Treinta años después todavía flota en el aire la respuesta. ¿Porqué el rey Juan Carlos I de España no leyó un comunicado oficial al país durante el golpe de estado del 23 de febrero de 1981? El enigma sigue sin resolverse evidentemente ante el terror que provoca el hecho de un evidente juego paciente de la pieza clave del tablero que enrocada en su palacio gana la partida sea cual sea el movimiento que se plantee. Un movimiento en falso podría suponer, tanto para las negras como para las blancas, un jaque mate. El enroque era la jugada perfecta.
Las enormes tensiones en la vida política y social de la época nos muestran un país agitado, con un gobierno que se descomponía debido al natural efecto pendular que siempre provoca todo proceso de cambio político . La ruptura o la reforma, el cambio, la reacción golpeaban la estabilidad de unas instituciones poco consolidadas. Y a ello cabe agregar el descontento del ejército, la evocadora nostalgia del antiguo orden y un elemento realmente sorpredente, aunque nada innovador. Un gobierno de salvación nacional encabezado por un militar.
Jordi Pujol revela en sus Memorias que el PSOE le propuso sustituir a Suárez por un militar en 1980
En realidad a nadie pilló por sorpresa el golpe de estado. Era algo no sólo previsible, sino que altamente probable. Ya en 1978 se abortó la Operación Galaxia que pretendía detener los procesos de reforma política en España en la que participaba activamente el mismo Teniente Coronel Antonio Tejero. De hecho parece confirmarse que incluso entre los dirigentes del PSOE se legitimaba al mismísimo Armada paa encabezar esa gobierno de salvación.
Ese panorama era propicio para un curioso confluir de intereses que acabaron de forma bastante lógica en el sobresalto de aquel 23 F. Cierto es que el país enmudeció. Las calles quedaron desiertas. No hubo revuelta popular ante el ataque beligerante a un Estado de libertades democráticas. Por eso es crucial la pregunta. ¿Porqué el rey Juan Carlos I de España no leyó un comunicado oficial al país durante el golpe de estado del 23 de febrero de 1981? La intranquilidad, la incertidumbre de la población era manifiesta, pero no hubo caos. No era necesario calmar, apaciguar a la población civil, de salvaguardar la legalidad vigente. Con el gobierno provisional de subsecretarios encabezados por Francisco Laína la gente se mostraba pacífica y obediente. Indignados, exultantes, temerosos, incluso algunos preparando la huida, ocultando pruebas en caso de represión, en una prueba evidente de mucho miedo. Algo lamentable, aunque comprensible pues estaba arraigado en la población como consecuencia de 40 años de dictadura. Pero, en definitiva, la población no supuso problema de orden público en ningún momento. El Rey, como Cabeza de Estado operó del mismo modo que sus ciudadanos, que sus súbditos. Silencio. Se enrocó en su palacio de la Zarzuela y salvó la corona de firmezas y convicciones. El buen jugador siempre guarda un rey en la manga. Cuando llueve lo más saludable para uno mismo es no mojarse. Si el golpe triunfaba su silencio le servía para erigirse como el garante de la unidad del Estado. Y si el golpe fracasaba podría erigirse como el salvador.
La cadena Ser seguía emitiendo en la famosa noche de los transistores. Jordi Pujol transmitió por ésta y por Radio Nacional mensajes de tranquilidad en lo que seguramente es el verdadero jaque al rey de aquella jornada. Fue la única autoridad que lo hizo antes de que lo hiciera el rey. “El Rey está con la democracia”, pero Juan Carlos guardaba un silencio real, regio.
A medianoche el General Armada se personó en el Congreso y ante la falta de apoyos militares le planteó a Tejero una salida a la situación creada. La misma que Múgica le planteó a Jordi Pujol un año antes. Un gobierno de coalición encabezado por el mismo Armada con Felipe González de vice-presidente e incluso miembros del PCE como Jordi Sole Tura o Ramón Tamames. “Yo no he asaltado el Congreso para eso”- respondió Tejero que obviamente se sintió profundamente decepcionado. Armada sin darse cuenta fue la pieza sacrificada por un Rey que utilizó su ambición para convertirse en el deseado salvador de la patria. El honor resulta ser la misma cara de la verguenza y aún hoy en día Antonio Tejero, militar creyente, hombre de palabra, franquista practicante, sigue guardando silencio.
El silencio nos habla. ¿Porqué no me hablaste aquel día?
Uno es esclavo de sus palabras. Y éstas se pronunciaron cuando el golpe ya había fracaso. 24 de febrero a la 1.15 h.
video
El Rey dijo la última palabra del 23 F el día después. Pero 30 años después la respuesta sigue en el aire. ¿Porqué el rey Juan Carlos I de España no leyó un comunicado oficial al país durante el golpe de estado del 23 de febrero de 1981?
El silencio, pero sobretodo el miedo, conviertieron el alivio de escuchar la noticia de Franco ha muerto segunda parte y a su locutor en un ídolo inviolable. Dios salve al Rey. Círculos.
Flagrant, 25 de febrero de 2011.
Como hijo de la democracia nacido después del 23-F y víctima de la ESO (lo que implica un desconocimiento casi absoluto de la Historia de España del S.XX), poco puedo argumentar sobre el debate. Sólo quisiera puntualizar a Flagrant, antes de que llegue Nojavino, que me parece que lo de tacharte de intolerante no es por escuchar a Idígoras, sino por "reirte" de su condición de monárquico (signifique eso lo que signifique). Pero que te lo aclare él.
Y sobre el citado Idígoras, ya puede decir lo que quiera porque para muchos sólo representará la parte más terrible, abominable y asquerosa de los últimos 40 años en España. Es lo que pasa cuando matas por ¿ideología? y/o apoyas a los que lo hacen, que la gente suele dejar de escuchar lo que dices. Con muy buen criterio, a mi humilde entender. Como pasa cuando alguien lanza loas a Franco, que por muy bien que diseccione la actualidad no deja de ser un personajillo sin gracia
Para mi lo que representan la parte más terrible, abominable y asquerosa de los últimos 40 años en España son Jose María Aznar López y Felipe Gonzalez Márquez. Y el que no lo quiera entender que se vaya a donde corresponda. No pienso templar gaitas.
No pasa nada Rodolfo, simplemente tenemos distintos conceptos de la asquerosidad. Que ustedes lo debatan bien
Pues yo comparto cositas con muchos de los últimos comentarios.
No quisiera que se me malinterpretase, pero creo que es importante guardar el tono y las formas de las discusiones, aunque haya tanta confianza. En primer lugar, porque una de las razones que hace agradable este sitio es el clima tan agradable que se respira. En segundo, porque por escrito las cosas son muy diferentes que en persona y un comentario mal entendido, en un momento no demasiado bueno de alguien, puede dar lugar a un enfrentamiento desagradable.
Aquí todo el mundo ha dado muestras, de sobra, de que sabe discutir con pasión y vehemencia, pero con respeto. Y alguno también ha dado muestras de que en un mal día se puede escapar un mal comentario, a pesar de lo buena gente que se sea.
Por otro lado, hay posturas que invalidan automáticamente la credibilidad de alguien. Si Idígoras dice que la tierra es redonda tendrá razón, pero yo no lo estaré escuchando. Para que le preste atención me tendrá que avisar alguien respetable de que lo que dice me interesa.
En este caso, me he tragado su discurso, y me parece rastrero, ruín e hipócrita a más no poder, no por lo que dice, sino por lo que pretende. "Déjennos vivir en paz..." bufff.
Y por último, hay que entender la postura de Fierro. La mayoría de los que rondamos por aquí hemos vivido la transición, pero muchos como Fierro sólo conocen, por edad, desde el segundo mandato de González hasta ahora. Y no es un período como para ponerlo en un marco como modelo de nada, precisamente.
El debate entre Nojavino y Flagrant me trae viejos recuerdos. En mi época de universidad, tenía un colega de residencia que era independentista gallego y del Real Madrid. Una paradoja existencial que hacía que en las paredes de su habitación conviviesen las fotos de Míchel (hoy entrenador del Getafe) y la proclamas antiespañolas.
Una noche de marcha por Santiago entramos en un garito donde la especialidad de la casa era el 'Agua de Valencia' (cava con zumo de naranja). En un momento dado, me di cuenta de que el tipo estaba enzarzado en una discusión bastante apasionada con un preciosa rubia de pelo rizado, que luego resultaría ser estudiante de Políticas. Decidí acoplarme discretamente a la conversación y descubrí , para mi sorpresa, que mi colega le estaba exponiendo su particular teoría sobre el 23-F. No voy a perder el tiempo en exponerla aquí, simplemente diré que utilizaba el mote de 'El Traidor' para referirse al Rey. Todavía me sorprendido más que la chica parecía enormemente interesada en el debate --en esa época yo no imaginaba que las rubias de pelo rizado tuviesen interés alguno en cosas que no fuesen los bolsos, el lápiz de labios o cosas así--, así que aproveché mi entrenamiento previo en debates sobre el 23-F y mi mayor tolerancia al alcohol para levantarle a la rubia. Tengo que decir que nunca me guardó rencor por aquella maniobra.
Antes de leerme el resto de comentarios, Flagrant, no estaba enfadado ni ofendido, solo quería calentar un poquito el debate y acusarte de terrorista en plan Ximo.
Pero vamos, si te he ofendido (que estoy seguro de que no) mis disculpas de antemano.
De todas formas, el filoterrorista era Idigoras.
Tu solo habías actuado como un intolerante, siendo un demócrata, al acusarme a mi de monárquico, cuando en realidad soy republicano.
No sé si ha quedado más claro así.
Docass, no me importaría cantar el Cara al Sol por peteneras si con ello me ligase a Scarlett Johansson, por ejemplo 😉
Ya he leído el resto de comentarios.
Flags, empiezas a recular, porque el vídeo de Liang (lo que es inconsciente, ya lo había visto, pero se me olvido mencionarlo ayer), de ser cierta la historia que cuenta Erquicia, explica la tardanza en la emisión del mensaje (que no tendría relación con la acción en paralelo de Armada, que a lo mejor llamó a su casa a decirles que no le esperaran para cenar). Ahora dices que por qué no hablo por RNE... bien, durante todos estos años yo también me he preguntado lo mismo, hasta que hace unos meses, gracias a un catalán (como siempre que ha habido algo de progreso en la historia de España) descubrí el porque.
La clave está en el siguiente audio
Si llega a emitir el mensaje por radio, nadie se lo hubiera tomado en serio 😉
Evidentemente, tu eres más cabronazo que yo, porque intuías que llamarme monárquico iba a encender el debate.... yo solo te he seguido el juego...
Fierro, si HB hubiera hecho lo que tenia que hacer, renunciar a la violencia como forma de accion politica, a principios de los 80, nos habríamos ahorrado muchos disgustos. No estoy justificando la guerra sucia, solo digo que el discurso de Idigora es hipócrita y, Flags, no puede disociarse el continente del contenido, el que se dice del quien lo dice.
Nojavino
¿Acusarte de monárquico? ¿Desde cuando llamar a alguien monárquico es una acusación? ¿Acaso es delito se monárquico? 😉
Zorba
Estoy de acuerdo. NUNCA con los asesinos. ¿Y entonces qué hacemos con el PSOE? ¿Lo ilegalizamos? Porque el PSOE también tiene muertos a su espalda desde su fundación, y no como víctimas sino como verdugos, y no sólo los del GAL. ¿Qué hacemos con aquellos que participaron el los crímenes del franquismo y son personas respetables? ¿Barra libre para TODOS o sólo para unos?
Creo que afirmaciones de esa contundecia deben ser consecuentes para implicar a todos los partidos políticos. Resulta que destacados miembros de muchos partidos hacen apología del franquismo y no pasa nada siguen siendo parlamentarios. Pero si la apología la hacen otros está mal.
Estoy contigo. Todos los que participan en crímenes siendo políticos a la cárcel y con penas muy duras. A eso me refería con el asunto del discurso de la corrupción. Hay mucha manga ancha cuando los que atentan contra la democracia (y entiendo un atentado a ella la corrupción generalizada pues se realiza desde una posición privilegiada de poder y provoca el desencanto y desapego del pueblo hacía sus instituciones) y socavan la credibilidad del estado de derecho son los políticos que pertenecen a partidos con opciones reales de gobierno.
Respecto a la alocución de Pujol en Radio Nacional y la Ser. Claro que la remarco. Es que es absolutamente destacable. Y lo es porque nadie más lo hizo. Algo insólito. Éste se la jugaba y por eso habló y forzó públicamente al Rey a que se definiera. No deja de ser kafkiano que tenga que ser un molt honorable president de una región quien tenga que salir públicamente en Radio Nacional a tranquilizar a los españoles. ¿A qué estaba esperando Juan Carlos? ¿Al gobierno de concentración entre socialistas, centristas, comunistas encabezados por su tutor Armada? ¿A que los militares salieran a las calles? ¿A que se retiraran a sus cuarteles? Hablar cuando lo hizo, cuando el pescado estaba vendido, es un absoluto fraude para sus ciudadanos.