A la tercera fue la vencida. Gran Canaria logra el primer título oficial de su historia tras imponerse en la final de Supercopa de forma muy brillante al Barça que fue superado de medio a medio por el equipo entrenado por Luis Casimiro. Irreconocible equipo azulgrana, arrasado por un equipo muy maduro que llama a las puertas de la nobleza de la ACB para ser considerado una de las escasas alternativas de poder a los grandes futboleros. Premio merecido al enorme trabajo que realiza desde hace muchos años la secretaría técnica de Gran Canaria, con Berdi Pérez al frente. Era la tercera oportunidad en la que el equipo grancanario se asomaba a las puertas de la gloria. En 2014 llegó a la final de la Eurocup. Pagó la novatada y fue arrasado sin contemplaciones por Khimki. En 2015 lograba un histórico pase a la final de la Copa del Rey. Aunque fue competitivo hasta el último instante, el Real Madrid le privó de su primer título. La final de la Supercopa contra el Barça, recién estrenada la etapa de Bartzokas en el banquillo, era una nueva ocasión para alcanzar el trofeo ansiado. Esta vez la gloria no le fue esquiva. De principio a fin fue el dominador incontestable del encuentro, sometiendo a un Barça que no estuvo a la altura y convirtió el triunfo en el Clásico en una simple casualidad puesto que sigue sin ser un equipo fiable. Todo lo contrario que un Gran Canaria bien armado con mucha cabeza. Un bloque encaminado sin hacer ruido a tomar por asalto las plazas de privilegio en el baloncesto español. No es casualidad, ya llevaba años avisando. Premio al trabajo bien hecho.

Gran Canaria 79 – Barça 59: Desde el primer momento quedó patente que era Gran Canaria quien buscaba con más ahínco esta Supercopa. Los dos equipos fueron la noche y el día sobre la pista en los primeros minutos. El Barça salió a verlas venir, como si fuera un amistoso de pretemporada más, y pronto se encontró con un problema considerable. Gran Canaria entró al encuentro con una agresividad e intensidad propias de una final y se llevó por delante a un rival dormido que defendía con la mirada. McCalebb era la viva imagen del deseo de triunfo. Se comió literalmente a un Rice desconocido, superado por el que fuera el mejor base del baloncesto europeo hace un lustro. McCalebb (15 puntos, 5 asistencias, 5 rebotes, 18 de valoración) recordó a la versión que se convirtió en objeto de deseo de todos los equipos grandes del Viejo Continente. Incontenible, rapidísimo, comprometido en defensa. Anotó 11 puntos en los primeros seis minutos antes de tomarse un respiro en el banquillo. Con la ayuda de O’Neale le complicó la existencia al equipo azulgrana ya de entrada (21-9, min 6). A los de Bartzokas les tocaba rematar contracorriente demasiado pronto y tenían que hacerlo con la presencia de las dos torres de Gran Canaria, Planinic y Pasecniks, en pista. El Barça consiguió recortar con los cambios de Gran Canaria, al que no le sentó bien que algunos de sus titulares pasaran unos minutos en el banquillo. Claver (12 puntos, 7 rebotes, 18 de valoración) continuó con el estado de gracia que tuvo ante el Real Madrid y tiró del carro para reducir diferencias. 2-12 de parcial que acercaba peligrosamente al equipo azulgrana en el comienzo del segundo cuarto pero cuando la situación se iba reconduciendo tuvo que meter la pata Dorsey. Varios errores del pivot, incluida una falta antideportiva estúpida a Planinic sin el balón en juego, supusieron un 7-0 para Gran Canaria que le permitió recuperar una diferencia cómoda. La tercera falta de Dorsey obligó a Bartzokas a dar entrada a Tomic que pasó una tarde de perros con Planinic. Su compatriota le hizo la vida imposible, le superó con mucha claridad cada vez que atacaba el aro. La situación se tornaba desesperante para el Barça. No era capaz de atajar la buena movilidad de balón de Gran Canaria que jugaba con mucha comodidad. Le faltaba constancia. Se limitó a hacer la goma recurriendo a los triples y el tiro libre pero atrás no encontraba forma de tapar tantos agujeros. Las tortas llegaban de todas partes y sin Rice en la dirección quedó al descubierto la ausencia de un base puro para sustituirle. Gran Canaria se marchaba a vestuarios soñando que esa era su tarde, su momento (50-39, min 20).

Fuente: eldiario.es

La reanudación fue un calco del inicio de partido. Gran Canaria salió con el cuchillo entre los dientes en defensa y sacó del encuentro al Barça que se estrelló ante el vigor de su rival. Rice estaba en cualquier parte menos en la pista. Desconocido, nada que ver con el jugador que tumbó al Real Madrid con un recital. Con él su equipo se fue a pique. Los pivots de Gran Canaria hacían un daño desmesurado. Sobre todo Eulis Báez (11 puntos, 6 rebotes, 3 asistencias, 18 de valoración), que generó muchos problemas con su versatilidad. Ya avisé que Claver lo tendría más complicado con el dominicano. El Barça estaba completamente noqueado tras recibir un 10-0 de salida y sin anestesia (60-39, min 23). Nos estábamos quedando sin final pero con un guion que nadie esperaba. Bartzokas no sabía ni que hacer más allá de protestar a los árbitros. Los azulgranas tardaron cinco minutos en anotar su primera canasta en juego del cuarto, un triple de Oleson. Gran Canaria aprovechó la enorme diferencia para dar respiro a varios titulares, por si hicieran falta más tarde. Comenzó a alargar las posesiones, a jugar con el tiempo. El ritmo era suyo pero acabó enredado en un juego tan lento. El Barça había aumentado la intensidad defensiva en busca de una reacción desesperada y Gran Canaria se atascó. Sin los titulares en pista ni acierto desde el perímetro entró en un bache demasiado duradero. Sólo anotó dos puntos en ocho minutos, una invitación a regresar al partido para el Barça que funcionó mejor con la dirección conjunta de Pau Ribas y Navarro. La Bomba se erigió como líder de la remontada. El parcial de 2-14 bajaba la diferencia de la barrera de los diez puntos (62-53, min 32)  y el Barça se podía permitir meter miedo pero no hubo lugar a que su rival entrara en estado de pánico. Con los titulares en pista el equipo grancanario recobró el control. Salió Gran Canaria del bache ofensivo y recondujo la situación. A Navarro se le acabaron el fuelle y las ideas y sus errores facilitaron el trabajo a un rival que veía más cerca el triunfo. Le bastaba al equipo de Luis Casimiro con una defensa de manual para obligar a los azulgranas a capitular sin condiciones. Un triple de Eulis Báez completaba un parcial de 12-2 que resultó definitivo (74-55, min 38). Los últimos minutos se reservaban para la fiesta del banquillo de Gran Canaria que ya celebraba un título histórico para el club. Casimiro tuvo el detalle de pone en pista a Pablo Aguilar, para que disfrutara de una final de ensueño pese a sus problemas de muñeca. El alero granadino puso el cierre con la última canasta del partido que redondeaba un triunfo rotundo y sin vuelta de hoja. Gran Canaria al fin era campeón.

Fuente: elconfidencial.com

CONCURSO DE TRIPLES:

Como aperitivo a la final de Supercopa disfrutamos del tradicional concurso de triples que pone la parte festiva y el espectáculo heredado del desaparecido All-Stars de la ACB. Los entrenamientos de la mañana valieron para formar los emparejamientos del concurso como si de un playoff se tratase. Los cuartos de final lo abría la eliminatoria entre Eriksson y Terry Biwater, el jugador en silla de ruedas del Ilunion madrileño. Se pensó en días anteriores en concederle más tiempo del minuto reglamentario debido a su minusvalía pero el propio Biwater rechazó esa posibilidad. No quería disputar el concurso en condiciones diferentes al resto de participantes. Compitió dignamente pero no tuvo posibilidad alguna ante el jugador sueco del Barça que estuvo muy acertado a partir del segundo carro. 25-14 para Eriksson que pasaba a semifinales. Otro implicado en la final de la Supercopa, Kyle Kuric, se batía con el debutante Billy Baron. El nuevo jugador de UCAM Murcia demostró que tiene una mecánica rapídisima de tiro y resulta casi infalible cuando entra en racha. Kuric se lo tomó con más calma y afrontó el último carro cuando su rival prácticamente había terminado. Consiguió empatar a 23 con el balón tricolor y forzar un desempate donde fue decisiva la velocidad de tiro de Baron que se imponía 14-9 en los treinta segundos extra. Turno para la participante femenina, Silvia Domínguez, en el tercer duelo de cuartos. Delante tenía ni más ni menos que al vigente campeón, Carroll. Le costó un poco entrar en calor a la jugadora de Perfumerías Avenida pero su acierto fue impecable en el segundo y tercer carro. Jaleada por el Buesa Arena, estuvo con opciones de ganar hasta el último carro donde se desfondó. Carroll no perdonaba y se imponía por 22-19. Muy buena actuación de la jugadora internacional que superó las marcas conseguidas en el pasado por Nieves Anula y Amaya Valdemoro. La última eliminatoria fue la más descafeinada. El mexicano Paco Cruz, nuevo jugador de Fuenlabrada, estuvo fuera de onda en todo momento. Apenas 14 puntos, fue el jugador más flojo del concurso. Alberto Corbacho no pasó apuros para eliminarle. Tras un primer carro flojo en el que sólo anotó un lanzamiento se puso las pilas para cerrar su pase a semifinales.

Fuente: tercerequipo.com

La primera semifinal enfrentaba a Carroll con Baron. El segundo carro resultó trascendental para el desenlace de este enfrentamiento. Carroll anotó sus cinco tiros, Baron no estuvo fino y el jugador del Real Madrid obtuvo una ventaja que supo defender sin problemas. 23-19 y Carroll se clasificaba para su cuarta final consecutiva. Eriksson y Corbacho dilucidaron quién acompañaría al de Wyoming. El jugador sueco comenzó lastrado por un mal comienzo. No anotó hasta el séptimo lanzamiento. Reaccionó Eriksson pero Corbacho estuvo sublime, no le dio ninguna opción. En volandas ante el entusiasmo de su antigua afición, Corbacho conseguía unos espectaculares 27 puntos que le clasificaban para la final. Desde luego el duelo entre Carroll y Corbacho enfrentaba a dos grandísimos tiradores. Carroll fue el primero en lanzar. Tenía que superar a un rival que llegaba enrachado y a la afición del Buesa Arena que se lo tomó como un partido oficial y no paró de pitarle y jalear sus errores. Escasos, por otra parte. A Carroll no le tembló el pulso y firmó una final soberbia, anotando 24 puntos. Corbacho aceptó el reto. Para regocijo de la afición vitoriana estaba tan sublime como en la semifinal. En el tercer carro llevaba dos puntos más que Carroll. Se presentó con 21 puntos en el último carro, en una situación propicia para convertirse en el heredero de Herreros como escopeta nacional. Pero el acierto se esfumó en los últimos lanzamientos. Sólo anotó un punto en el último carro y se desvanecieron sus opciones. Carroll retiene el título, dando otra muestra de su capacidad letal para anotar. La mejor muñeca de la ACB, posiblemente.

Y DIGO YO…:

• Kyle Kuric fue nombrado MVP de la Supercopa 2016. Más allá del galardón significa el triunfo a todo un capítulo de superación personal. En unos meses pasó de una operación a vida o muerte a convertirse en el mejor jugador de la Supercopa que significa el primer título oficial de Gran Canaria. Para siempre, El Renacido.
• Ante Tomic renunció este verano a disputar el Preolímpico y los JJOO con Croacia para preparar esta nueva temporada. Visto lo visto nadie le echó de menos en la selección croata. Más si cabe cuando su sustituto, Planinic, le hizo un traje en la final de la Supercopa. Increíble que un jugador con mucho menos talento pero más esforzado le coma la tostada en el país balcánico. Dónde andarán los que hablaron de error histórico cuando el Real Madrid le dejó marchar…
• La influencia de Tyrese Rice en el actual Barça es total. De su rendimiento depende completamente el destino de su equipo. Lideró a su equipo en la victoria en el Clásico con 30 puntos en un recital asombroso pero llevó al Barça a despeñarse en la final tras un partido muy gris. Una dependencia muy peligrosa por mucha calidad que tenga el base estadounidense-montenegrino.
• En esta final hemos visto un McCalebb cercano a aquel jugador imparable que se convirtió en el mejor base de Europa. Destrozó a Rice y dominó el partido como quiso y cuando quiso. Si McCalebb alcanza un nivel muy próximo al que disfrutó hace un lustro, ojo con Gran Canaria que podría aspirar muy seriamente a lo que se proponga. Un jugador de este nivel es un pelotazo en toda regla.
• Durante el concurso de triples se vivió una situación al borde del absurdo. En una parte del torneo dedicada exclusivamente al espectáculo no recuerdo nunca antes una pitada a algún participante. Carroll las estuvo soportando todo el concurso, incluido el discurso de agradecimiento. Es natural que la rivalidad salga a relucir en un encuentro pero que esto ocurra en un simple divertimento roza el esperpento. Quien no sabe divertirse y disfrutar cuando toca tiene un problema. Puede que no sea el baloncesto lo que le guste.