Antes que nada, quisiera disculparme por no haber hecho ninguna entrada desde Junio, pero entre el verano y el trabajo que esperaba después no había encontrado un momento para ponerme a escribir tranquilamente, pero los comentarios de alguno de vosotros me animan a continuar el tema. Si os parece, le vamos a dedicar un par de entradas al origen, las claves y la evolución de la disputa continua entre sunníes y chiíes.
En ésta le daremos una vuelta a la motivación política-histórica y en otra lo haremos a la motivación teológica.

Igual que ocurre en el cristianismo, que no mantiene una línea doctrinal única, con una multiplicidad de confesiones que, en ocasiones, sólo tiene en común la figura de Jesucristo y a veces ni eso ( esos mormones de Greatmike, que grande!), cuando en Occidente se habla del Islam tiende a considerarse como un todo uniforme, cuando no hay nada más lejos de la realidad.
Muchos comentarios he oído ante noticias de atentados en mercados de Irak, en mezquitas de Pakistán del tenor de “mira si son malos, que se matan entre ellos mismos”. Y al igual que ocurre con el cristianismo, a veces sólo el Corán sirve de nexo entre confesiones.
Las observancias más conocidas del Islam son las ramas suní y chií, pero también existen las distintas observancias sufíes como la bektashi, los jariyies, los alevíes de Turquía, los ismailíes, los alauitas de Siria, los zaídes de Yemen, los ahmadíes de Pakistán, etc.
Lejos de convivir en armonía, como se supone que harían los seguidores de una misma religión, existe una confrontación entre algunas de ellas que, al igual que ha ocurrido históricamente entre católicos y protestantes, conlleva acciones bélicas, terroristas, represión, acciones genocidas y limpieza étnica. ¿ Por qué ocurre esto?.
Es debido a la importancia que se concede a las figuras del infiel y del apóstata en el Islam y, últimamente, además, al concepto del Islam que mantienen los wahabíes, que son los fundadores de la moderna Arabia Saudí, junto a la familia Saud. Éstos están convencidos de ser los únicos musulmanes verdaderos, lo que se une al hecho de que los creyentes sunníes piensan que las demás ramas están alejadas de la ortodoxia que ellos representan, tildando a los demás de laxos en el cumplimiento de las obligaciones religiosas cuando no de desviacionistas peligrosos e, incluso, de herejes, lo que nos lleva a casos como el de la prohibición legal que sufren los ahmadíes en Pakistán o a la masacre de chiíes mediante atentados indiscriminados en lugares de alta concentración de personas en Oriente Medio.
Cuando Mahoma murió en el 632, no se había habilitado ningún mecanismo de sucesión, por lo que se recurrió a un sistema tradicional de elección entre notables, optando, entre otros Alí, el primo de Mahoma ,aunque el elegido fue Abú Bakr, quién lo sucedió entre 632 y 634 y al que la tradición considera el primer creyente. Pertenecía a una rica familia de mercaderes, que apoyó de manera generosa al Profeta, siendo, además, padre de Aisha, la esposa preferida de Mahoma tras la muerte de Jadiya, por lo que, con estos antecedentes, sumados a la edad y a los méritos, nadie se atrevió a cuestionar su elección como califa, es decir, vicario y representante del Profeta en el mundo.
Omar Ibn’ Abd Al Jatab le sucedió en el 634, gobernó durante diez años, en los que se produjo una gran expansión con la conquista del Creciente Fértil, se incorporó Irak y se produjo la batalla de Quasidiyya, en la que los musulmanes derrotaron a los persas a los que implantaron posteriormente su religión y el alfabeto, pero no la lengua ni la cultura, por lo que se produjo el primer punto de ruptura en la expansión del Islam.

Si la elección de Omar ya fue una decepción para los seguidores de Alí, su irritación aumentó cuando el tercer califa elegido fue Utmán Ibn Affan, del clan de los omeyas, otro de los primeros seguidores y compañeros del Profeta, aunque a los ojos de éstos no tenía los mismo méritos que Alí, al que junto a los vínculos de sangre, tan importantes entre los árabes, se le sumaba que había sido lugarteniente de Mahoma y su primer seguidor, según sus partidarios, los shi’at al-Alí, los chiítas castellanizados.
Utmán era un rico comerciante de La Meca y fue el esposo sucesivo de dos hijas de Mahoma, pero su carácter no tenía nada que ver con el de sus predecesores, por lo que se extendió el descontento, especialmente por dos razones, primero, porque repartió los puestos de influencia entre los miembros de su familia y de los omeyas, su clan de origen y en segundo lugar porque prohibió a los nuevos conquistadores a establecerse en los terrenos conquistados con la excusa de no debilitar el poder expansivo del Islam ni de permitir que sus generales y tropas se adocenasen.

Por esto se produjo la primera fitna (rebelión contra el legítimo gobernante) y Utmán fue asesinado en el 656, tras lo que, finalmente, Alí fue elegido califa.
Pero esta elección fue contestada por otro miembro de los omeyas, Muawiya, que era gobernador de Siria, acusando a Alí de complicidad en el magnicidio, por lo que se levantó en armas contra él, enfrentándose ambos ejércitos en la batalla de Siffin o del Camello, siendo derrotado Alí por lo que se retiró a su plaza fuerte de Kufa en Irak, mientras que Muawiya se proclamó califa en Damasco, donde trasladó la capitalidad islámica desde Medina.
Cuando ambos líderes aceptaron finalmente someter sus diferencias al dictamen de un árbitro independiente, de las filas de Alí surge una tercera facción, la de los jariyies, que no aceptaban el arbitraje , por lo que trataron de asesinar a los tres, consiguiéndolo en la persona de Alí.
Los partidarios de Alí pusieron entonces sus esperanzas en su hijo mayor Hassan, que renunció al poder y posteriormente en el segundo, Husain Ibn Alí, que instigó una rebelión contra los omeyas, muriendo en la batalla de Kerbala contra Yazid, el hijo de Muawiya, el cual enterró su cuerpo allí y trasladó su cabeza a Damasco junto a las mujeres del bando de Alí, a las que vendió como esclavas. El martirio de Husain se convirtió en unos de los hitos fundamentales del chiísmo, convirtiéndose en símbolo de la lucha contra la injusticia.

Todos los descendientes de Husain, imanes o dirigentes de la comunidad tuvieron un destino trágico de cárcel y muerte, siendo especialmente relevante la muerte del sexto Jafar al Sadiq, puesto que éste había nombrado sucesor a su primogénito Ismail, el cual había muerto antes que su padre, aunque parte de los chiíes creyeron que se había ocultado por medios sobrenaturales hasta su regreso al final de los tiempos con lo que creyeron que no podía sucederle nadie, pero otra parte nombró sucesor a Musa al Kadim, que fue envenenado en una cárcel de Bagdad y su cadáver fue expuesto en un puente de Bagdad por el califa Harum al Rashid ( si, el de las 1.001 noches) para humillar a los chiíes. Esta rama reconoció como imanes a los descendientes de Ismail aunque acabaron reconociendo su propio fenómeno de ocultación en la persona del duodécimo imam, Muhammad al Mahdi, el cual escapó de la cárcel por medios sobrenaturales y desapareció en el 874, convirtiéndose desde entonces el chiísmo en una corriente minoritaria sometida a la represión suní, del que sólo se han desprendido en contadas ocasiones como en la dominación en Persia de la dinastía Safavid o en el actual régimen de los ayatolás en Irán.

http://www.jpost.com/JewishWorld/JewishNews/Article.aspx?id=191782
Jojojojojojo.
Más madera, es la guerra, Flags
Rodolfo, monstruo.
Flagrant:
"Afirmar que los judios son el pueblo elegido sin ser judio es validar como verdadero a su dios"
Yo no afirmo tal cosa. Digo que los judíos afirman ser el pueblo elegido.
"¿Que hay de malo que un dios propio de una cultura eliga a esa pueblo? Nada. Es más, es lo lógico y coherente. Ese no es el problema. Es un simple rasgo diferenciador."
No aportan ni una sola prueba, más allá de unos escritos redactados por ellos mismos, de que los haya elegido nadie. No hay nada coherente ni lógico en eso, y el rasgo diferenciador es de todo menos simple: les permite suponerse mejores que los demás. Les supone precisamente establecer la diferencia.
Yo sigo sin ver ninguna distinción entre el racismo de un nazi, por ejemplo, y el de un judío, más allá de las excusas que esgrimen y no creo validar nada acerca de nadie.
Rodolfo:
Eres el tipo más conciso que he conocido jamás, muchas veces ni siquiera necesitas decir las cosas. Crack.
http://www.rebelion.org/noticia.php?id=85102
Los judios no son el Estado de Israel.
http://www.rebelion.org/noticia.php?id=84414
Greatmike,
¿Aportar pruebas? jojojojojojo Pensaba que hablábamos de valores. Pero ya que hablamos de pruebas ni la ciencia aporta pruebas. Bueno, sí las aportan, pero constantemente se van falsando y modificando para que todo encaje. Todavía andan demostrando quién descubrió américa, y los físicos no se aclaran si la luz es éter o materia o una cuerda. Cambiamos de paradigma como quien se muda de calzoncillos. Esa incertidumbre no deja de ser peligrosa. Nada es cierto. Todo es cuestionable.
Sobre el racismo nazi y el pueblo elegido judio. ¿En serio que no ves la diferencia? Creo haber dejado claro que todo surge con la asunción del Estado de un credo. Lo dije con los cristianos, es lo mismo que le sucede a los israelitas. Y aún así hay una diferencia. Los cristianos evangelizan a todo ser humano cruzando rios, valles y océanos con una fuerza que ha causado muchísimo mayor daño que la del judaismo amparado bajo la fuerza de un Estado. Los judios a lo largo de la historia han sabido convivir con otras religiones. Los cristianos siempre han evangelizado para salvarnos a todos del infierno, a pesar de que ello nos suponga el exterminio.
Y lo de Rodolfo es un golpe de efecto chispeante. Una cortina de humo. Esperaba más de él. Como ese enlace hay millones protagonizados por insignes cristianos.
Flagrant:
Primero quiero aclarar que cuando hablo de judíos me refiero única y exclusivamente a los creyentes de la fe judía. Hablo de creencias, no de estado civil, nacionalidad o lugar de residencia.
Luego, que entiendo que este tema del racismo es una opinión muy personal y controvertida. He pretendido explicar mi punto de vista, no intento convencer a nadie, con el tiempo he aprendido a dejar que los demás saquen las conclusiones que le parezcan.
En mi opinión, el racismo es una forma de discriminar a determinadas personas por motivos raciales, tono de piel o cualquier otra característica de tal modo que unas personas se consideran superiores a otras.
Para mí esta claro. No veo la diferencia en lo fundamental, sí en los medios, los motivos, las excusas... pero no en el fondo. Lo siento.
Y lo de ciencia que comentas es entrar en caminos demagógicos y dar a pie a ejemplos absurdos.
"Moisés separó las aguas del Mar Rojo con la ayuda de Dios".
¿Hay alguna prueba?
No, pero como la ciencia no ha despejado las dudas sobre el último eslabón humano...
Quizá no debí hablar de pruebas, pero por ahí no voy a entrar.
Greatmike
Sé que ves la diferencia, incluso los matices. La pregunta era retórica. Sólo pretendo subrayar que en mi caso estoy debatiendo sobre valores. Y en ese debate son tan válidos unos como otros. Ese ejercicio de relativismo es necesario para intentar comprender el mundo de las creencias.
Yo también tengo las mías, y coinciden con las tuyas. Pero eso es una creencia propia que compartimos seguramente por ser hijos de una misma cultura. Pero, ¿si fueramos judios? ¿musulmanes? ¿Pensariamos igual?
De todas formas insisto que en ningún momento creo haber justificado la xenofobia y la discriminación, sino justo lo contrario. Y situo en mi análisis como origen de la guerra de "religiones" la cosolidación del cristianismo como eje dogmático y moral del Imperio Romano. A partir de ese hecho històrico donde la Palabra de Dios era algo más que una expresión cultural, un relato fantástico, sino un código de comportamiento legal aparecen las guerras por la posesión de la palabra de dios, por su exclusiva. Judios, cristianos, musulmanes en pleito constante por ser los verdaderos acreedores de un mismo dios. Con el agravante que el mundo religioso a partir del nuevo testamento incluye un concepto nuevo como es la evangelización, que deriva en el mundo musulman con Mahoma incluso en la Guerra Santa.
Puede parecer que lo justificó. De hecho en algún momento he llegado a pensar, y lo he expresado, que posiblemente se me podría malinterpretar.
A las religiones, las creencias, rituales no podemos interpretarlas desde el método ciéntifico. Pero, sólo ejerzo de antropólogo low cost, con el único fin de intentar explicar el porqué.
Ah, y gracias por hacerme pensar. Del diálogo surge la verdad decía Sócrates.
Flagrant:
Estoy convencido de que pensaríamos igual si tuviésemos la oportunidad de pensar libremente y acceder a la información de la que hemos podido disponer, al margen de la religión en la que hubiésemos crecido. Por desgracia, no siempre pasa.
Por mi cabeza no ha pasado ni por un momento que justificases nada de eso, creo que en parte porque sé de tu afición a ponerte en el lugar de la otra parte para ver las dos perspectivas (afición y mérito, yo muchas veces no soy capaz, aunque debería)
Y creo que me equivoqué al hablar de pruebas precisamente en medio de un debate que se sustenta en lo que cree la gente sin que medie ni una sola, pero me ha podido la pasión del tema. Hacía mucho tiempo que no hablaba de estas cosas y parece que lo he cogido con muchas ganas.
No te imaginas lo que he disfrutado dándole vueltas al tarro para intentar rebatir tus argumentos, que tienen mucho más mérito por cuanto haces de abogado del diablo.
Por cierto, se supone que este es el post histórico-político. Queda el post religioso, luego Mahoma...
Ardo en deseos.
Pues está en el horno. Pero espero a que se sumen al debate otras voces para que vea la Luz.