PORTADA Y CONTRAPORTADA: ABC/ FRANKIE GOES TO HOLLYWOOD

PORTADA Y CONTRAPORTADA - ABC - FGTH

A @Jonyintheplace. Confío en que no solo lo lea, sino que además sea el crítico riguroso que sé que es.

Portada

Una de las figuras más importantes de la música pop, siempre, obvio, después de los artistas, es el productor discográfico. Verdadero cerebro detrás de la grabación de un disco, el productor es el responsable de  conseguir un sonido identificable con la obra del músico, realzando los momentos destacados de las canciones y minimizando los más endebles y proporcionando al disco,sobre todo si es uno de larga duración, un estilo coherente  y unitario.Hay productores que se preocupan en mejorar o amoldar la música original del músico a sus características principales (realzar su voz, su estilo, el sonido de su música…), gente  como Chris Thomas, Jimmy Iovine, John Meek, Gil Norton, Daniel Lanois…, lo que conlleva que los oyentes reconozcamos de inmediato o casi, a quién estamos escuchando.  Otros, en cambio, aplican su sello especial o característico a la grabación,  un sonido que hace que antes que al artista identificamos el trabajo del productor. Estos son los llamados “productores estrella”, personajes conocidos desde los años 50 (Sam Philips, Leiber-Stoller,..) pero cuyo máximo exponente, y modelo, sigue siendo Phil Spector, el creador del famoso “muro de sonido” que imponía a todas sus realizaciones.ABC

En los años 1.970-1.980, con la eclosión de la new wave en Gran Bretaña surgieron muchos productores que adquirieron fama casi inmediata, Steve Lillywhite, Gil Norton, Nick Lowe.…, pero quizás ninguno tan relevante o significativo como Trevor Horn.

Trevor Horn (Durham, 1.949) se dio a conocer como miembro del dúo The Buggles, gracias a una única canción, la icónica “Video killed the radio star” (1.979), tema que de alguna manera anunciaba las nuevas tendencias promocionales de la música pop. La fama resultó ser efímera y el dúo se incorporó a una improbable reconversión de los progresivos Yes con resultados tan escasos como previsibles. Horn entonces decidió que lo suyo era estar detrás y no encima del escenario, inclinándose por la producción. Paso casi natural en él, obsesionado con las nuevas tecnologías, su idea era hacer música con los nuevos recursos instrumentales (sintetizadores, teclados y aparatos eléctricos diversos) y con el  modelo de los estadounidenses Gumble-Huff (creadores del sonido de Filadelfia) y de Giorgio Moroder  (que había lanzado desde Munich al estrellato a Donna Summer) como referente se propuso hacer un pop destinado a las pistas de baile y en el que, excepto la voz, todo lo demás estuviera controlado por labores de ingeniería sonora. Inició su carrera con un dúo adolescente, Dollar, que le proporcionaron algunos hits menores y el dinero necesario para experimentar, pero tenía un problema, según aseguró el mismo años después: “No podía tener éxito sin un artista decente y no podía trabajar con un artista decente sin haber tenido antes un éxito”. La solución le llegó con ABC.

ABC – The look of love

ABC Lexicon of loveVice Versa era un grupo de Sheffield surgido en 1.977 al calor de las bandas techno de la ciudad (Cabaret Voltaire, The Human League…) . No destacaban demasiado hasta que se les unió un vocalista atractivo, con voz poderosa y un ego por las nubes, Martin Fry. Fry orientó al grupo hacia una música más bailable y pop y ya con nuevo nombre, ABC, tuvieron un éxito menor con su single “Tears are not enough” en 1.981. Fue entonces cuando apareció Trevor Horn, convencido de que este era el grupo que necesitaba, persuadió a Fry para producir su primer disco. Aprovechando la glamourosa presencia del cantante, no dejó un cabo suelto. Había que hacer un disco perfecto para la pista de baile, pero también sofisticado y  elegante, dando rienda suelta a las pretensiones artísticas de Fry (letras sugerentes, romanticismo desatado), todo ello envuelto en un sonido potente, con muchos trucos sonoros pero al servicio de un pop descarado e inspirado. The Lexicon of love (1.982), con una portada de aire vintage pero a la vez moderna, arrasó en las listas británicas de 1.982 y, con toda justicia, hay que decirlo; temas irresistibles como “Poison Arrow”, “The Look of love”, All of my Heart” o una renovada “Tears are not enough”, servían igual para ser bailados en un club como para escuchar en la habitación a todo volumen. ABC se  convirtió en la sensación del año y Trevor Horn en el productor de moda.

Pero Horn no contaba con algo, el triunfo infló aún más la arrogancia de un Martin Fry, convertido en una estrella de la noche a la mañana, que decidió tomar las riendas del negocio. Desechó a su productor para el nuevo disco, contrató a su ingeniero de sonido, Gary Langan (creyendo que con eso bastaría) y juntos coprodujeron Beauty Stab (1.983). El fiasco fue absoluto, masacrados por la prensa (“autocaricaturesco” llegó a decir algún crítico), sin casi temas reseñables y con una horrible portada sacada de una rancia postal taurina, ABC se hundió tan rápidamente como había ascendido, iniciando una decadencia que llega, sorprendentemente por su longevidad, hasta hoy. El exceso de soberbia arrastró a ABC hasta la insignificancia después de un inicio arrollador. Mientras, Trevor Horn, aprendida la lección, levantaba el vuelo con un nuevo invento.

ABC – Poison arrow

Contraportada

Con los beneficios obtenidos con el primer disco de ABC, Trevor Horn montó un estudio de grabación y fundó un sello propio, ZTT (siglas de Zang Tuum Tumb) con el objetivo de poder experimentar a sus anchas, y, sobre todo, llevar el control de sus artistas. Inició una nueva búsqueda de promesas que se adaptaran sin problemas a lo que pretendía  y encontró lo que buscaba en Liverpool.

Frankie Goes To Hollywood (press)Frankie goes to Hollywood (nombre sacado de un titular de prensa antiguo estadounidense dedicado a Sinatra) era un grupo inestable de viejos conocidos de la ciudad de los Beatles con un solo miembro realmente fijo, su cantante Holly Johnson, un tipo de espléndida voz y apariencia algo extraña y ambigua, nada que ver con la viril elegancia de Martin Fry. Se habían hecho un nombre en los clubes de Liverpool  gracias a una canción de no disimulada temática gay, “Relax”. Thorn los escuchó en la famosa emisión de John Peel de la BBC y en un programa televisivo y decidió que ese era el grupo que necesitaba: música para pistas de baile, temas algo escandalosos, presencia atrevida.

Frankie Goes To HollywoodThorn pensó que con FGTH podía hacer la obra maestra que ambicionaba, un grupo que podía utilizar a conveniencia, un estudio con todos los adelantos técnicos, canciones con impacto y gusto por la notoriedad. Ayudado por el periodista Paul Morley fue sacando sencillos del grupo para asegurar una presencia constante en los medios. El primero, remezclado completamente, fue “Relax”,a finales de 1.983 que al ser prohibido por la BBC contribuyó a que las ventas se disparasen, y pocos meses después “Two Tribes” con un famoso vídeoclip en el que unos supuestos Chernenko y Reagan se atizaban de lo lindo mientras Johnson cantaba. Eran el grupo de moda de 1.984, todo el mundo hablaba de ellos para bien y para mal, añadiendo polémica al asunto  la sospecha (fundada) de que el único que había intervenido en las canciones era el cantante. Algo muy cercano a la realidad, aparte de algunos miembros de los Blockheads de Ian  Dury, todo lo que se escuchaba era obra de Trevor Horn, su ingeniero de sonido Steve Lipson, el programador de sintetizadores J.J. Jeczalick y la voz de Holly Johnson. La estructura era similar en los dos temas: bajo sintetizado, arreglos orquestales y la voz de Johnson, ritmos repetitivos  para bailar adecuadamente, y un estribillo machacón, sobre todo en “Relax”,que se adhería al oído como una lapa.

Frankie Goes To Hollywood – Relax (versión restaurada)

FGTH Welcome to the pleasuredome

El LP, Welcome to the pleasuredome, se editó en octubre de 1.984. Salió como un tiro hacia el número uno en las listas pero se desinfló tan rápidamente como subió ¿La razón? Se trataba de un vinilo larguísimo (doble) integrado por los singles ya conocidos, un par de buenos temas (el que le daba título y The Power of love”), mucho material de relleno y algunas versiones desordenadas  (insustanciales adaptaciones de “Born the Run” de Bruce Springsteen, ” y de “San José (The Way)” de Burt Bacharach y Hal David, una acertada -y complementaria con “Two tribes“- “War” de Barret Strong y Norman Whitfield  popularizada años atrás por Edwin Starr y un doble homenaje liverpooliano a Gerry “Pacemaker” Marsden). Incluso los singles conocidos se perdían en medio de una fanfarria sonora por momentos incoherente. Horn había pagado por exceso de ambición, un LP normal hubiera dado más resonancia y consistencia al proyecto y habría quedado como un hito de la música de baile de los 80.

Como el escándalo se apagaba con esa velocidad habitual propia de unos fuegos artificiales, se intentó dar un giro más apto para todos los públicos convirtiendo la notable balada “The power of love”, que casi cerraba el disco, en una especie de  villancico por obra y gracia de un vídeo apropiado para la ocasión pero el impacto se había diluido y el público no picó, aunque el tema se ha convertido con los años en un clásico navideño.

El resto es historia, el siguiente disco de Frankie…, Liverpool (1.986) sufrió el mismo destino que Beauty Stab de ABC: repudiado por la crítica y con escasas ventas. Asimilado el escándalo, FGTH se convertían en otro juguete roto más. Holly Johnson inició una discreta carrera en solitario y Trevor Horn dedicaba sus esfuerzos a producir a figuras consagradas (Tina Turner, Joe Cocker, Simple Minds,Paul McCartney, los primeros Pet Shop Boys.…). Ya en los noventa centró sus esfuerzos en el anodino cantante de soul pop Seal, mientras continuaba produciendo a grandes estrellas que le requerían (de Mike Oldfield a Tom Jones). Ya en el siglo XXI, produjo en 2.003 uno de los mejores álbumes de Belle and  Sebastian, Dear Catastrophe Waitress y lanzó la irregular carrera de Lisa Stansfield. En  2.005 la mayoría de los músicos que habían trabajado para él en algún momento le dedicaron un concierto-homenaje en el Wembley Arena de Londres.. Horn se mostró muy agradecido, con el tiempo ha  asimilado que es mejor ser querido y respetado que demasiado ambicioso.

 Frankie Goes To Hollywood – The power of love

PORTADA O CONTRAPORTADA: Tú decides. ¿ABC o Frankie Goes To Hollywood?

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