LOS MEJORES DE 2015: MOTOR. UNA PATADA QUE MANCILLA LA LEYENDA

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Una acción, una sola acción en apenas unos segundos será lo que recordemos del Mundial de MotoGP de 2015. Tardaremos muchos años en olvidar aquella curva en Sepang. Una decisión mezquina y miserable que manchó para siempre la imagen, la mística del piloto más legendario y carismático que haya conocido antes el mundo del motociclismo y llevó este deporte al terreno del morbo, del sensacionalismo. Pero el camino hasta llegar a esta deleznable escena fue muy largo y apasionante.

Como en los últimos años, el Mundial arrancaba con la carrera nocturna de Qatar. Ahí se vio que este año iba a ser muy diferente a los dos anteriores. El podio de la primera prueba, compuesto por Rossi, Dovizioso e Iannone, indicaba algunas cosas. Hacía años que no llegaba un triplete italiano. Los plenos parecía que ya sólo estaban reservados para los pilotos españoles, que no estuvieron ni de cerca en la pelea. Pero lo más sorprendente fue el quinto puesto de Marc Márquez, campeón los dos últimos años y gran favorito. Aunque Márquez volvió a la senda del triunfo en Texas, un circuito que parece su cortijo particular, su Honda no tardó en evidenciar problemas claros de rendimiento. Márquez no era capaz de seguir el ritmo de las Yamaha y tenía que pelear a brazo partido con las Ducati que se convirtieron en la revelación del comienzo de temporada. Las prestaciones de su Honda obligaron a Márquez, incapaz de aceptar un rol secundario en ninguna carrera, a arriesgar en cada pruebas, muchas veces más de lo aconsejable. Las caídas llegaron con mucha frecuencia y le alejaron pronto de la lucha por el campeonato. Los problemas físicos de Pedrosa, que paró tras la primera prueba y se perdió los siguientes tres Grandes Premios, convertían el Mundial de 2015 en un desastre para Honda. El título quedaba en bandeja para las Yamaha. Rossi inició la temporada de forma fantástica, venciendo en Qatar y Argentina. Había regresado la mejor versión de Il Dottore que ya era considerado de nuevo candidato al título tras años de frustraciones. Sin embargo no tardó en responder Jorge Lorenzo con cuatro victorias consecutivas y apabullantes en Jerez, Le Mans, Mugello y Montmeló. Lorenzo aplicaba con mano de hierro un dominio que elevaba a lo máximo sus opciones para conquistar el título pero Rossi subía al podio en cada prueba. Sin hacer ruido Vale estaba ahí, agazapado esperando su ocasión. Ya nadie creía que sus primeros triunfos fueran el canto del cisne. Su candidatura era real y nadie ignoraba la extrema competitividad de Valentino cuando está inmerso en la pelea por el título.

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Fuente: starmotorcycle.com

Assen, la Catedral, fue escenario de otra prueba de lo duro que es lidiar con Rossi. En una última vuelta frenética, en medio de un duelo vibrante con Márquez, resolvió el triunfo a su favor en la última curva cuando el de Cervera entró a saco y Rossi aprovechó la chicane para ganar la distancia decisiva. La Dirección de carrera no vio infracción y dictaminó que el italiano no tenía otro remedio que acortar. No le hizo ninguna gracia a Márquez ni a Honda. Fue el primero de los encontronazos que ambos tendrían durante el año. Continuó la lucha cerrada por el liderato de la clasificación con Lorenzo hasta que llegó finales de agosto y la lluvia. Incluso las condiciones metereológicas se ponían de parte de Rossi ya que Vale se maneja mejor que Lorenzo sobre mojado. Su victoria en Silverstone y la caída de Lorenzo en Misano le colocaban en una situación inmejorable para lograr el décimo título en su carrera, el octavo en la categoría reina, la guinda que coronara una leyenda sin igual. Motorland y Motegi apenas sirvieron para que Lorenzo recortara cinco puntos. Rossi parecía tener la situación bajo control a falta de tres pruebas, muy mal se le tenían que dar las cosas para que se le escapara el título. Pero todo cambió en esa recta final inolvidable. En Phillip Island, Australia, los aficionados disfrutaron de una de las carreras de MotoGP más vibrantes que se recuerdan. Lucha cerrada entre varios pilotos, adelantamientos constantes, espectacularidad absoluta. Marc Márquez, ya sin opciones para revalidar el campeonato, se llevó el gato al agua por delante de Lorenzo e Iannone. Por segunda vez en la temporada Rossi quedaba fuera del podio. No lo digirió bien y preparó el terreno para llevarlo a la guerra psicológica, un ámbito que domina como nadie. Sólo que en esta ocasión se le fue de las manos. Desde el primer momento encendió en Sepang el aspersor de mierda. Cargó contra Márquez, acusándole de complicidad con Lorenzo para ayudarle a lograr el título. Aseveración curiosa cuando fue Márquez el vencedor en el Gran Premio anterior en Australia. El ataque verbal no cayó nada bien en Márquez y su entorno. La carrera sería el reflejo de toda la tensión vivida. Rossi y Márquez tontearon sobre la pista de Sepang, pasándose continuamente. Márquez no dudó en frenarle a cada ocasión que tuvo. Rossi se perdía en una lucha sin sentido mientras Pedrosa y Lorenzo se marchaban irremediablemente. Rossi fue perdiendo la paciencia y los nervios hasta llegar a la famosa curva. Los aficionados presentes en el circuito sólo vieron a Márquez rodando por el suelo pero todo el que siguió el incidente por televisión pudo apreciar claramente una alevosa patada que dio con los huesos de Márquez por el suelo. El mito había lanzado la rivalidad al barro y acabó dentro de él. Su imagen quedaba empañada para siempre.

El Mundial había entrado en una vulgar pelea de taberna. Rossi no sólo no se retractó sino que cargó aún más duramente contra Márquez cuando se dirigió a la dirección de carrera para explicar el suceso. La decisión tomada levantó aún mayor polvareda. Rossi no era descalificado pero saldría el último en parrilla en Cheste, la última prueba del Mundial. Hasta entonces, escenas propias del sensacionalismo más burdo. Lejos de reprobar al ídolo, los más recalcitrantes seguidores de Rossi justificaron su acción y animaron a continuar el enfrentamiento con mayor ardor. La prensa italiana se sumó a la causa para presentar el duelo Rossi-Lorenzo como un Italia contra España. El punto más grotesco fue la intromisión de dos “periodistas” italianos en la casa de Márquez para gastarle una broma pesada. La polémica había adquirido unos tintes desconocidos y bochornosos. Por primera vez, un GP del Mundial de motociclismo en España adquiría la condición de evento de alto riesgo por el Comité Antiviolencia. Afortunadamente las aficiones fueron las más sensatas y las aguas discurrieron por su cauce normal en el circuito Ricardo Tormo. A Rossi se le presentaba una misión casi imposible. Saliendo el último era inconcebible acabar por encima del cuarto puesto. En esa tesitura le bastaba a Lorenzo terminar segundo para proclamarse campeón. Rossi continuó su batalla con Márquez, insistiendo que ayudaría a Lorenzo si lo necesitara para llevarse el título. A la carrera más esperada en años no le faltaba nada. Desde que arrancó el semáforo Lorenzo se puso en cabeza. Rossi inició su remontada pasando con facilidad a pilotos con mecánicas muy inferiores. Tampoco tuvo problemas con sus compatriotas que le dejaron pasar descaradamente. Al cabo de unas vueltas era cuarto pero la cabeza de carrera estaba ya muy lejos. Lorenzo circulaba siempre en cabeza con Márquez pegado detrás vuelta tras vuelta pero sin intentar el adelantamiento en ningún momento. A un par de segundos marchaba Pedrosa, fuera de foco. Parecía que a Lorenzo no se le podía escapar el título salvo error hasta que Pedrosa comenzó a reducir la diferencia en las últimas vueltas. A falta de dos echó el guante al dúo de cabeza. Era el picante que faltaba porque Pedrosa no quería saber nada más que no fuera el triunfo en Cheste. Pasó a Márquez pero éste se enfrascó en la pelea por la posición con su compañero de equipo y recuperó el segundo puesto. Fue el único movimiento que realizó Márquez en toda la prueba. La lucha entre los dos pilotos de Repsol Honda le dio el espacio suficiente a Lorenzo para que lograra el triunfo y su tercer Mundial de MotoGP. Rossi montó en cólera y señaló a Márquez como archienemigo, acusándole de guardaespaldas de Lorenzo en Valencia. Pero el título no tenía marcha atrás y era merecidamente para Lorenzo que se encontró en medio de toda la polémica sin comerlo ni beberlo. Rossi perdió quizá su última oportunidad para proclamarse campeón mundial pero seguramente más importante fue el crédito y respeto que se dejó con aquella patada en Sepang.

Lorenzo campeón 2015

Fuente: lared.com.gt

El título de Lorenzo fue el único en el Mundial para un piloto español. Acostumbrado a acaparar victorias y títulos en los últimos años, el motociclismo español vivió un año gris en las otras dos categorías. Moto 2 presenció el triunfo rotundo e indiscutible del francés Johann Zarco. Tito Rabat, campeón en 2014, tuvo un año irregular lleno de caídas y lesiones. Acabó cediendo el subcampeonato a Álex Rins que firmó una muy buena temporada en su año de debut en la categoría. En cuanto a Moto 3, el año apuntaba a una victoria contundente del británico Danny Kent que dominó con puño de hierro hasta Silverstone. El título parecía en su zurrón pero entonces le temblaron las piernas. Malas carreras y caídas dejaron un hueco para la remontada del portugués Miguel Oliveira que venció en cuatro de las cinco últimas carreras para llegar con mínimas opciones a Cheste. Pero a Kent le bastó el noveno puesto conseguido en Valencia para devolver a Gran Bretaña un título tras décadas de sequía. Sin un referente claro para el título, la representación española afrontó un año de transición, sin un solo triunfo en todo el campeonato. Una anomalía en una categoría llena de éxitos de pilotos españoles. Cambiando de campeonato, el Mundial de Superbikes tuvo como gran dominador a Jonathan Rea que lideró de principio a fin el campeonato. Aplastante hegemonía británica, los cuatro primeros del campeonato nacieron en las Islas Británicas. En cuanto a la participación española destacó Jordi Torres que en su primer año en Superbikes logró una victoria en Qatar, última prueba, y dos podios más.

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Fuente: planetadeporte.es

La Fórmula 1 mantuvo el invariable guion del año 2014, el de la hegemonía aplastante e intimidadora de Mercedes. El dominio fue aún más apabullante que el año anterior, batiendo el record de puntos y triunfos de una escudería. Nadie osó interponerse en su camino. El campeonato fue un paseo militar para Lewis Hamilton que logró su tercer título y los que se esperan que estén al caer porque no se vislumbra oposición alguna a Mercedes a corto plazo. La mejoría de Ferrari supuso tres victorias para Sebastian Vettel en su temporada de estreno en el Cavallino Rampante pero en cada carrera que transcurrió con normalidad la superioridad de Mercedes nunca se puso en cuestión. Se pudo permitir en los últimos Grandes Premios centrarse en Nico Rosberg para que el alemán lograra el subcampeonato. 16 de las 19 pruebas acabaron en el zurrón de la escudería germana, prueba evidente de su indiscutible poder en la actual Fórmula 1. Una monotonía que ha puesto en alerta a Ecclestone y demás jerifaltes por la falta de interés que pudiera despertar en un futuro cercano tal dominio. Ya se sabe, el negocio es el negocio. Para Fernando Alonso sería sin duda la temporada más frustrante de su carrera. El misterioso desmayo de pretemporada fue el preámbulo a un año aciago. Bien se podía afirmar que se desvaneció al comprobar las escasas prestaciones de McLaren, una sombra fantasmagórica del que fue uno de los equipos más poderosos de la Fórmula 1. Acumuló abandonos, averías, problemas de funcionamiento. McLaren fue un asiduo de los últimos lugares de la parrilla, una tortura para dos antiguos campeones como Alonso y Button que apenas tuvieron momentos para disfrutar encima de su monoplaza. Por mucho que pudiera mejorar en 2016 se antoja muy complicado que alcance a las escuderías que luchan por el podio. Un 2015 para olvidar en el que Alonso se vio por primera vez superado en la clasificación por un compañero de equipo y por otro piloto español, Carlos Sainz, que mostró maneras en su debut con Toro Rosso.

Lewis-Hamilton-Campeon 2015

Fuente: nacion.com

El Mundial de Rallyes continúa bajo el dominio de la dinastía francesa de los Sebastien. Ogier, heredero del gran Sebastien Loeb, logró su tercer título mundial consecutivo sin apenas despeinarse. Se pudo permitir apenas sumar puntos en las últimas pruebas y mantener una diferencia muy holgada sobre Latvala. Otra tiranía que parece complicado que se rompa en los próximos años. El Dakar de 2015 a principios de año significó el triunfo de dos ilustres. Marc Coma lograba su quinto título en motos. Los abandonos o problemas de Despres, Barreda y Viladoms le dejaron terreno libre para vencer con suficiencia en su último Dakar como piloto en activo. Meses después, Marc Coma anunció su retirada para pasar a formar parte de la organización del Rally. Meritorio el noveno puesto de Laia Sanz, campeona mundial de Enduro y que sigue subiendo peldaños hacia lo más alto del Dakar. Esta chica no conoce límites, ni siquiera parece impensable que logre un día el triunfo en una prueba tan exigente físicamente como el Dakar en moto. En coches, victoria para Al-Attiyah que también fue casi el único favorito que salió indemne de problemas e imprevistos. Para 2016 se preveen emociones fuertes con el desembarco de Loeb e Hirvonen. Algo de salsa a una competición que ha perdido atractivo y misterio con el paso a Sudamérica. El Mundial de Turismos recayó por segundo año consecutivo en el argentino Pechito López que se impuso con rotundidad sobre Yvan Muller y Sebastien Loeb que se disputaron el subcampeonato hasta la última carrera. Se le escapó de las manos a Loeb en Qatar. Y en cuanto al trial, la vida sigue igual. Cortijo particular de los pilotos españoles y en especial de Toni Bou que sigue acumulando títulos, nueve concretamente para este piloto que ya hace mucho que es leyenda. Raga, Fajardo y Cabestany disfrutan las migajas que deja el gran campeón aunque juntos siguen siendo imbatibles representando a España en el Trial de las Naciones.

Marc Coma Campeon Dakar 2015

Fuente: elnuevoherald.com

Mejor piloto de motos 2015

  • Laia Sanz (44%, 11 Votes)
  • Jorge Lorenzo (32%, 8 Votes)
  • Marc Coma (12%, 3 Votes)
  • Johann Zarco (8%, 2 Votes)
  • Toni Bou (4%, 1 Votes)

Total Voters: 25

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Mejor piloto de coches 2015

  • Lewis Hamilton (61%, 14 Votes)
  • Sebastien Ogier (35%, 8 Votes)
  • "Pechito" López (4%, 1 Votes)
  • Nasser Al-Attiyah (0%, 0 Votes)

Total Voters: 23

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