thompson sí estaba más acertado, la ventaja local crecía. Se hacía necesario un parón para el técnico visitante, reordenaba la defensa sobre el escolta y el amgo de romper el partido se quedaba frenado. Regresaban los titulares y, entre un Enes Kanter superado por agresividad defensiva de Golden State bajo canasta, y un Jonas Jerebko inspitrado en ataque, se daba un parcial de ocho a cero que llevaba la diferencia a los dos dígitos. Pese a los intentos de las estrellas de los Blazers, ocho puntos consecutivos de un Stephen Curry desatado, llevaban la ventaja local hasta los nueve puntos al descanso. Tras el paso por los vestuarios ambos equipos salían más entonados defensivamente, el único acertado con el tiro exterior era Stephen Curry y la ventaja local alcanzaba los catorce puntos rápidamente. Se hacía necesario un tiempo muerto de Portland que, además, conseguía el efecto deseado. CJ McCollum hacía la primera canasta en juego de su equipo en cuatro minutos. Sin embargo aparecía una nueva preocupación para los visitantes, porque, en una repetición, se apreciaba como Damien Lillard se echaba la mano a la parte posterrior del muslo. Pese a ello, continuaba en el partido con normalidad y McCollum pasaba a ser el centro ofensivo de su equipo. Los ataques pasaban a funcionar exclusivamente del triple y la intensidad de los suplentes de los Blazers permitía un acercamiento en el marcador. Sólo el buen momento de Stephen Curry permitía a los Warriors mantener una ventaja de seis puntos para el capítulo final. Un capítulo donde Portland oponía la actividad de Zach Collins frente al acierto exterior local y, naturalmente, salía perdiendo, porque Thompson y Quinn Cook no fallaban. La desventaja se doblaba y Stotts quería dar vida a su equipo, pero había poca fé y mucho cansancio. Pese a un arreón final de orgullo de Lillard, la defensa y las estrellas locales cerraban la primera victoria de la eliminatoria para Golden State. Invitado inesperado: Quinn Cook, Jonas Jerebko, Jordan Bell (Warriors)

Draymond Green

Fuente: slamonline.com

Los nubarrones sobre la bahía de Oakland no auguraban nada bueno, era posible que cayesen tormentas en la zona, pero el inicio del segundo partido contradecía esa sensación. Ambos equipos funcionaban a pleno rendimiento y, mientras Draymond Green hacía girar el juego ofensivo de los Warriors, el acierto de los jugadores secundarios del quinteto visitante, daban las primeras ventajas a Portland. Las sesnaciones locales eran buenas (con un Stephen Curry de nuevo apareciendo por momentos) y, pese a ello, errores tontos, junto al acierto exterior visitante, permitían a los Blazers sacar una mínima ventaja de cara al segundo acto. Un periodo donde la tónica se mantenía con los jugadores de banquillo, en esta ocasión Klay Thompson no aparecía y McCollum ampliaba la ventaja para los suyos de forma mínima. Ni la entrada de los titulares, ni los intentos de Stephen Curry, variaban la dinámica. Todo porque Terry Stotts había encontrado un marcador para la estrella local que, al menos, le ponía nervioso. La buena defensa de Seth Curry a su hermano, y la aparición de un Damien Lillard renacido, permitían que Portland mandase por quince puntos al descanso. La charla en los vestuarios debía haber sido buena por parte de Steve Kerr y, con ella, y la aparición de Kevon Looney en el quinteto de inicio de la segunda parte, llegaban las soluciones locales. Golden State presentaba otraactitud defensiva, con dos contra uno muy agresivos mandaba al ataque visitante a diez metros del aro. Lillard comenzaba a ponerse nervioso y lo único que evitaba el recorte en el marcador, era la falta de acierto en los californianos. En el Oracle Arena sabían que era cuestión de tiempo, cinco puntos consecutivos de Stephen Curry anunciaban la tormenta y Stotts buscaba guarecerse. Sin embargo no había donde, Thompson se unía y, el parcial de trece a cero en dos minutos, dejaba el partido de nuevo embarrado. Stotts intentaba adecentar a los suyos, Maurice Harkless rompía tres minutos sin puntos. Se hacía necesario adelantar la rotación en lo de Oregón para dar energía a una defensa superada pero, la quinta falta personal de Zach Collins, daba lugar a un quinteto pequeño en los Blazers. Naturalmente, los Warriors comenzaban a procurar posiciones bajo el aro y Jordan Bell  ponía la igualdad en el marcador de cara al cuarto final. El paso por los banquillos recuperaba la versión más agresiva de ambas defensas, las zonas eran terreno vedado y el mayor acierto con los triples permitía mandar a Portland. A Steve Kerr no le gustaba el panorama y mucho menos cuando, tras gastar un tiempo muerto e incorporar a los titulares, tenía que solicitar otro porque Golden State estaba a ocho puntos. Pese a ello la diferencia no bajaba, es más, los Blazers tenían dos opciones de llevarlas a los dos dígitos. No eran aprovechadas y, como era de esperar, una nueva tormenta descargaba sobre Oakland faltando cuatro minutos para finalizar el partido. Sin opciones en el interior, y marrando con los triples, el ataque visitante colapsaba. Mientras, enfrente, Draymond Green y Stephen Curry dirigían con maestría cada ataque. Los pases desbordaban a la defensa de los Blazers con facilidad y, como Stotts quería guardarse los tiempo muertos, un parcial de diez a cero (en apenas dos minutos) ponía por delante a los Warriors. Seth Curry sacaba del apuro a los suyos con un triple, los únicos puntos de su equipo en esos cuatro minutos fatídicos, y Green repartía una canasta fácil para Looney. El pivot cogía aire para la defensa con esa canasta, aguantaba el intento de desbordar de McCollum con dignidad y el escolta erraba. Stephen Curry ejecutaba con facilidad el blqoeuo y continuación con Green, el pivot se paseaba ante uan defensa desaparecida y Portland necesitaba un triple para empatar. Tenía doce segundos para conseguirlo, pero Andre Iguodala metía la mano sobre el intento de Lillard y partido se lo llevaban unos Warriors que se rebozaban sobre el fango. El dos cero en la serie daba tranquilidad al equipo de camino a Oregón. Invitado inesperado: Kevon Looney, Jordan Bell (Warriors)

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