El sexto partido de la serie venía rodeado de polémica y la previa iba a caldear más el ambiente porque los familiares de los jugadores de los Warriors no podían bajarse del autobús y entrar al campo. Sin embargo en el interior del pabellón todo se disponía a iniciarse sin esperar por nadie. La baja de Bogut era cubierta por Iguodala y Cleveland salía teniendo claro que Iguodala y Barnes eran las piezas de menos importancia. en ataque buscaban dejar a Curry clavado en los bloqueos y el único problema parecía ser la segunda falta de Kevin Love en noventa segundo de juego. Harrison Barnes no acertaba con sus tiros y Steve Kerr tenía que frenar el partido tras un parcial de salida de seis a cero en tres minutos. Curry comenzaba a precipitar sus tiros y los locales explotaban a la contra. Justo cuando la muñeca del MVP comenzaba a calentarse llegaba una segunda falta personal muy discutible y tenía que sentarse. El equipo se quedaba indefenso, o más bien sin ataque. Cuatro puntos en seis minutos y la confianza instalada en el conjunto local provocaban que tras un cuarto el partido se hubiese roto. Lebron repartía juego y los Cavaliers mandaban por veinte puntos.

Los familiares ya podían entrar al pabellón y Curry regresar a pista. El base salía acertado desde el banquillo, los árbitros pitaban la tercera de Love en otra jugada discutible,Iguodala recibía masajes en la espalda y Kirye Irving tenía que mantener a los locales con su acierto. Golden State se tranquilizaba viendo que la diferencia bajaba hasta los quince puntos, el balón se compartía con criterio y Shumpert dejaba su garra sobre la muñeca de Curry. Tyronn Lue llamaba a sus chicos pero Curry seguía caliente y Draymond ponía a los suyos a ocho puntos. Lue daba otro toque a sus jugadores pero la situación seguía complicada hasta que Curry cometía una absurda tercera falta personal. El base desaparecía del partido pese a seguir en pista; más preocupado de su situación que del juego obligaba a Klay Thompson a tomar decisiones. Como el escolta no acertaba los Cavaliers corrían y Lebron disfrutaba. Kerr calmaba a sus chicos y se entraba en el minuto final a once puntos. Sin embargo aparecía Dahntay Jones para hacer un minuto final perfecto y poner la diferencia en los dieciseis puntos al descanso.

El tercer cuarto arrancaba con la defensa visitante marcando el tono, el problema era que los tiros o eran precipitados  o no entraban. Lo peor, sin embargo, llegaría cuando en un rebote Curry cometía su cuarta falta personal. Apenas se había jugado minuto y medio de segunda parte y el base tenía que medirse. Barnes volvía a ser protagonista negativo por su desacierto y la diferencia volvía a las dos decenas de puntos. Curry intentaba recuperar a los suyos con tiros precipitados, Iguodala sufría hasta para correr y el movimiento de balón local hacía estragos en la defensa visitante. El MVP de las pasadas finales se iba a los vestuarios con su espalda tocada y el partido parecía decidido en favor de Cleveland con mates de concurso incluídos. Inesperadamente surgía Klay Thompson, Irving se sentaba con problemas en un pie y, pese a que Lebron intentaba todo para mantener las diferencias, los Warriors se ponían a nueve puntos con un cuarto por jugar.

Irving volvía a la pista para el cuarto decisivo. Lebron James consciente de lo complicado de la situación salía a por todas, pero Golden State reaccionaba bien. Con dos minutos jugados Curry cometía su quinta falta personal en un robo de balón y Green la cuarta. Los Warriors circulaban el balón y sacaban partido de la soledad de Lebron. El partido se apretaba con la diferencia bajando de diez puntos e Iguodala veía como le caía encima Tristan Thompson y se quedaba cojo. Kerr y Curry se desesperaban con los árbitros y los Cavaliers llevaban la diferencia a los dos dígitos. Lebron se convertía en protagonista e incluso se permitía hablar tras un tapón a Curry. El base se desesperaba, intentaba robar un balón y conseguía salir del partido con su sexta falta personal. La desesperación le llevaba a lanzar el protector bucal al público y ganarse una técnica. El partido se había terminado, no hacía falta echar más leña al fuego. Invitado inesperado: Richard Jefferson, Dahntay Jones (Cavaliers)

ELIMINATORIA EMPATADA A TRES