EUROBASKET 2017: Octavos de final. Animales competitivos

Bourousis-vs-Lituania

Llegan los decisivos cruces en el camino hacia las medallas, el momento para el despertar del gen competitivo que guardan por naturaleza algunas selecciones europeas. Da igual que su primera fase haya rozado la mediocridad. En el momento de jugarse todo a una carta aparece su carácter. Grecia representó el papel a la perfección. Logró la clasificación para octavos en el último partido y después de realizar una mala primera fase. Lituania era la subcampeona de Europa, un rival de cuidado. Acabó arrollada por la agresividad e intensidad de más que guarda para estas ocasiones el conjunto heleno. Perros viejos que saben cuándo llega el momento de competir. Italia es uno de los ejemplos de competitividad en el deporte, sea cual sea su disciplina. No tiene un juego fiable, demasiado volcado en el juego exterior, pero conoce todos los detalles del oficio. Los aplicó a una Finlandia que destacó en la primera fase pero estuvo muy tierna lejos de su afición. Le falta la experiencia y el callo de unos veteranos que aprenden la competitividad desde la cuna. Ejemplos que se suman a Serbia, caso de competitividad por excelencia, o una España que en los últimos años ha terminado sumando a su talento la capacidad de resistir las situaciones complicados. Animales competitivos que salen a cazar cuando llega la lucha por la gloria.

EL PARTIDO DE ESPAÑA:

España 73 – Turquía 56: Sinan Erden hasta la bandera para crear un ambiente entusiasta y hostil hacia la selección española. El último arma al que podía recurrir una Turquía llena de limitaciones. No impresionó de inicio el griterío a los hombres de Scariolo, curtidos y experimentados sobradamente en los grandes escenarios. Ricky Rubio manejó los tiempos con suficiencia para dar ventaja a España desde el primer momento. Aunque Turquía respondió al primer arreón no tardó en evidenciar sus carencias. La buena defensa española sacó todas a relucir, le costaba horrores anotar a Turquía que no encontraba a sus mejores hombres. Osman estaba desaparecido. Mahmutoglou tampoco encontraba facilidades para armar el brazo. El ritmo de partido era muy lento, como se temía, pero España no se sintió incómoda. Jugar con dos bases le permitió manejarse bien en un juego contra natura del equipo de Scariolo. Un parcial de 10-2 marcaba la primera diferencia notable que seguiría estirando España al comienzo del segundo cuarto (24-12, min 13). Las numerosas pérdidas turcas, producto de la seriedad defensiva rival, colocaban a los de Sarica en una situación complicada demasiado pronto. España estaba ante la oportunidad de poner una brecha considerable en el marcador pero hubo jugadores que confundieron la velocidad con el tocino, especialmente un Willy Hernangómez muy acelerado. Un respiro para Turquía que encontró una vía de escape en la muñeca de Korkmaz (20 puntos, 5 rebotes, 20 de valoración). El nuevo jugador de los Sixers anotó diez puntos en el segundo cuarto tirando con demasiada facilidad. Jugó muy cómodo con la defensa de San Emeterio. España empezó a acumular malos ataques, agravados por los fallos en el tiro de tres. Con cuatro jugadores exteriores Turquía estaba más asentada en la pista. Con un parcial de 1-9 se metía de lleno en el partido y caldeaba de nuevo el ambiente en el pabellón (29-25, min 18). España pudo tomar aire con las canastas de talento de Navarro y Sergio Rodríguez pero había perdonado la vida a un rival muy justito pero que no iba a tirar la toalla.

Lucha por el rebote en el España-Turquía

Fuente: eurosport.com

Turquía salió en la segunda parte con una defensa presionante muy agresiva. Desconcertó a una selección española que cayó en demasía en ataques muy espesos. El ritmo se ralentizó aún más. Puro baloncesto control, el que beneficiaba a Turquía que había iniciado su emboscada. Un par de faltas más que dudosas mosquearon a Scariolo aunque también hubo decisiones para cabrear al respetable. Las protestas desaforadas de Sarica le costaron una técnica pero no le importaba a los turcos que se formara un ambiente de bronca en la pista. Los problemas ofensivos de España se multiplicaban. El rebote era propiedad de Turquía, más agresiva en su búsqueda. Los balones perdidos, casi inexistentes en los dos primeros cuartos, empezaban a ser un problema. No había forma de encontrar a los Gasol en una zona superpoblada. Pero Turquía no acababa de aprovechar el mal juego rival. Osman seguía sin aparecer y las limitaciones del banquillo turco eran acuciantes. La clarividencia de Sergio Rodríguez (11 puntos, 9 asistencias, 4 rebotes, 3 robos, 21 de valoración) fue el clavo al que se agarró España en una fase tan negativa. (49-46, min 29). Un triple de El Chacho sobre la bocina supuso un balón de oxígeno y acalló por un momento un Sinan Erden muy caldeado. Pero las sensaciones no eran buenas. Se jugaba a lo que deseaba Turquía. Incluso un equipo tan limitado tenía sus opciones jugando a 60 puntos. Scariolo puso dos bases en busca de una mayor fluidez en el juego. Turquía seguía dominando el rebote ofensivo pero el pésimo día en el triple (3/20 en t3) le condenaba. La aparición de Juancho Hernangómez resultaría providencia. Dio un respiro en ataque y anuló a Korkmaz en cuanto Scariolo le puso de alero. Ricky (15 puntos, 3 asistencias, 17 de valoración) acabó con todas las esperanzas del anfitrión en un último cuarto magistral. Volvieron a flotarle con descaro. Dos triples del base enterraron a Turquía (66-52, min 37), anulada por la defensa española y superada por la enorme diferencia de talento. España también sabe sobreponerse a partidos perros. Alemania ya asoma en el horizonte.

Triple de Ricky contra Turquía

Fuente: capitaldeporte.com

EL RESTO DE LA JORNADA:

Eslovenia 79 – Ucrania 55: Se alzaba el telón de los octavos de final con una sesión matutina de aspecto desangelado. El que no estaba nada frío era Doncic que tomó los galones desde el primer momento. Los siete primeros puntos de Eslovenia fueron del chico maravilla, al que nadie discutió el liderazgo al comienzo del partido. Dragic, muy marcado por la defensa ucraniana, entendió que era momento de jugar para otros. Sobre todo lo aprovechó Doncic (14 puntos, 10 rebotes, 6 asistencias, 22 de valoración), omnipresente a los dos lados de la pista para desazón de Ucrania que no escondía su inferioridad. Pronto se cargó de personales y los tiros libres permitieron a Eslovenia llevar la diferencia a los diez puntos con mucha facilidad. Contrastaba con su casillero vacío de personales. No le cayó la primera hasta el último minutos del primer cuarto. Le faltaba demasiada agresividad al ataque ucraniano. Sus pivots, los hombres ucranianos más valiosos, tampoco daban señales de vida. Sólo Pustozvonov disfrutaba de acierto. Eslovenia aflojó en el segundo cuarto pero la debilidad rival le permitía manejar el encuentro sin apretar el acelerador. Bastaba la aportación de Doncic, ya con mando y plaza en la selección eslovena, para seguir estirando la diferencia sin alardes, por la simple inercia de la enorme diferencia entre los dos equipos (42-27, min 20). El tercer cuarto ya no dejaría lugar a dudas. Ucrania seguía topándose con sus propias limitaciones y ahora Eslovenia sí que no estaba dispuesta a dejar pasar la oportunidad de romper el partido. Dejó todo en manos de Randolph (21 puntos, 3 rebotes, 25 de valoración) que al fin aterrizó en el torneo con la llegada a Turquía. Hasta ahora había realizado un papel discreto pero contra Ucrania sacó todo su repertorio. Poderío incontestable en la zona, muñeca prodigiosa, intensidad en defensa, tapones intimidadores que provocan que los rivales se lo piensen dos veces a la hora de acercarse al aro. Cuando se toma el partido en serio es un jugador prodigioso. Lástima que no sea tantas veces para las condiciones que posee. Randolph convirtió a cenizas una defensa ya frágil de por sí y dejó la eliminatoria vista para sentencia (68-43, min 30). Eslovenia se tomó con calma el último cuarto, que ya no servía para más que dar minutos a jugadores menos habituales. No le costó demasiado cumplir los pronósticos ante Ucrania, que ya estaba satisfecha con llegar hasta aquí.

Bloqueo para Doncic

Fuente: eurohoops.net

Alemania 84 – Francia 81: Francia deseaba limpiar la pobre imagen de la primera fase en la hora de la verdad que suponen las eliminatorias a vida o muerte. Inicio impecable con una concentración y buen trabajo en defensa que no habíamos visto en los partidos anteriores. 0-8 de inicio que le permitió dominar cómodamente todo el primer cuarto. Alemania dejó a la vista sus carencias, su excesiva dependencia en Schröder en ataque. Falta imaginación más allá de la enorme calidad individual del base. A Francia no le costaba mantener un colchón cómodo en el marcador. Diaw (15 puntos, 9 rebotes, 5 asistencias, 25 de valoración) echó mano de su veteranía y su capacidad para aportar en cualquier faceta. Schröder estuvo bien defendido y tampoco tenía las ideas claras. Curiosamente Collet apostó poco por un base puro, no confiaba demasiado en Heurtel o Diot. Alemania estaba atascada y sólo pudo respirar en el segundo cuarto con una racha de triples de Staiger que le permitía hacer la goma. Schröder por fin salió de su letargo en los minutos previos al descanso para minimizar daños (34-40, min 20). Con todo lo que había llovido no era mal resultado. Además todo cambió en la reanudación. Francia regresó a la fragilidad que mostró en la primera fase. Desapareció la fluidez en el juego y el buen trabajo colectivo. Alemania se le subió a las barbas y empezó a amenazar el dominio en el marcador. Aunque la selección gala mantuvo un colchón entre 5 y 7 puntos durante buena parte del tercer cuarto las señales empezaban a ser preocupantes. Theis (22 puntos, 7 rebotes, 26 de valoración) se hacía con el control de la zona con su juego vigoroso cerca del aro. El pivot logró igualar el marcador (51-51, min 26) para sembrar los nervios en el banquillo francés. Aún le costó a los germanos dar la vuelta al partido pero parecía inevitable. Un triple de Lo puso por primera vez por delante a Alemania. El acierto alemán en el triple al comienzo del último cuarto hacía estragos. Hasta cinco consecutivos llegaron para que Alemania se escapara lentamente. A Francia sólo la sostenía Fournier (27 puntos, 4 robos, 3 rebotes, 26 de valoración). Se convirtió en una lucha entre el alero francés y Alemania. Solo no podía contra el acierto de Schröder (21 puntos, 8 asistencias, 4 rebotes, 23 de valoración) en el último cuarto y la omnipresencia de Theis. Un triple del pivot dejaba el partido en manos de los hombres de Chris Fleming (77-68, min 38). Fournier fue el único que se resistió a lo que parecía inevitable. Aprovechó varias pérdidas de balón de Alemania para poner la incertidumbre. Nada que reprochar a un jugador que anotó 18 puntos en el último cuarto. A Alemania empezaron a temblaron las piernas. Lo desperdició uno de sus tiros libres y Francia disponía de una posesión para igualar. Tadda cometió falta sobre Fournier para evitar un triple. No falló el jugador galo que alargó el desenlace. A Benzing tampoco le falló su muñeca en sus dos tiros libres. Quedaban seis segundos. Pase largo que sortea la presión alemana y el balón le llega a la esquina a De Colo, completamente solo. Al escolta se le cruzó un cable y penetró hacia canasta. Cuando se dio cuenta que no servía de nada acabó saliendo hacia la línea de tres con el tiempo justo. Su triple topó con el aro que escupió las esperanzas de Francia que se apea de la lucha por las medallas muy pronto. Tras muchos años de disfrutar de su mejor generación desaparece de la primera línea del baloncesto europeo.

Theis choca la mano con Benzing

Fuente: blogdebasket.com

Finlandia 57 – Italia 70: La competitividad que lleva en los genes el deportista italiano salió a relucir en cuanto llegaron los cruces, temidos por tantos. Finlandia había dejado una grata impresión en la primera fase al abrigo de su público pero en la lejanía de Estambul su estrella se apagó. La velocidad y descaro se transformó en agarrotamiento y timidez enfermiza. Su defensa resultó prácticamente inexistente. Italia demolió la resistencia finesa en apenas diez minutos. Melli, que había realizado una primera fase para olvidar, se comió a un Markkanen desconocido. Diez puntos del ala-pivot italiano que recordó al jugador codiciado por media Europa este verano. Belinelli (22 puntos, 4 rebotes, 23 de valoración) hizo ciscos la moral de Finlandia con cada uno de sus triples. Italia no fallaba absolutamente nada. Nueve minutos y medio pasaron hasta que llegó el primer error en el tiro. Las pérdidas eran la única manera que no anotara Italia en un ataque. Ese fallo acabó con la buena racha italiana pero su rival no aprovechó el bajón. Italia controlaba la situación pese a que su ritmo anotador había descendido. La agresiva defensa marca de la casa cerraba todos los caminos a un rival timorato que no se atrevía a meter un balón dentro. No funcionaba el tiro exterior y no aparecían las figuras. Koponen estaba peleado con el aro. Markkanen, desaparecido y abrumado. Salin era el único jugador finlandés con algo de inspiración pero de poco servía ante un rival con más callo que dejaba el partido casi liquidado al descanso (29-48, min 20). Ni le hacía falta jugar bien en lo que restaba de partido. De hecho el segundo tiempo fue deplorable. Tras dos triples de Belinelli, Italia estuvo más de seis minutos sin anotar. Ni le afectó lo más mínimo. Es el típico partido que se dice que ganas sólo con defender. Finlandia estaba superada por los acontecimientos, carecía de agresividad en ataque. Rehuía tanto la zona que ni siquiera sacaba personales. Hasta el último cuarto no lanzó su primer tiro libre. Italia realizó un último cuarto aún más mediocre ofensivamente pero ni hubo una pizca de sufrimiento. Las acciones individuales de Jamar Wilson o los triples que llegaban a cuentagotas reducían la diferencia pero a una distancia amplia. Nunca tuvo oportunidad de acercarse Finlandia, le faltó colmillo y personalidad. Sin alardes Italia accede a los cuartos de final. Messina no imaginaba que ofreciendo poco iba a conseguir tanto.

Triple de Belinelli contra Finlandia

Fuente: capitaldeporte.com

Lituania 64 – Grecia 77: Otro equipo competitivo hasta el tuétano, Grecia, demostró que la pobre imagen de la primera fase era un espejismo que engañó a todos. Missas sorprendió con Papagiannis en el quinteto inicial para defender a Valanciunas. Sin duda le desconcertó porque hizo un muy buen trabajo en los primeros minutos. Los pivots griegos fueron claros dominadores de la zona en el primer cuarto. Lituania no se sintió nada cómoda con una defensa griega intensa en grado sumo. Calathes controlaba el ritmo del partido, siempre sosegado. Además estuvo efectivo en la línea de tres. Y alguno decía que es un jugador flotable… Todo marchaba a pedir de boca para Grecia (17-28, min 11) aunque las rotaciones no le vinieron nada bien. Grecia sufrió numerosos colapsos en ataque durante la primera fase y no fue inmune a ellos en este partido. Lituania logró sacar tajada de ello. Valanciunas empezaba a sacar réditos en la pelea cerca del aro. Kuzminskas proporcionaba alternativas en ataque cada vez que buscaba el aro. El marcador se estrechó pero Grecia despertó a tiempo. Sloukas inició en los últimos instantes del segundo cuarto el que sería su nuevo recital. El tercer cuarto fue todo suyo. Sloukas manejó el encuentro, impuso el tempo, estuvo muy activo en defensa. Pero, sobre todo, destrozó a Lituania con sus triples. Lo que ha mejorado en ataque un jugador que apenas miraba el aro hasta hace dos años. Lituania se fue achicando ante el festival anotador de Sloukas (21 puntos, 5 rebotes, 4 asistencias, 22 de valoración), ante su vigor. Valanciunas también se veía superado en la pelea con Bourousis que volvió a encontrar el carácter en este partido. Lituania estaba estupefacta, arrollada por un rival mucho más activo y en plena racha anotadora (40-57, min 27). Sólo les quedó apelar a la heroica. Kuzminskas (20 puntos, 5 rebotes, 20 de valoración) tomó la responsabilidad. Definitivamente se ha ganado los galones en la selección lituana. Emprendió un intento de remontada a la desesperada. Sus entradas hacia canasta redujeron la diferencia en medio de un nuevo apagón de Grecia. Otros cinco minutos sin anotar estuvieron los griegos que empezaron a ver las orejas al lobo. Un triple de Grigonis a la que se añadió una falta a Ulanovas que costó dos tiros libres metieron en el encuentro a Lituania (59-63, min 35) pero Grecia no perdió la calma. El tiempo muerto de Missas devolvió el temple a los suyos. Una canasta que entró llorando de Bourousis cerró la crisis. Un triple del Hermanísimo supuso un golpe letal. No es tan frecuente que Thanasis Antetokounmpo te golpee desde el perímetro. El nuevo estirón griego acabó por enterrar a Lituania, entregada a la precipitación. Las pérdidas de balón permitieron a Grecia sentenciar al contraataque. El subcampeón europeo se marcha prematuramente a casa, víctima de un animal competitivo que ha despertado cuando se juegan las castañas. Nunca se puede enterrar a Grecia.

Calathes sujeta del brazo a Papanikolau

Fuente: basquetplus.com

Letonia 100 – Montenegro 68: Letonia no encontró rival en Montenegro. El primer cuarto ya ofreció un recital de juego poderoso y veloz de unos jugadores letones que pasaban como balas entre una defensa muy endeble. Cada error era castigado por un equipo vigoroso en imparable ascenso. Porzingis (19 puntos, 6 rebotes, 3 asistencias, 25 de valoración) era la imagen de una exhibición de baloncesto moderno. Montenegro ni veía venir a un rival que jugaba a otra velocidad (27-13, min 9). Sólo dio señales de vida en unos minutos de despiste de los letones. El juego interior de los balcánicos hizo acto de presencia aunque la reacción llegó de los triples que anotaba Dubljevic (21 puntos, 6 asistencias, 5 rebotes, 28 de valoración). Desconcertó la facilidad del pivot montenegrino para jugar en el perímetro a Letonia, que encajó un 0-11 de parcial que devolvía la emoción. Sólo duró unos momentos. La falta de rigor defensivo de Montenegro daba muchas facilidades a Letonia. A Porzingis se le unió Timma para aumentar las miserias rivales. Ya ni las podía esconder el acierto desde fuera de Dubljevic. Él solo no podía con una Letonia pletórica que dejaba el encuentro encarrilado al descanso (53-37, min 20). Montenegro no tardó ni dos minutos en entrar en bonus en el tercer cuarto. No por una mayor intensidad defensiva. Simplemente no podían frenar de otra forma a unos rivales que les superaban siempre en velocidad. Cada error era castigado con un contaataque letal. Mihailovic era poco para lo que se venía encima. Un festival de triples acabó de sepultar el simulacro de defensa que practicaba Montenegro. Timma (21 puntos, 6 asistencias, 5 rebotes, 28 de valoración) se puso las botas a anotar desde fuera. Menuda joya ha encontrado Querejeta. Ante tantas facilidades sólo existía un pronóstico: victoria por aplastamiento (82-52, min 30). Letonia podía permitirse dar descanso a sus principales baluartes durante el último cuarto. Triunfo muy sencillo para alcanzar los cuartos de final, su límite en el Eurobasket. Amenaza con cruzarlo en esta edición.

Bandeja de Strelnieks

Fuente: vavel.com

Serbia 86 – Hungría 78: Parecía que la resolución sería casi inmediata. En muy pocos minutos Serbia cogía una ventaja seria utilizando a los pivots como equipo de demolición. Hungría sólo fue capaz de anotar un triple de Rosco Allen en los primeros seis minutos. Coser y cantar para los serbios (16-3, min 6) pero el tiro exterior húngaro no pondría las cosas tan sencillas. Tres triples seguidos despertaron definitivamente a los magiares que ya no pondrían todo tan fácil. Serbia no cambió el guión pese a la remontada súbita de su rival. Continuó metiendo balones dentro para aprovechar la gran ventaja que tenía en la zona. Kuzmic (17 puntos, 10 rebotes, 26 de valoración) por fin dio señales de vida en el torneo. No tuvo problemas para hacer cuanto quiso cerca del aro. Hungría tampoco varió su argumento. Encontró un activo valioso en Perl (22 puntos, 7 rebotes, 4 asistencias, 27 de valoración) que daba la réplica a Kuzmic. El triple le seguía funcionando a los húngaros y le permitía abortar cualquier intento de escapada de su rival. Hungría pudo llegar con vida al descanso (48-41, min 20), lo que no es poco tal como pintaba el partido en los primeros minutos. Volvería a oscurecerse en la reanudación. Nueva salida en tromba serbia que hizo trizas a un rival que volvió a salir a pista peleado con el aro. Jovic (9 puntos, 7 asistencias, 4 robos, 17 de valoración) movió de maravilla a Serbia que anotaba con comodidad. El parcial de 14-4 parecía definitivo para romper el partido (62-45, min 25) pero las rachas desde el tiro exterior de Hungría aparecen siempre en el momento menos pensado. Otros tres triples consecutivos y los húngaros regresaban al encuentro. Resultaban moscas cojoneras, Serbia no encontraba la manera de sacarles del partido. Perl mantendría sus opciones casi hasta el final pero el talento salvo a serbia pese al acercamiento rival. El gigante Marjanovic no desaprovechó su ventaja respecto a los pivots serbios. No faltó a su cita Bogdanovic (17 puntos, 6 asistencias, 19 de valoración) en los minutos calientes. De nuevo el genio manteniendo a raya a una Hungría que compitió mucho mejor de lo esperado aunque no fue suficiente. Serbia tuvo que trabajar más de lo previsto pero cumplió el pronóstico.

Bogdanovic avanza perseguido por Keller

Fuente: somosbasket.com

Croacia 78 – Rusia 101: Inicio frenético con ataques vertiginosos. Los dos equipos se lanzaron a tumba abierta sin cadena. Shved encendió la mecha como mejor sabe hacer. Sube el balón, se para en la línea de tres y anota. Tan fácil, tan sencillo. Todo basado en Shved pero muy efectivo. Croacia aceptó el envite. Bogdanovic aceptó el duelo de talento con Shved y ambos se enfrascaron en una desenfrenada carrera anotadora. El intercambio de canastas era constantes para convertir el partido en un plato delicioso a la hora de la cena. Rusia intentaba dar un estirón en el marcador cada vez que Croacia se acercaba pero todo intento de escapada en la primera aparte acababa abortado por los croatas que encontraban muchos espacios para anotar. De hecho las defensas estuvieron casi de adorno. Sin embargo el combate de anotación acabó beneficiando a los rusos que se marcharon por delante en el marcador (42-46, min 20). Esta pequeña ventaja le dio confianza para salir con mayor ímpetu en labores defensivas en el tercer cuarto. Croacia empezó a encontrar problemas para anotar. Saric no era capaz de anotar en la carga con bayonetas en la que se convirtió la lucha en la zona. El poderío físico ruso empezaba a pesar en la moral croata. Ni siquiera aprovechaba el rebote ofensivo. Shved (27 puntos, 12 asistencias, 4 rebotes, 32 de valoración) entró en otra racha anotadora que forzó el tiempo muerto de Aza Petrovic. El técnico croata probó de todo para salir del agujero (49-61, min 25). Entraron  Popovic como base y Zoric como revulsivo en la zona. También colocó a Marko Tomas como defensor de Shved, repitiendo la maniobra que hizo Joan Plaza hace años encargando al croata la defensa de Papaloukas. No sirvió para superar a un rival en el que todo el mundo tenía claro qué hacer. Apareció Fridzon, tan intermitente como peligroso cuando empieza a anotar con facilidad. Ocho puntos seguidos del escolta ruso rompieron definitivamente el partido. Croacia estaba maniatada e impotente. Los secundarios de Rusia hicieron una labor impagable como peones, dejando todo en defensa. Esfuerzo que tuvo su recompensa. Rusia alcanzaba la veintena de puntos y destrozaba el choque. Croacia era un equipo roto. Bogdanovic (28 puntos, 4 rebotes, 24 de valoración) ya sólo pensaba en salvarse del naufragio mirando su estadística personal. Rusia se comportaba como un bloque de granito, una máquina bien engrasada. Los secundarios aprovechaban las facilidades rivales en defensa para engordar números que adornen su trabajo oscuro. Zubkov, Kulagin o Khostov encontraron el premio al trabajador eficiente en un último cuarto para el disfrute de un equipo que ha dado un notable salto de calidad en este Eurobasket.

Mozgov intenta taponar a Bojan Bogdanovic

Fuente: eldesmarque.com

PREVIA DE CUARTOS DE FINAL:

Pese a que los octavos de final nos han deparado varias sorpresas de consideración no parece que haya una diferencia muy significativa entre los dos lados del cuadro. Al menos cuanto a nombres se refiere. En mi opinión personal creo que la parte del cuadro que se disputa el martes tiene algo más de nivel aunque, a diferencia de España, esté plagada de selecciones que no son tradicionales aspirantes a las medallas. Pero vamos a desgranar con más detalle las cuatro eliminatorias de cuartos de final.

España será precisamente una de las dos selecciones que disputarán el primer encuentro de cuartos. Tras superar el caldeado ambiente del Sinan Erden y a una Turquía voluntariosa pero con muchas carencias se interpone en el camino a las medallas Alemania. El conjunto germano no está llevando mal el cambio de liderazgo tras la retirada de la selección de Nowitzki. Curiosamente España fue el rival en el partido de despedida, recordado por la agonía y el sufrimiento que supuso superar un partido decisivo y que se resolvió por un tiro libre fallado por Schröder, nuevo líder de la selección alemana y sobre el que gira gran parte de su juego. Sólo con minimizar su aportación está hecho gran parte del trabajo. Ricky Rubio tiene trabajo por delante para frenar a un base que conoce muy bien de la NBA aunque las cualidades defensivas del base de El Masnou son una absoluta garantía. El tiro exterior es la alternativa más clara en el ataque alemán. Cuenta en el banquillo con unos cuantos tiradores que han sacado de más de un apuro a Alemania. Incluso Benzing es otra solución para descolocar a la defensa alternando el puesto de ‘3’ y ‘4’ pero Juancho Hernangómez está perfectamente capacitado para atarlo en corto. En el juego interior la superioridad española es clara. Theis hizo un gran partido contra Francia pero los hermanos Gasol son palabras mayores. El talento, la experiencia y la profundidad de banquillo favorecen a los hombres de Scariolo, cuyo favoritismo es indudable.

La jornada del martes la completa el partido del futuro. Eslovenia y Letonia son dos selecciones llamadas a competir habitualmente por las medallas, dos serias amenazas para las potencias tradicionales del baloncesto europeo. Dos equipos de futuro y dos jugadores que marcarán una época. Doncic, el chico maravilla, está señalado por todos como uno de los jugadores dominantes en el baloncesto mundial en un futuro próximo. Ha olvidado el mal final de temporada pasada y no tardó en conseguir galones en Eslovenia. Casi los comparte con Goran Dragic, santo y seña de los eslovenos y que genera gran parte del juego. Doncic domina todos los aspectos de juego con apenas 18 años. Uno de esos jugadores desequilibrantes por sí solos. Al otro lado, una estrella consagrada en la NBA pese a su juventud. Porzingis lleva ofreciendo recital tras recital todo el torneo. Una fuerza de la naturaleza incontenible en la zona y con mano de sobra para hacer daño lejos del aro. Otra joya que marca las diferencias en cualquier partido. Le acompaña un puñado de escuderos de lujo. Timma, los hermanos Bertans, Strelnieks o Blums, entre otros, conforman un equipo muy serio, sobre todo en el tiro exterior. No han acusado ni presión e inexperiencia. Muy peligrosos. Tiene una plantilla más amplia y superior físicamente pero Porzingis deberá andarse con ojo con un jugador que puede actuar de factor sorpresa. Randolph es una amenaza si se encuentra concentrado y motivado. En ese caso podemos disfrutar de un duelo delicioso en el juego interior aunque nunca sabemos qué versión de Randolph vamos a encontrar.

La sesión del miércoles se abre con el Grecia-Rusia. Dos de las sorpresas de cuartos frente a frente. Dos equipos graníticos y de mucho trabajo que basan su juego en contadas individualidades. Grecia se sostiene en sus dos bases. Calathes pone la pausa y el juego elaborado. Sloukas intensidad, anotación y el carácter que le está convirtiendo en el líder de la selección griega. Por el lado ruso todo gira entorno a Shved. Hace y deshace a voluntad, el juego depende exclusivamente de él. La clave es quién de ellos manejará el ritmo del partido porque en conjunto el resto de puntos son muy parecidos. Equipos muy físicos y con un banquillo lleno de jugadores destinados al trabajo de intendencia. Los cuartos de final se cerrarán con el Italia-Serbia. Ya sabemos lo que propondrá el conjunto de Messina. Triples, triples y más triples. Serbia es un equipo mucho más completo pese a sus numerosas bajas. No parece que vayan a tener competencia las torres serbias con un juego interior italiano con escaso protagonismo. Jovic también parece un base más competente que Hackett. El duelo de talento de Bogdanovic con Belinelli y Datome será otro punto de interés. El favoritismo de Serbia me parece evidente. Sólo le puede complicar que se enrede con la defensa italiana.

Y DIGO YO…:

  • Aún recuerdo el tweet que proponía conceder el MFP (Most Flotable Player) y consideraba favoritos a Calathes y Ricky Rubio. Sus porcentajes no están siendo malos precisamente. No tendrán una mecánica lenta pero flotarles no está suponiendo una buena idea. Me pregunto si el autor estará buscando algún agujero para esconderse.
  • Como contrapunto al titular de esta entrada es momento de acordarse de los equipos con falta de gen competitivo. Finlandia demostró que lejos de casa no es el mismo equipo. Se deshizo como un azucarillo ante Italia. Le falta un hervor. Croacia lo ha vuelto a hacer. Llegan los cruces y se hunde miserablemente. Su falta de mentalidad ganadora es acuciante y parece caso perdido. Y de postre, Valanciunas. Condiciones admirables pero su falta de liderazgo es palmaria. Si llegó a la final del pasado Eurobasket fue gracias a Maciulis más que otra cosa. En esta edición ha sido Kuzminskas quien tomó la responsabilidad de Lituania. Su facilidad para desaparecer en partidos clave es asombrosa.
  • La plata y el bronce del pasado Eurobasket caen en octavos de final. Francia ha acusado seriamente la retirada de la selección de Tony Parker. La vida sin él es muy dura. Lituania cayó en la trampa de un rival peligroso y competitivo por naturaleza aunque Grecia no hiciera ni el huevo en la primera fase. En su caso parece más un accidente y un cruce desafortunado pero en los JJOO de Río ya tuvo un final de torneo abrupto y oscuro. El cambio de orden en Europa parece inevitable.
  • Rusia es uno de los equipos que más me ha sorprendido hasta el momento. Llevaba años dando tumbos, concretamente desde los JJOO de Londres. No presentaba un equipo brillante en este Eurobasket pero se está presentando como un bloque compacto y trabajador al servicio de un Shved que al fin ha dejado de lado sus locuras en la pista y evoluciona hacia una capacidad de liderazgo que no se le suponía. Algo habrá tenido que ver Bazarevich que está realizando un trabajo digno de alabar.

 

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